Este artículo se publicó hace 15 años.
El presunto autor del crimen de una niña chilena en Tenerife se enfrenta a 17 años cárcel
Un jurado popular decidirá a partir de hoy en la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife acerca del asesinato en 2007 de la niña chilena de 15 años Fernanda Fabiola Urzúa, para cuyo presunto asesino el fiscal pide una pena de 17 años y seis meses de prisión.
El presunto asesino es el ciudadano colombiano Héctor Fabio Franco Giraldo, de 30 años, quien ingresó en prisión el 4 de agosto de 2007, dos días después de que se encontrase semienterrado el cadáver de Fernanda Fabiola Urzúa.
La niña chilena había desaparecido el 26 de julio cuando se dirigía a su casa, en la urbanización Ten-Bel, un enclave turístico de Arona, al sur de Tenerife.
El cadáver de Fernanda Fabiola Urzúa, de nacionalidad chilena, fue encontrado a poco más de un kilómetro de donde fue vista por última vez, en el barrio de El Fraile, y se halló enterrado en una finca cercana a un cruce de carreteras.
El descubrimiento del cadáver fue posible por la confesión del joven colombiano, que indicó el lugar donde fue enterrado la joven tras varias horas de declaración en los Juzgados de Arona.
Héctor Fabio Franco Giraldo tenía antecedentes por delitos sexuales cometidos en la isla y ha sido el único detenido por este caso, aunque en un primer momento se tomó declaración a otro posible sospechoso, que finalmente fue puesto en libertad.
Cuando desapareció, la menor se dirigía desde el barrio de El Fraile, adonde había visitado unas amigas, hasta su residencia y para acortar esta distancia decidió ir por un camino de tierra, donde presuntamente fue secuestrada y posteriormente asesinada.
Sólo se encontraron dos pistas en un camino de tierra que fueron reconocidas por los padres de la desaparecida, una zapatilla de playa, encontrada en el primer día de rastreo, y un cinturón, que fue hallado posteriormente.
El operativo de búsqueda de la menor se extendió desde una cementera en Las Chafiras (San Miguel de Abona), dos parcelas de plataneras y unos terrenos en la zona costera de El Palmar (Arona) y el paraje de Montaña Amarilla (Arona-San Miguel).
Se miraron pozos, se entrevistó a varias personas y se rastrearon los terrenos áridos de El Fraile, donde hay numerosos escombros, así como la franja marítima de Las Galletas.
Casi un centenar de personas, entre Guardia Civil, Policía Local y vecinos buscaron a la joven de 15 años, y al rastreo se sumaron 97 militares del regimiento de infantería ligero "Tenerife 49", que se pusieron a las órdenes de la Comandancia de la Guardia Civil, encargada de coordinar las labores de rastreo.
También participaron los GEAS de la Guardia Civil, que inspeccionaron el litoral y otros posibles pozos existentes en el lugar.
Por aire rastrearon dos helicópteros de la Guardia Civil, el grupo rural de seguridad, patrullas de Playa de las Américas, agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) y dos unidades caninas, una de ellas desplazada desde Gran Canaria.
El funeral por la joven chilena fue oficiado por el obispo de Tenerife, Bernardo Álvarez, el 18 de agosto de 2007 en el pabellón polideportivo de El Fraile y a las honras fúnebres asistieron los embajadores de Chile y de Colombia en España, Oswaldo Puccio y Noemí Sanín, respectivamente, así como familiares del niño grancanario Yéremi Vargas, que aún permanece desaparecido.
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