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Trasladan obras maestras de la imaginería a su sede definitiva en Valladolid

EFE

El Museo Nacional Colegio de San Gregorio de Valladolid traslada a su sede definitiva las obras de los imagineros de los siglos XVI y XVII, tras la remodelación del edificio que albergará su colección permanente, con visibles medidas de seguridad y protección específicas para cada pieza.

El pasado 13 de julio, las obras seleccionadas comenzaron a abandonar las salas y los almacenes del Palacio de Villena, donde han permanecido nueve años, hasta la rehabilitación que ahora acaba de concluir de la antigua sede, el Colegio San Gregorio, situada a unos doscientos metros de distancia y que da nombre al museo desde el año pasado, ya que antes se llamaba Museo Nacional de Escultura.

"Hay un 30 por ciento de las obras que se podrán visitar a partir de septiembre que estos años han tenido que estar almacenadas, ya que no había espacio o sus características impedían que los visitantes pudieran verlas", ha explicado hoy a Efe la directora del museo y doctora en Historia del Arte, María Bolaños.

Este es el caso de la Sillería del Convento de San Benito, una de las obras más representativas del museo, que data del siglo XVI y que ha permanecido almacenada por partes en el sótano de la institución hasta su posterior montaje, en la misma sala en la que se podía visitar en el pasado pero con una posición diferente.

La inauguración de la colección en su nueva ubicación contará con servicios para el visitante de los que carecía hasta el momento, como guías audiovisuales, catálogos, nueva web o elementos multimedia en algunas de las salas, como las tres destinadas al Retablo de San Benito, obra de Alfonso Berruguete.

La directora ha afirmado que estos servicios "modernizan el museo" y sirven para que el visitante "cuente con toda la información del museo de una forma fácil".

Por otra parte, el Palacio de Villena se convertirá en sede de exposiciones temporales desde comienzos del próximo año y continuará albergando la dirección, secretaría y algunos departamentos de la institución como el de investigación, fotografía, biblioteca o restauración.

El conservador del museo José Ignacio Hernández ha reconocido que "es un lujo haber podido ver las obras más representativas en una sede provisional tan óptima como el Palacio de Villena estos nueve años en los que San Gregorio ha estado cerrado".

Hernández ha vigilado hoy las tareas de traslado, embalaje y montaje de las piezas que comparten dos empresas desde el pasado julio y hasta septiembre, siguiendo los pasos de las dos cuadrillas de trabajadores desde el Palacio de Villena hasta el de San Gregorio.

El anclaje, la amortiguación, la temperatura y la seguridad "son excesivamente cuidadas por los trabajadores, que siempre tienen que manipular las obras por parejas para evitar errores individuales", ha matizado la conservadora Celia Guilarte.

La tarea de Hernández se ha centrado durante esta jornada en controlar el traslado de la escultura flamenca y anónima del busto del emperador Carlos V y la obra de San Onofre, de Juan de Anchieta.

Un papel de PH neutro recubre cada pieza que después se introduce en cajas por partes, aunque los expertos han explicado que algunas obras son transportadas sin estas medidas de seguridad al disponer de características específicas.

Fuentes del museo han concretado que cada día se realizan tres o cuatro transportes de piezas entre las dos sedes en un camión con medidas de seguridad extraordinarias como un circuito cerrado de vídeo, una contraseña de seguridad para arranque, climatización propia e interior acolchado.

Al traspasar las puertas del Colegio San Gregorio, fundado por el miembro de la corte de los Reyes Católicos Fray Alonso de Burgos como colegio religioso, comienzan las labores de manipulación, desembalaje y montaje de las piezas por una segunda empresa.

El volumen de las piezas, la complejidad de montaje y la disponibilidad de las peanas condicionan el trabajo de esta cuadrilla a través de movimientos coordinados en las diferentes salas de la sede permanente del museo desde 1933.

El Museo Nacional Colegio de San Gregorio, referencia estatal del arte policromado, alberga obras que abarcan desde el Renacimiento al Barroco, y cerró temporalmente en mayo de 2000 para la rehabilitación del edificio gótico, de finales del siglo XV.

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