Este artículo se publicó hace 16 años.
Los partidarios de Rato brindan por "el líder"
Una treintena de fieles, el doble que el año pasado, celebraron el jueves la Navidad con el ex vicepresidente. Aunque él guarda silencio, los ratistas interpretan que no descarta su regreso
Gonzalo López Alba
Los pretorianos de Rodrigo Rato brindaron el jueves por "el líder" y "los buenos tiempos" se sobreentendió que los pasados y los venideros con él en presencia del que fue vicepresidente económico en los gobiernos de José María Aznar. Uno de ellos incluso se atrevió a proponer la celebración de un congreso extraordinario del PP "el 2 de marzo" Emilio Pérez Touriño acababa de anunciar oficialmente la convocatoria para el día 1 de elecciones en Galicia.
Los pronunciamientos reseñados se produjeron, según verificó Público entre varios de los participantes, en la comida que anualmente celebra Rato por estas fechas con quienes fueron sus más directos colaboradores en su etapa como vicepresidente o en la anterior como portavoz del Grupo Parlamentario Popular.
Los comentarios reseñados se produjeron en corrillos, aunque el brindis llegó a todos los que se quedaron hasta el final
Doble asistencia que en 2007
Esta reunión familiar, cuyo alma mater es Teresa Avellano, la secretaria "de toda la vida" del dirigente conservador, es tradicional entre los ratistas y sólo se suspendió durante los años en los que Rato estuvo en Washington como director gerente del FMI, recuperando la tradición el año pasado.
La novedad fue que la asistencia se duplicó respecto del año anterior y congregó a una treintena de personas, entre ex altos cargos, consejeros autonómicos, diputados, secretarias y personal auxiliar. De los habituales sólo estuvieron ausentes Cristóbal Montoro, que se excusó por el debate final sobre los Presupuestos del Estado, y José Folgado.
La comida se celebró en el Nuevo Club, un centro de reuniones con cocina casera situado en la calle Cedaceros, que da a uno de los laterales de la primera ampliación del edificio del Congreso, lo que facilitó que algunos diputados, como Vicente Martínez Pujalte y Ramón Aguirre, pudieran acudir a la cita sin faltar a la votación de los Presupuestos, aunque para ello hubieran de dejar la reunión antes de que acabara, hacia las cinco de la tarde.
A pesar del cocido que se sirvió como plato único y de que la portada de Público que la víspera anticipó su posible regreso a la política fue objeto de abundantes comentarios, Rato no soltó prenda. Los comentarios reseñados se produjeron en corrillos, aunque el brindis llegó a todos los que se quedaron hasta el final.
Pero, aunque Rato mantuviera echado el candado sobre sus intenciones, el clima general de la reunión se resume, según varios de los asistentes, en dos convicciones: "Es la solución para el desconcierto que vive el partido y para enderezar el mal rumbo de la política económica ante la crisis".
Dirigentes que mantienen un contacto habitual con él subrayan que manifiesta "un interés inusitado" sobre todos los acontecimientos
También existe en ese grupo el convencimiento general de que Rato, cuando menos, "se deja querer" y, por tanto, no cabe descartar su regreso, si bien la mayoría piensa que no lo hará si no constata previamente que su regreso se produciría "por aclamación".
A favor de esta impresión, dirigentes que mantienen un contacto habitual con él subrayan que manifiesta "un interés inusitado" sobre todos los acontecimientos políticos, incluidos los calendarios. Ese interés no sólo se manifiesta en la atención con que escucha las informaciones que recibe, sino también en los detalles que recaba y en la claridad de los criterios que expone.
El rechazo de Aznar
Uno de los factores que frena a Rato es su convencimiento de que, aunque "la militancia le adora", no es querido por la cúpula dirigente del PP, incluido José María Aznar. Sin embargo, a pesar de que desde el entorno de Alberto Ruiz-Gallardón se ha trasladado la idea de que el alcalde de Madrid sólo daría un paso atrás si tuviera que enfrentarse a Rajoy, los ratistas están convencidos de que tampoco competiría en un congreso "para perder" frente a Rato.
Un dato no menor es que, entre quienes rodearon el jueves a Rato, había diputados del Congreso y consejeros de Esperanza Aguirre.
Mientras llegan los idus, El Deseado observa con el catalejo y deja hacer con la margarita sobre el mantel.
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