Este artículo se publicó hace 14 años.
El presidente de Toyota se coloca en el centro de la crisis
El presidente de Toyota Motor, Akio Toyoda, se colocó en el centro de la responsabilidad por una extensa investigación en Estados Unidos sobre la crisis de seguridad de la automotriz japonesa, se disculpó con los consumidores y prometió reformas a los congresistas escépticos.
"Me disculpo profundamente por cualquier accidente que los conductores de Toyota hayan sufrido", dijo Toyoda después de haber prestado juramento ante la Comisión de Supervisión y Reforma del Gobierno de la Cámara de Representantes de EEUU.
La aparición marcó un momento dramático en la crisis de seguridad que comenzó hace un mes con una serie de avisos de revisión de automóviles por problemas de aceleración no intencionada y en los frenos, que ahora se extiende a más de 8,5 millones de vehículos a nivel mundial.
Vestido con un traje gris oscuro, de raya diplomática, Toyoda dijo que él, más que nadie, quería que los coches Toyota fueran seguros. "Mi nombre está en cada coche", dijo Toyoda en inglés, que luego usó un traductor para responder las preguntas de los congresistas.
Pero rechazó enfáticamente una teoría acerca de que algunos de los problemas en la aceleración se debían a una cuestión electrónica, en lugar de a problemas con un mecanismo del acelerador que se quedaba atascado y a las alfombrillas del suelo, que podían atrapar el pedal del acelerador.
"Confío absolutamente en que no hay problemas con el sistema electrónico del acelerador", dijo Toyoda a la comisión.
Los problemas de aceleración no intencional han estado relacionados con al menos cinco casos de muertes en accidentes en Estados Unidos; otros 29 casos están siendo evaluados por las autoridades estadounidenses.
El legislador Paul Kanjorski, un demócrata de Pensilvania, advirtió a Toyoda de que su empresa podría tener que pagar por las muertes y daños, debido a un aumento de las demandas en Estados Unidos.
"Será convocado para pagar compensaciones", dijo Kanjorski.
El presidente de la Comisión abrió la audiencia horas antes con la narración de un accidente horroroso que generó la mayor retirada, y atacó a Toyota por alardear de haber ahorrado 100 millones de dólares al limitar en 2007 una retirada de alfombrillas implicadas en el accidente mortal
El comité escuchará a un familiar de Mark Saylor, un funcionario de Autopistas de California retirado, que murió en agosto del año pasado junto a tres miembros de su familia, cuando el sedan Lexus de Toyota que conducía aceleró y perdió el control.
"Toyota ignoró o minimizó la información de una aceleración repentina", dijo el presidente del grupo de supervisión Edolphus Towns, un demócrata de Nueva York.
El secretario de Transportes de Estados Unidos, Ray LaHood, quien precedió a Toyoda en la audiencia, calificó los vehículos retirados de Toyota como "inseguros".
Toyota, fundada por el abuelo de Toyoda, ahora se enfrenta a una investigación criminal y una investigación de valores en Estados Unidos, así como a las preguntas sin respuestas sobre cientos de incidentes por aceleración no intencional de los que han informado los consumidores.
En su afirmaciones ante el comité, Toyoda extendió sus condolencias a la familia Saylor y dijo que estaba "profundamente apenado" de que la empresa hubiera permitido que los niveles de calidad cayeran durante un periodo de rápido crecimiento durante la década pasada.
Toyota prometió reformas internas para aumentar la vigilancia de la seguridad y asegurar que las futuras retiradas se realicen más rápidamente, respondiendo a los reclamaciones de los consumidores.
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