Las compraventas de vivienda de segunda mano que se dan entre particulares, hasta ahora las más castigadas por la crisis, dan señales de mejora. Entre abril y junio, subieron un 16,8% en comparación con el trimestre anterior, el mayor repunte desde que empezó la debacle inmobiliaria en septiembre de 2007. Se cerraron 53.378 operaciones, según los datos del Ministerio de Vivienda. Habrá que esperar a ver la evolución hasta septiembre para comprobar si comienza ya una tendencia de recuperación o se queda en un simple dato estacional.

'Hay modelos econométricos que demuestran que el número de compraventas crece a medida que avanza el año; por tanto, el avance está marcado por un carácter estacional', señala Julio Rodríguez, estadístico y ex presidente del Banco Hipotecario. Según sus cálculos, el año puede acabar con una cifra algo superior a las 400.000 unidades vendidas, más que el año pasado.

Si se toman las cifras del primer semestre, desaparece todo atisbo de señal de recuperación y las caídas siguen marcando mínimos históricos. Así, las compraventas totales sumaron de enero a junio 217.589 contratos, un 31,1% menos que en el mismo periodo del año pasado, la mayor caída al menos desde 2004. Siguen vendiéndose más pisos nuevos, al contrario que durante el boom inmobiliario: 118.501 en el primer semestre frente a 99.088 usados. Sin embargo, ahora el descenso es más acusado en la vivienda de obra nueva, que retrocedió un 35% en comparación con un año antes, frente a la caída del 26% de la usada.

Por autonomías, Andalucía, País Valenciano, Catalunya y Madrid coparon más de la mitad de las transacciones realizadas.