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Hallado un tesoro en una tumba inédita de Luxor

Un equipo español recupera 4.000 piezas del mausoleo de un visir de Amenhotep III

MANUEL ANSEDE

Un equipo de investigadores españoles ha comenzado a desentrañar la tumba del visir Huy, una especie de ministro de Fomento del rey Amenhotep III que podría iluminar una de las épocas más turbulentas y desconocidas de la historia de Egipto.

El que fue alcalde de la ciudad de Tebas hace unos 3.370 años cavó su propia tumba. En todos los sentidos. El edil, llamado Amenhotep, como su rey, comenzó a construir su mausoleo cuando Amenhotep III le nombró visir del Sur. En poco tiempo, el alcalde, conocido como Huy (un apelativo similar al Paco de Francisco), se convirtió en uno de los pesos pesados del imperio: era el confidente del rey, el responsable de las grandes obras y el encargado de entregar tierras y esclavos a los sacerdotes de los templos del dios Amón.

Los investigadores, coordinados por Francisco Martín Valentín y Teresa Bedman, del Instituto de Estudios del Antiguo Egipto, presentarán mañana en Madrid los resultados de la primera campaña de excavación en la tumba, que hacen suponer un tétrico final para el visir. Cuando el hijo de Amenhotep III, el famoso rey hereje Akenatón, abandonó el politeísmo e impuso el culto a Atón, en la primera reforma religiosa de la historia, Huy siguió fiel a su dios Amón. Akenatón decidió, entonces, eliminar al visir. 'La tumba está inacabada. Huy se convirtió en enemigo del rey y tuvieron que neutralizarlo o liquidarlo', explica Martín Valentín.

Su equipo ha encontrado unas 4.000 piezas en la que, dicen, es la mayor tumba inédita de este periodo en la antigua ciudad de Tebas, hoy Luxor. Los arqueólogos han hallado huesos, fragmentos de papiros con inscripciones, cuentas de collar, vendas de momias y varias figuras de distintas épocas, ya que la tumba se siguió utilizando hasta época cristiana. La más llamativa, según Martín Valentín, es una mujer desnuda tallada en el colmillo de un hipopótamo del río Nilo, hace unos 3.100 años. 'Es la figura de una concubina y se incluyó en una de las tumbas para que acompañara al muerto en el más allá. Tiene una peluca negra maravillosa. No he visto cosa igual en mi vida', describe.

El equipo de Martín Valentín continuará sus excavaciones, financiadas en parte por el Ministerio de Cultura, en octubre. Hay trabajo para unos 10 años, si hay dinero. 'Con la crisis, no sabemos qué pasará', se lamenta.

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