Este artículo se publicó hace 15 años.
Rajoy pedirá esta semana la retirada de la nueva ley del aborto
El presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, anunció el domingo que su formación pedirá esta semana en el Congreso de los Diputados mediante una enmienda la retirada de la reforma de la ley del aborto, tras la masiva manifestación celebrada el sábado en Madrid.
Rajoy consideró que era una ley innecesaria que dividía a los españoles, e instó al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a escuchar a la gente.
"Creo que el señor Rodríguez Zapatero debería de dejar de actuar con la soberbia con la que lo ha hecho en los últimos tiempos tanto en este tema como en la crisis económica, escuchar lo que dice la gente y retirar una ley que para lo único que sirve es para dividir al conjunto de los ciudadanos", declaró el líder del PP en la localidad gaditana de Grazalema.
"Yo desde luego presentaré esta misma semana una enmienda para que esta ley sea devuelta al Gobierno y por tanto no se tramite", afirmó.
Decenas de miles de personas, más de un millón según sus organizadores, respondieron a la convocatoria de diversas asociaciones provida y de defensa de la familia que se agruparon en la plataforma Cada Vida Importa.
Aunque el PP no se sumó a la convocatoria y el propio Rajoy no acudió a la marcha, sí lo hicieron a título personal destacados miembros del partido, como la secretaria general, María Dolores de Cospedal, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, y el ex presidente José María Aznar
El PP ya ha anunciado que recurrirá ante el Tribunal Constitucional la nueva ley sobre el aborto, que modifica una norma aprobada hace casi 25 años y que entre otras cosas permitirá interrumpir libremente el embarazo en las primeras 14 semanas de gestación.
La ley de plazos que introduce la reforma establece la posibilidad de abortar hasta la semana número 22 si hay un alto riesgo para la vida o la salud de la madre o anomalías en el feto y sin límite médico con anomalías muy graves o incurables o cuando los especialistas lo consideren pertinente.
Uno de los aspectos más polémicos del proyecto, que está en trámite parlamentario, se refiere a la posibilidad de que las menores de 16 años puedan abortar sin consultar a sus padres.
El Gobierno considera que la nueva ley es más garantista y ofrece seguridad jurídica tanto a las mujeres que deciden abortar como a los profesionales médicos que practican la interrupción del embarazo, y ha calificado de hipócrita la actitud del PP ante la norma, puesto que cuando estuvo en el poder no abolió la ley existente.
El presidente del Congreso, el socialista José Bono, un católico reconocido, confió el domingo en que el proyecto consiga el máximo consenso posible a su paso por el Congreso.
"Desde mi punto de vista el aborto no es un asunto ideológico, es algo que afecta desde el punto de vista social traspasando las ideologías de los partidos. Afecta más a la conciencia, al modo de concebir la vida que a la ideología", declaró.
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