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Tanzania insiste en asfaltar el Serengueti

El estudio de impacto ambiental calcula que un millón de vehículos al año cruzará el parque en 2035

MIGUEL ÁNGEL CRIADO

Entre conservación y desarrollo, el presidente de Tanzania, Jakaya Kikwete, ha optado por lo segundo: su plan de construir una carretera a través del parque del Serengueti seguirá adelante. Ni la oferta del Banco Mundial de financiar un trazado alternativo ni las advertencias del estudio de impacto ambiental han disuadido al Gobierno tanzano. La carretera se hará poniendo en peligro, según los ecologistas, la mayor migración de animales que puede contemplarse aún en este planeta.

Cada año, y al ritmo de las lluvias, un millón y medio de ñus (y otro medio millón de ungulados entre cebras, antílopes y búfalos) abandonan la norteña reserva de Masai Mara (Kenia) para pastar en el Serengueti, en Tanzania. El Gobierno de este país anunció el año pasado su idea de construir una carretera de 480 kilómetros entre las ciudades de Arusha, cerca del monte Kilimanjaro, y Musoma, en la ribera del lago Victoria. El objetivo declarado era desarrollar la zona y vincular el este y el oeste del país. Pero en medio está el parque, que sería atravesado por 54 kilómetros del trazado. El anuncio provocó la alarma de las principales asociaciones conservacionistas. Hasta la Unesco amagó con retirarle el estatus de Patrimonio de la Humanidad.

El Banco Mundial estaba dispuesto a financiar una vía alternativa

El miércoles, el presidente tanzano recibió la visita de directivos del Banco Mundial, dispuesto a financiar una vía alternativa por el sur y fuera del parque. En el comunicado posterior, el Gobierno aseguró que la carretera es clave para el desarrollo local. Además, rechazó la opción sureña porque se aleja del primer objetivo. 'Aunque vamos a seguir protegiendo nuestro Serengueti, también nos vamos a asegurar de que, como Gobierno, cumplimos con nuestras responsabilidades para con nuestro pueblo', dijo Kikwete en la nota.

Desde la oficina presidencial recuerdan que ya hay una carretera sin asfaltar de 225 kilómetros que cruza el parque. Con el trayecto por el norte aseguran que se reducirá el impacto ambiental. Pero los ecologistas lo discuten. El africanista Xabier Surinyach, representante en España del movimiento Parar la autopista del Serengueti, ha recorrido varias veces la vieja carretera del parque: 'Por allí sólo pasan unos cuantos camiones y autobuses con autorización especial'. La nueva será comercial, abierta a todo el mundo. 'Si se construye será un desastre para la gran migración, clave para sostener todo el ecosistema', explica.

Los responsables de la campaña Salvar al Serengueti han conseguido un borrador del estudio de impacto ambiental que encargó el Gobierno. El documento concluye que la carretera generará empleo e inversión. También asegura que impulsará el turismo, algo que los ecologistas rechazan. Pero calcula que en 2015, la transitarán 292.000 vehículos, la mayoría camiones y autobuses. Para 2035, la cifra subirá hasta el millón anual. 'Esa cantidad de tráfico debería convencer a todos de que esta idea es una locura afirma Dave Benton, de Salvar al Serengueti. Hay algo que les motiva a hacerlo. Lo que es, no lo sé. Pero sugiero seguir el dinero'.

'Si se construye, será un desastre para la gran migración'

Una posible razón, según Surinyach, sería la existencia de importantes yacimientos mineros en la zona. Hace años, la multinacional india Tata Chemicals intentó explotarlos sin conseguirlo. Los ecologistas piensan que podría haber vuelto a intentarlo. Si fuera así, necesitaría una buena carretera para que los camiones sacaran el mineral hasta el puerto de Dar es Salaam, en el Índico. 'Y para eso no les vale un camino de cabras', dice el africanista catalán.

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