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Entrevista a Nerea LuisNerea Luis: "Asumen que por ser mujer no entiendo la ciencia"
Aunque hace tiempo que no escucha una vez tras otra aquello de "¿qué hace una chica como tú en un sector como este?" a Nerea Luis, doctora en Inteligencia Artificial, no se le borra el recuerdo de lo que aquella frase le causaba: "Me ha generado inseguridad". Y es que daba igual donde lo escuchase, "me pasaba en diferentes contextos: en clase, en conferencias científicas y similares".
Madrid-
Ahora se pone el mundo por montera y con el mayor de los amores que puede haber. El de quererse en primera persona, camina con la mirada de frente sin importarle lo que piensen quienes creen que la ciencia, como el resto de ámbitos profesionales y personales, solo es apta para los hombres.
"Ahora me conoce mucha más gente del sector así que es más difícil encontrarme esta situación. Así que ya contesto que soy doctora en Inteligencia Artificial, que organizo un evento tecnológico de 2000 personas... y se sorprenden por lo joven que soy. Al final los méritos son los que te avalan, es algo con lo que las mujeres contamos siempre y supongo que aprendemos con el tiempo a enfatizarlos con mayor asertividad".
Más mujeres, más desarrollo
Y si hay algo que esta brillante mujer -reconocida entre otros premios como una de las 100 personalidades más importantes de Cotec o una de las Top100 Mujeres líderes de España de 2019-, no pierde tampoco es la mirada ante la vida en forma de sonrisa y el convencimiento de que cuando la tecnología cuenta con el talento femenino, el impacto en la población es mayor y mejor.
"Las personas damos forma a la tecnología y hacemos realidad nuestras ideas con ella. Por eso los avances tecnológicos tienen gran impacto en nuestra calidad de vida, por ejemplo. Que las mujeres formen parte del sector tecnológico es esencial porque dará lugar a nuevas ideas, mayor alcance, y un impacto más igualitario o justo en la población. Sucede lo mismo cuando hablamos de diestros o zurdos, o de tener en cuenta hacer accesible todo en general para que cualquier persona pueda disfrutar de una experiencia similar. La diversidad enriquece y favorece la igualdad", subraya.
De su especialidad Nerea Luis considera que la inteligencia artificial cuando carece de perspectiva de género pierde esencia ya que "aprende de un conjunto de datos" que al no contar con la valía de mitad de la población "la hace menos humana, porque al final es un reflejo de la sociedad".
La científica coincide con otra gran divulgadora científica como es María Blasco en que lo precario es femenino y por eso la ciencia forma parte de esa precariedad. "Desde luego que la precariedad siempre afecta en mayor medida al género femenino, esto está demostrado con la brecha salarial por ejemplo. La tecnología se redefinió en el momento en el que dejó de ser mera computación numérica para pasar a ser una industria millonaria que además otorgaba poder y generaba gran independencia económica.
Los puestos de trabajo copados por mujeres desaparecieron y el público al que se dirigió el ordenador personal fue al varón, cabeza de familia con éxito profesional que necesita terminar sus tareas lo antes posible, sin perder dinero y así conseguir pasar más tiempo con sus seres queridos o convertirse en un perfil más atractivo", comenta a Público.
La reputada científica no solo habla de la hostilidad machista en su sector sino de "conductas hostiles en general" en el sector tecnológico. "Obviamente, esto es el resultado de que el sector esté ampliamente polarizado en este caso a nivel de género (masculino) y raza/etnia (blanca). Si todo el mundo se parece a ti, las conductas serán similares y en su mayoría te parecerán positivas.
Cuando tu entorno cambia, genera incertidumbre y a veces confusión e incomprensión; a veces esto se paga erróneamente con hostilidad. Ese es el mayor aprendizaje, identificar esas conductas, sensaciones y neutralizarlas o reconvertirlas a una construcción de un clima o entorno más agradable para todos y todas. Visibilizar esto cuesta, y hay días que tienes más ganas y otros que menos, pero te hace crecer mucho a nivel personal y profesional".
En cuanto a ejemplos concretos que haya vivido esta premiada profesional cuenta que "casi todo entra afortunadamente dentro de lo que se reconoce como micromachismos". Pero entre ellos destaca "escuchar comentarios de mal gusto, sexualizándote, criticando tu actitud, tu tono (tone policing) o infravalorando tu capacidad ("la aprueban porque es chica", "¿de quién de todos eres novia?"). Esto último también deriva en que de facto te expliquen conceptos de tu campo porque inconscientemente asumen que no los entiendes, o que puntualicen intervenciones tuyas derivando en un mansplainning", recuerda.
"No tengo ninguna meta concreta, pero me encantaría seguir con la Inteligencia Artificial", apunta Nerea
Sea como sea de lo que es consciente es de que ella, como tantas otras mujeres que están en tecnología, están rompiendo mucho más que techos de cristal y cumpliendo con un papel mágico y revolucionario. El de ser referente para muchas niñas y jóvenes. "Es una gran responsabilidad. Estoy muy agradecida porque cada vez el canal es mayor y el mensaje llega más lejos. Me llegan felicitaciones o trabajos de coles sobre mí como referente y me emociona. También me preguntan sobre qué estudiar (mayores y pequeños). En T3chFest, el evento que organizo, se nota mucho el impacto que tiene esa divulgación que hago continuamente sobre tecnología, inteligencia artificial y diversidad".
Preguntada hasta dónde quiere llegar con su vida responde con una sonrisa que no se pone límites. "Hasta donde me lleve. No tengo ninguna meta concreta, pero me encantaría seguir dedicándome a la Inteligencia Artificial, la divulgación y la educación de alguna forma. Si mi mensaje se entiende, el camino adecuado se abrirá, sea en el sector que sea", finaliza.
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