La trampa de los alimentos light

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Son muchos los consumidores que van al supermercado y llenan la cesta de productos que, en su etiquetado, indican que son light. De hecho, hay cada vez más artículos alimenticios que lucen esa palabra en sus envases u otros ganchos como bajo en calorías o cero azúcares.

Sin embargo, pese a lo que pueda parecer, este tipo de alimentos no siempre son tan saludables ni engordan tan poco como parecen, así que debes ser muy cuidadoso a la hora de elegirlos y de consumirlos. Descubrimos en esta ocasión cuál es la trampa de los alimentos light para que la tengas e cuenta la próxima vez que vayas a hacer la compra.

Qué son los alimentos light

Quesos
Sección de quesos en supermercado/Foto: Unsplash

De manera general, y con las normas actuales de la Unión Europea, para que un alimento pueda considerarse light, y etiquetarse y venderse como tal, debe contener un 30% menos de azúcar o grasas que el producto original sin modificar. Como resultado, su valor energético o aporte calórico va a ser menor que el que no es light, pero no existe ningún tipo de baremo que limite las cantidades, solo ese porcentaje.

Así que tal reducción no hace referencia a que el producto tenga cantidades muy bajas de azúcar o que se hayan suprimido del todo las grasas. Este es un dato a tener en cuenta si lo que nos preocupa es mantener una dieta equilibrada. De hecho, no debes ignorar que muchos alimentos que se venden como light son en realidad alimentos ultraprocesados, que no resultan nada recomendables para nuestra salud.

Calorías en los alimentos light

Patatas fritas
Patatas fritas/Foto: Pixabay

Por ello, aunque los alimentos light tengan menor cantidad de grasas o azúcares que el mismo producto similar, no significa que carezcan de ellos y que engorden menos. Pueden hacerlo. Y mucho. Para ver qué sucede con este tipo de alimentos, nada más sencillo que fijarse en las patatas fritas de bolsa, uno de esos productos que cuando empezamos a comer no podemos parar y que cuenta con gran cantidad de grasas.

Unos 100 gramos de patatas fritas de paquete suelen rondar las 450 kilocalorías, lo que supone en torno a un 25% de las que debe ingerir un adulto sano en su vida diaria. Si ese mismo paquete tiene su versión light, la cifra desciende a 315 kilocalorías, así que sigue siendo considerable. Recuerda pues que, por más que se tienda a creer que un producto light apenas engorda o tiene muy pocas grasas o azúcares, no siempre es así. No caigas en la trampa. Al fin y al cabo, suelen ser productos más caros.

También has de ser consciente de que hay algunos alimentos grasos de por sí, como pueden ser la leche, el paté, el queso o la mayonesa, así que por muy light que resulten, siguen conteniendo una buena cantidad grasas.

Azúcares en los productos light

Refresco light
Refresco en la playa/Foto: Pixabay

Hay que tener en cuenta que en los casos en los que se disminuyen las grasas de un producto, los fabricantes suelen aumentar los azúcares o viceversa, para conseguir un buen sabor. E incluso es posible que se cambie un ingrediente por otro, como sucede en los refrescos light, en los que el azúcar es sustituido habitualmente por aspartamo, mientras que las grasas se cambian por sustitutivos químicos miméticos.

Lo mismo sucede con aquellos productos light que indican que son sin azúcar. Esto no significa que sean saludables ni que no engorden, pues a menudo se sustituye o bien por el aspartamo o por sacarina, sorbitol, fructuosa, glucosa o cualquier otro edulcorante, que a menudo provocan que tengas más hambre.

Asimismo, si hablamos de bollería industrial, puedes encontrar marcas que ofrecen el mismo producto en su versión normal y en otra light. Pero no olvides que, si el fabricante ha conseguido reducir en un 30% el azúcar o las grasas en él, pueden ponerle ya esa etiqueta. No importa que en su versión original tenga unas cantidades elevadas y poco saludables, y que como resultado el producto light siga siendo poco recomendable para llevar una vida sana.

Productos integrales

Pan integral
Rebanada de pan/Foto: Pixabay

Tampoco nos podemos olvidar de los productos integrales, pues puede haber tendencia a creer que engordan menos y que todos ellos son light. Pero el término integral en el pan de molde, las galletas y las cereales, entre otros alimentos, solo indica que se ha utilizado el grano del cereal entero para elaborarlo. Por ese motivo, aunque son más saludables, tienen más calorías que aquellos otros productos que se preparan con harinas blancas o refinadas.

De todas formas, la gran ventaja de los alimentos integrales es su alto contenido en fibra, que facilita el tránsito intestinal, así como su mayor aporte en minerales y vitaminas, frente a los elaborados con las harinas blancas. Por esos motivos resultan fundamentales en una alimentación equilibrada.



Silvia Pato

Escritora y redactora gallega. Autora de los libros Las nueve piedras y El Libro del Único Camino, así como de numerosos relatos en revistas de género, colabora asiduamente con sus artículos y columnas de opinión en diversos medios digitales. Con la pasión y la curiosidad que la caracterizan, descubre el mundo a través de su historia, su cultura, sus lugares y sus gentes para difundir y compartir todo tipo de sensaciones y hallazgos. Porque todo viaje comienza con un solo paso.

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