Este artículo se publicó hace 11 años.
Los tumores cerebrales no convierten a una persona en asesina
En relación al tumor del asesino de Bilbao, expertos en neurología apuntan a que pueden provocar trastornos agresivos, pero "nunca" premeditados
Los tumores cerebrales no pueden convertir a una persona en un asesino o en un torturador, a pesar de que provoquen trastornos agresivos que, no obstante, son siempre impulsivos y "nunca" predeterminados, según ha asegurado el neurólogo del Hospital USP San Camilo de Madrid, Antonio Yusta.
Este experto se ha pronunciado así tras las diversas informaciones que apuntan a que Juan Carlos Aguilar, el asesino confeso de una mujer en Bilbao y que el pasado domingo agredió brutalmente a una mujer y al que encontraron en su vivienda y gimnasio restos óseos de diferentes partes del cuerpo, padece un tumor cerebral, desde hace dos años.
"Estos pacientes pueden tener conductas mucho más agresivas, una impulsividad en un momento determinado a pegarse con gente o, incluso, a cometer un delito, pero nunca un tumor cerebral les conduce a delinquir dos veces consecutivas y, menos aún, a tener una organización en el sentido de matar a alguien y ocultar su cadáver", ha recalcado el experto.
En este sentido, Yusta ha explicado que dependiendo de dónde se localice el tumor los trastornos de conducta varían. Por ejemplo, si está localizado en la corteza fronto orbitraria, el paciente puede ser más inhibido o, por el contrario, tener una conducta muy detenida.
En el caso en el que este tumor se localice en el lóbulo temporal sí pueden puede provocar, "aunque es muy raro", trastornos más agresivos pero nunca hasta el punto de planificar un asesinato. "Cuando se llega hasta este límite es que la persona ya era rara y ya tenía una patología de base", ha zanjado el neurólogo.
Ni monje ni maestro ShaolínEl Templo Shaolín de España, único centro de esta disciplina reconocido oficialmente en el país, ha negado tener relación alguna con Juan Carlos Aguilar, el experto en artes marciales que agredió brutalmente a una mujer y confesó haber matado a otra en Bilbao y que se presentaba como el primer maestro Shaolín occidental. En un comunicado (PDF) difundido hoy, los responsables del Templo, que cuenta con escuelas en Madrid, Toledo y Barcelona, han acusado a Aguilar de ser "un poco sectario" y vender "lo que no era", ya que no poseía ninguna graduación oficial ni estaba autorizado por el Templo de Henan (China).
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