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Un Cartier-Bresson sacado de eBay

Soler y Llach cede a las presiones de los herederos y congela la subasta de 60 obras del fotógrafo francés por ser falsas

G. FOURMONT / T. POLO

El 30 de octubre de 2000, cuatro años antes de fallecer, el fotógrafo francés Henri Cartier-Bresson (1908-2004) dejó claro en una carta que 'toda persona que tenga una tirada con sellos o tampones de la agencia Magnum no puede invocar una posesión de buena fe'. Porque esas imágenes eran de su propiedad exclusiva y no pueden venderse. Ayer, la sala de venta Soler y Llach de Barcelona decidió congelar 60 lotes (uno por cada instantánea falsa de Cartier-Bresson) que tenía previsto subastar mañana día 27. La 'buena fe' (firma de Cartier-Bresson) de la mayoría de las copias del maestro, que pretendía vender el coleccionista Josep Martínez, eran falsas. Sólo seis son auténticas, según la fundación que administra la herencia del fotógrafo.

'Es una buena noticia, aunque Soler y Llach hubiera podido informarnos primero', dijo ayer a Público Aude Raimbault, responsable de colecciones de la Fundación Henri Cartier-Bresson de París, institución que lleva un año presionando a la sala barcelonesa para cancelar la venta.

'Hemos pensado en muestros clientes', argumentó la sala de subastas

Cuando aún no existía el formato digital, el fotógrafo o la agencia Magnum prestaba una imagen original de Cartier-Bresson, pero tenían que devolverla. 'Muchas de las instantáneas que pretende vender Martínez vienen de Brasil, donde la agencia Machete no había devuelto imágenes prestadas y se hicieron tiradas falsas. Martínez las compró en eBay', aclaró Raimbault. 'Es una pena, pero llevamos esperando un mes y medio la decisión de Soler y Llach. Hasta hace un mes, no querían anular la venta', concluyó.

Soler y Llach defendió ayer su reputación. 'No vendemos fotografías robadas ni somos cómplices', dijo Juan Naranjo, director del departamento fotográfico de la sala. Añadió retador, sin embargo, que esto no es más que una decisión 'temporal', a la espera de que se aclaren las 'dudas legales'. El coleccionista no quiso ayer responder a la prensa.

'No tienen ningún respeto por la fotografía', insisten en la fundación

'No tienen ningún respeto por la fotografía ni por el coleccionismo', sentenció la responsable de colecciones de la Fundación Henri Cartier-Bresson, '¡vender esas imágenes es aberrante!'. Raimbault no entiende la actitud de Soler y Llach ni la de Martínez, quien, insitió, 'no era amigo personal del fotógrafo'. La venta de mañana también incluye lotes de documentos personales de Martínez firmados por el fotógrafo francés, que sí podrán venderse.

Según Naranjo, las acusaciones de la fundación no son nuevas y argumentó que dos salas neoyorquinas vendieron sin problema sus lotes. 'Falso', respondió Raimbault. 'Fue en mayo de 2007 y Christie's y Swann cancelaron la venta de fotografías nada más ser informadas de que se trataba de imágenes con firmas falsas', dijo. Cartier-Bresson siempre firmaba abajo y a la derecha, mientras que en muchas imágenes de Martínez, la firma aparece en el margen derecho.

'¿Cuál es el interés de vender tiradas falsas?', se pregunta Aude Rimbault. En efecto, sólo la Fundación Henri Cartier-Bresson otorga certificados de autenticidad.

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