Este artículo se publicó hace 17 años.
Una prueba de fuerza de Al Fatah en Gaza concluye con siete muertos y 150 heridos
Siete palestinos murieron y 150 resultaron heridos, quince de ellos de gravedad, en choques entre agentes de la policía de Hamás y participantes en un homenaje en Gaza al histórico líder palestino Yaser Arafat.
El acto, que había sido autorizado por el Gobierno de facto de Hamás en Gaza, perdió pronto su carácter conmemorativo para convertirse en una demostración de fuerza de Al Fatah y, poco después, en nuevo escenario de enfrentamientos entre ambos movimientos.
Nacionalistas e islamistas se culpan mutuamente de haber provocado el estallido de violencia, pero ha sido el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, quien ha puesto nombre y apellido a lo ocurrido hoy: "crimen aborrecible".
"Este crimen aborrecible es una evidencia decisiva de que el liderazgo golpista de Hamás no está al nivel de los valores nacionales y nuestras costumbres", dice una nota de prensa difundida por la oficina de Abás en Ramala.
El presidente palestino, que se halla en El Cairo, acusó a Hamás "de las más brutales y sangrientas técnicas contra nuestro pueblo en Gaza", controlada por Hamás desde que se alzó en armas contra la autoridad de la ANP en junio pasado.
Los choques, en los que murió al menos un niño, estallaron después de que cientos de miles de palestinos se concentraran en una plaza en el oeste de Gaza con motivo del tercer aniversario del fallecimiento Arafat, un día después de la que tuvo lugar ayer en Ramala.
Testigos presenciales dijeron que miembros de la Fuerzas Ejecutiva creada por Hamás en 2006 atacaron a activistas de Al Fatah que portaban las banderas amarillas del movimiento fundado por Arafat, lanzaron piedras contra ellos y luego abrieron fuego.
Según otros testigos, milicianos islámicos dispararon contra un grupo de activistas armados de Al Fatah y la policía se sumó al tiroteo.
Otras fuentes indican que jóvenes de Al Fatah lanzaron piedras a la policía y esta respondió a disparos.
Al Fatah acusó a la Fuerza Ejecutiva de haber recibido instrucciones de sus dirigentes de sabotear la concentración e incluso de impedir el acceso a los participantes.
"Ellos (los policías de Hamás) se pusieron furiosos al ver a tantos miembros y seguidores de Al Fatah en la manifestación", afirmó un miembro del movimiento nacionalista que participó en el acto.
Ahmed Heles, destacado dirigente nacionalista en Gaza, cifró en alrededor de medio millón, es decir un tercio de la población de la franja, el número de participantes, en un mitin convocado bajo el lema de "Lealtad al fallecido Yaser Arafat".
El mitin se transformó en una protesta política del Fatah, al ondear los participantes miles de banderas amarillas y palestinas, además del tradicional pañuelo blanquinegro ("kefía"), como el que solía cubrir la cabeza del difunto presidente palestino.
Cientos de agentes de la Fuerza Ejecutiva seguían los acontecimientos sobre el terreno y ayer portavoces del Ministerio del Interior en Gaza habían advertido de que no permitirían provocaciones.
"Esto no es un problema entre Al Fatah y Hamás, sino una demostración de que cada vez más gente rechaza el golpe de Estado y el control de Hamás de Gaza", declaró a Efe el portavoz del movimiento nacionalista, Sahmi Zarai.
Para Zarai, los violentos sucesos revelan que "en Gaza no hay seguridad y estabilidad, como Hamás se esfuerza por repetir cada dos por tres".
El portavoz rechazó que partidarios de Al Fatah provocaran a la Policía de Hamás o que los muertos sean fruto de choques entre ambos.
Las manifestaciones de Al Fatah en la franja están prohibidas desde que Hamás se hizo con el poder, pero el homenaje a Arafat no podían prohibirlo.
La única reacción a los incidentes por parte de los islamistas ha llegado del Ministerio del Interior creado por Hamás en Gaza.
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