Este artículo se publicó hace 15 años.
Patxi López, elegido nuevo lehendakari
El candidato socialista, Patxi López, se convierte en el primer lehendakari no nacionalista gracias al apoyo del Partido Popular.
Euskadi inicia el cambio. Juan José Ibarretxe anunció ayer su adiós de la política y Patxi López se convirtió en el primer lehendakari socialista después de 30 años de gobiernos bajo el liderazgo del PNV: "Mi primer empeño será poner fin al terrorismo de ETA", afirmó en su discurso.
Se cumplió así el guión que anunció la misma noche del 1 de marzo, cuando el entonces candidato del PSE ratificaba su propósito irrenunciable de llegar a Ajuria Enea gracias a la nueva mayoría constitucionalista salida de las urnas. Su alianza con el PP se consumó definitivamente ayer cuando cada uno de los 13 parlamentarios conservadores, junto al único de UPyD, se fueron poniendo en pie uno a uno en sus escaños para, a viva voz, dar su apoyo explícito a López para su ascenso a la presidencia vasca con 39 votos. El candidato del PNV sumó 35, los 30 de su partido, 4 de Aralar y 1 de EA. El único representante de EB se abstuvo.
Promete fortalecer el marco estatutario para "nunca abandonarlo"La votación se produjo poco antes de las ocho y media de la tarde y 11 horas después del inicio de una sesión de investidura cuyo final resultaba del todo previsible desde hacía más de un mes. La atención del debate se ceñía más a conocer las propuestas, incluso los gestos, de los dos candidatos. Tanto Patxi López como Juan José Ibarretxe hicieron bandera de su discurso de los últimos meses y pusieron en evidencia el abismo que hoy separa a los dos principales partidos de Euskadi. Por ver queda ahora el rumbo que pueda seguir el partido nacionalista sin la gran influencia de Ibarretxe.
Al Gobierno socialista no le espera de momento un camino de rosas, pues el PNV percibe el acuerdo entre PSE y PP como un "pacto de Estado" para destruir el camino andado los últimos 30 años en pos del autogobierno. Así, a la propuesta de "mano tendida" para el acuerdo efectuada por el ya lehendakari socialista, Ibarretxe le espetó, tras denunciar su pacto de Estado con el PP, que tendrá enfrente al PNV si "intenta subordinar los intereses de Euskadi a los intereses de España". Aralar, EA y EB también acusaron al PSE de liderar un Gobierno "frentista".
La sesión había comenzado en un clima de solemnidad con el discurso del candidato socialista ante una nutrida representación en los palcos de cargos de su partido, como la secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, y el presidente del Senado, Javier Rojo. Patxi López dedicó la primera parte de su intervención a defender la legitimidad del cambio en Euskadi y su pacto con el PP para formar un gobierno "fuerte, sólido y estable" cuyo "primer empeño" será acabar con ETA con la "máxima colaboración con el Estado y todas las fuerzas democráticas".
PNV, Aralar, EB y EA le acusan de formar un Ejecutivo frentistaEsa declaración era una invitación expresa a todos las fuerzas presentes en la Cámara, una vez expulsada de la misma por primera vez en las últimas tres décadas la izquierda abertzale representada por Batasuna. "Aquéllos que han decidido situarse al otro lado de la legalidad y en su contra, son los que no pueden tener asiento en esta Cámara", dijo López, consciente de que Ibarretxe iba a centrar buena parte de su intervención en la Ley de Partidos.
Citas a Josu Jon ImazEl nuevo lehendakari hiló después su discurso con algunas de las propuestas que desarrollará su Gobierno para afrontar la crisis económica, reforzar el marco estatutario "y nunca abandonarlo", modernizar la Sanidad, o corregir la política del último Ejecutivo de Ibarretxe en materia educativa con la derogación de artículos que sitúan el euskera como la lengua vehicular en la enseñanza obligatoria.
En su intervención, quiso acercarse también a la población vasquista con citas a escritores vascos e, incluso, hizo una referencia en clave positiva al ex presidente del PNV Josu Jon Imaz. No obstante, el grueso de la declaración de Patxi López estuvo centrado en poner las bases para acabar con ETA y hacer frente a la violencia en distintos ámbitos, empezando por las obras del TAV: "Yo seré el lehendakari que estará todos los días frente a ETA", dijo más adelante, convencido de que para acabar con el terrorismo es necesario un "rearme moral" de la sociedad con la "deslegitimación social" de la violencia en ámbitos como la enseñanza y los medios de comunicación.
Para el gran objetivo de construir la paz, añadió citando al asesinado Fernando Buesa, hará falta "generosidad, pero sin precio político".
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