Este artículo se publicó hace 15 años.
Una tumba que guarda la esencia de la Edad Media
Nuevos análisis de los restos de Pere el Gran "podrían aportar datos inéditos"
Según las crónicas históricas, la tumba de Pere el Gran (Valencia, 1240-Vilafranca del Penedès, 1285) había resistido heróicamente a los expolios y saqueos que sucedieron a finales del siglo XIX. A diferencia de los de su padre, Jaume I el Conqueridor (Jaime I el Conquistador) y de los de todos los demás reyes medievales de la familia catalanoaragonesa, sus restos se han conservado más de 700 años en muy buen estado: enterrado tras su muerte, su cuerpo fue trasladado a una tumba con honores imperiales 17 años más tarde y se ha conservado intacto en el Monasterio de Santes Creus, en Aiguamúrcia (Tarragona).
Una exploración endoscópica a través de un agujero de 15 milímetros en la tumba ha certificado el buen estado de conservación de los restos. "Las imágenes de la minicámara muestran la presencia de restos humanos, vestidos, posiblemente con un casco en la cabeza y con plantas aromáticas", explicó ayer Marina Miquel, restauradora jefe del Museu dHistòria de Catalunya.
Una exploración endoscópica revela datos inéditos sobre el siglo XIII
En efecto, varios años tras la muerte de Pere, su hijo se encargó de que recibiera honores de emperador en la sepultura definitiva. La tumba descansa en una bañera de origen romano de piedra procedente de Egipto, de las que sólo se conservan 11, la mayoría en el Vaticano. El cuerpo fue embalsamado con técnicas egipcias.
Análitica de gasesMarina Miquel hizo ayer estas declaraciones durante la presentación del 850 aniversario del Monasterio de Santes Creus, donde el conseller de Cultura de la Generalitat de Catalunya, Joan Manuel Tresserras, anunció que se restaurarán las tumbas de Pere el Gran, de su hijo Jaume II y de su esposa Blanca de Anjou, así como la del almirante de la flota de la Corona de Aragón, Roger de Llúria.
La restauración costará 750.000 euros y durará unos seis meses
El principal dato que arrojará el estudio del cuerpo de Pere el Gran, además de la causa de su muerte que todavía no está clara: se habla de agotamiento o de una herida de guerra, será entender qué pasó con los restos de Jaime el Conquistador, que fueron profanados y descansan, presuntamente, en el vecino Monasterio de Poblet.
Además de la inspección con una minicámara, una analítica de gases permite asegurar que el ambiente en el que se ha conservado el cuerpo de Pere el Gran es el mismo que el del exterior, por lo que la apertura del sarcófago no dañaría sus restos.
Huella en la Europa medievalEl presupuesto de la restauración podría alcanzar los 750.000 euros, aunque es una cantidad que no está cerrada. El proceso tiene una duración estimada de unos seis meses. "Sólo tenemos el calendario científico; el político y el presupuestario, aún no", dijo Tresserres.
Pere el Gran, III de Aragón, I de Valencia y II de Barcelona, sólo reinó diez años, desde los 36 hasta su muerte, pero dejó huella en la Europa medieval. "Fue el arquitecto de un ambicioso modelo de expansión mediterránea", en palabras de Tresserras, al culminar proyectos de su padre, El Conquistador.
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