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'El caso Padilla', la prueba de la abominación de una dictadura

El cineasta Pavel Giraud revela la filmación secreta, escondida por el gobierno cubano durante 50 años, de la declaración del poeta Heberto Padilla auto inculpándose de contrarrevolucionario. Presente en el Festival de San Sebastián y Premio Platino al mejor documental latinoamericano, es el sobrecogedor retrato de un suicidio moral público.

Heberto Padilla, durante la declaración pública (Sherlock Films)
Heberto Padilla, durante la declaración pública (Sherlock Films). Sherlock Films

Sobrecogedor, patético y al mismo tiempo absorbente. Desgarrador y tristísimo. Asistir al espectáculo de un "suicidio" moral público, de una rendición deshonrosa, enfatizada, además, con la bajeza de la delación es, sin duda, una de las situaciones más ingratas imaginables. Al mismo tiempo, de tan increíble e insólito, es impactante y casi hipnótico. Si es el miedo y la violencia lo que han provocado todo ello es, también y sobre todo, trágico.

El terremoto emocional e intelectual es inevitable ante El caso Padilla, la nueva película del cineasta cubano Pavel Giroud, que saca a la luz, por primera vez en medio siglo, la filmación que hizo la Seguridad del Estado del gobierno de Fidel Castro de la declaración de cuatro horas del poeta Heberto Padilla, declarándose culpable de injurias y difamaciones a la revolución, proclamando su vergüenza ante sus colegas escritores, frente a periodistas, pensadores y algunos policías. Aquel día los intelectuales de la comunidad internacional descubrieron lo que no hubieran querido saber de la revolución cubana.

Con la filmación secreta en sus manos y material solo de archivo -testimonios de escritores como Julio Cortázar, Gabriel García Márquez, Sartre, Vargas Llosa… entrevistas a Jorge Edwards, Cabrera Infante, al mismo Heberto Padilla, recortes de prensa…- Pavel Giraud hace un escalofriante retrato del miedo y del poder y de hasta dónde se puede llegar manejando ambos. La autocrítica de Padilla, a quien interrogaron en la cárcel durante días y días, era un guion escrito por el gobierno con una intención, supuestamente, edificante que, sin embargo, se convirtió en la prueba de lo abominable.

Aquella declaración supuso la ruptura de la comunidad intelectual progresista en Europa con la Revolución cubana.

Sí, en 1971, la vanguardia intelectual progresista se plantó y desafió a Fidel Castro y muchos se decidieron a romper con un proceso en el que creían ciegamente.

Ahora hay muchos presos en Cuba por razones como las que llevaron a Padilla a la cárcel, ¿qué piensa de la comunidad intelectual de hoy?

Yo diría que lo que está pasando ahora en Cuba es peor. En el año 71 estaba preso Heberto Padilla por "ofender a la corona". Hoy hay más de 1.000 prisioneros por la misma causa, por manifestarse de una u otra manera en contra del sistema, algunos solo con carteles en la calle… De hecho, se han tipificado delitos nuevos en el Código Penal. Ahora por esta película yo podría ir a la cárcel y podría cumplir hasta 20 años. Ahora ya no es una crisis política o económica. Es más terrible. La vanguardia intelectual progresista de hoy, que conoce el desastre que es Cuba, sabe que apostó al caballo equivocado, pero prefieren callar y mirar para otro lado. Y ese silencio no es suficiente. Necesitamos que las voces que un día se posicionaron a favor de un proyecto que veían justo y humano rectifiquen y condenen lo que está ocurriendo en Cuba. Hablo con amigos y les digo, coño, has salido a protestar por un titiritero que ofendió al sistema y ahí hay 1.000 presos por lo mismo y…

Y ¿por qué cree que no existe esa condena?

Cuando recibí el Premio Platino, se lo dediqué a los cubanos que estamos hartos de ser el parque temático de unos días y de que nuestro dolor valga menos que el de la España de Franco, la Argentina de Videla, el Chile de Pinochet… Todas las víctimas no puntúan igual, las de Cuba no puntúan igual que las víctimas de dictaduras de derecha. Hay que condenar lo que pasa en Cuba con la misma energía que se condena la guerra de Ucrania, lo que ocurre en Nicaragua, hasta en Venezuela… pero es que Cuba es como intocable. En España y Europa hay muchos intereses económicos con Cuba. Pero es que estamos hablando de crisis humanitaria. Es que no tiene que comer ya, ¡que el salario de un cubano sea una botella de aceite! Lo único que se les pide es sacrificio y sacrificio y los que dirigen viven a tope. Es peor que una dictadura, porque las dictaduras terminan cuando termina el dictador, porque muere o le derrocan, pero Cuba es un estado mafioso.

¿Cómo cree que será el futuro próximo de Cuba?

Cuba se va al garete. Hoy Cuba es como una persona, como un mileurista que se las ve dificilísimas para llegar a fin de mes y entonces improvisa. Y ahora mismo se ha entregado en cuerpo y alma a Putin, a partir de unos días va a comenzar a circular el rublo en Cuba como moneda oficial, se va a poder pagar con rublos. Ya renunció a entregarse a un imperialismo y ahora se entrega a otro.

Recorte de prensa de la detención de Heberto Padilla (Sherlock Films)
Recorte de prensa de la detención de Heberto Padilla. Sherlock Films

Sé que no puede decir cómo ha llegado a sus manos la copia de esta filmación secreta, pero…

Pero si es que a raíz de mi película se ha demostrado que mucha gente tenía la copia. De hecho, un escritor, Jorge Ferrer, que vivió en Barcelona, publicó una gran parte en youtube. Era la copia con pésima calidad. Un periodista de Miami, Juan Manuel Cao, hace como diez años dijo que se la intentaron vender, pero al presidente del canal, un argentino, no le interesó el material. También hubo un crítico cubano que habló de la película cuando se fue a vivir a México. Al final de los años 80, después de la caída de la Unión Soviética, el ideólogo del Partido Comunista en Cuba, que se llamaba Carlos Aldana, mandó a hacer unas copias en formato Betamax con la intención de organizar un debate. Ocurrió que cuando lo vieron, se dieron cuenta de que no había debate posible y la escondieron. Pero, evidentemente, esas copias estaban ahí. Alguien se las dio a alguien y así. Y una de ellas me llegó a mí.

Esa obsesión por documentar la infamia, ¿por qué cree que guardaron la filmación en lugar de destruirla?

Dice mi productora que eso forma parte de la arrogancia de Fidel. Ahora bien, fíjate, esto se hizo con el interés, con la voluntad de exportar este producto a través de las embajadas cubanas en Europa y en Latinoamérica, para que la gente viera a Padilla arrepentirse, pero claro cuando lo vieron, desistieron. Creo que lo guardaron para emplearlo como chantaje o algo así. Pero como dice García Márquez en un texto suyo que aparece en la película: "Yo no sé si Padilla le ha hecho daño a la Revolución, lo que sí sé es que su autocrítica sí le ha hecho mucho".

Es una película muy impactante y revuelve emocionalmente al espectador, ¿qué sintió usted al ver la filmación por primera vez?

Mientras trabajaba con ello, lo hacía con subidón de adrenalina, emocionado, y a la par estaba escribiendo una novela, así que… pero era un trabajo visceral. Sin embargo, la primera vez que vi terminada la película me puse a llorar. Cuando la terminé y me senté a verla entera, terminé llorando, me rompí y pensaba qué hubiera hecho yo si me hubiera pasado esto. Y, probablemente, hubiera hecho igual que Padilla.

El cineasta Pavel GIraud, en la presentación de la película en San Sebastián (Foto Ulises Proust. Festival de San Sebastián)
El cineasta Pavel GIraud, en la presentación de la película en San Sebastián. Ulises Proust. Festival de San Sebastián)

¿Cree que la película ha lavado un poco la imagen de este hombre?

¡Cuatro horas hablando frente a personas que estaban convencidas de que él no se creía una sola palabra de lo que estaba diciendo…! Enseñé la película antes de que estuviera terminada a algunos que conocían el caso y estuvieron involucrados. Por ejemplo, a Vargas Llosa, y me dijo: "Yo siento tanto que Padilla no esté vivo para llamarlo ahora mismo por teléfono, porque él me decía cosas que yo no le creí". Se refería a que con aquella declaración estaba mandando un mensaje, burlándose de ellos. Pero, claro, no es lo mismo verlo que leerlo en un papel, los que lo leyeron veían a un cobarde miserable, sin los matices, que ahora sí se ven. En eso ha ayudado la película, porque ahora ven un ser humano en un cadalso moral.

Arranca con unos versos de Heberto Padilla, "Di la verdad / di, al menos, tu verdad / y después, deja que cualquier cosa ocurra". Esta película no es la verdad del poeta, ni del gobierno de Castro, ¿es su verdad?

Y sí, yo decidí contar mi verdad y después dejar que ocurriera lo que tuviera que ocurrir. Realmente, lo que ha ocurrido ha superado mis expectativas. Ha sido una película mejor recibida de lo que pensaba, más valorada. Ha llegado a más sitios de lo que pensaba. Vine la semana pasada de Corea del Sur, las salas estaban llenas de gente joven y la película funcionó. Y en Corea me hacían la exactamente las mismas preguntas que me han hecho en San Sebastián, que me han hecho en Argentina y que me han hecho en todos lados.

¿Es más una película sobre zonas poco exploradas y turbias del ser humano que una película contra el régimen de Cuba?

Sí, completamente. Lo más difícil fue concentrarme en lo humano, por un momento me olvidé de la cuestión ideológica y dije, esto es Galileo Galilei y Fidel, la Inquisición. Y lo abordé así. Me parecía mucho más importante la cuestión humana que hacer una crítica al comunismo.

¿Sabe si ha habido movimiento en el gobierno cubano tras la película?

Que yo sepa, no ha habido movimiento alguno, yo entiendo que ha habido como una orden de esperar a que este fuego se apague. Muy al principio, incluso antes de que se estrenara en San Sebastián, un medio cultural oficial me acusó de ladrón, de que yo me había aprovechado del privilegio que tenía para entrar en archivos reservados… poniendo sobre mí ciertas sospechas, pero en realidad a mí me lo enviaron, una copia en vídeo betamax que se hizo a finales de los 80.

La película circula en Cuba en una copia pirata, ¿cuál es la reacción?

Me escriben jóvenes de Cuba, de 15 años, de 18, gente de mi edad y de la de mi madre, después de ver esta copia pirata, que parece que salió de Madrid. Me han dicho que tiene bastante calidad y que está calando, ha movido muchas conciencias. Lo sé por mensajes internos que me llegan todos los días. Y he leído en medios argentinos, uruguayos, brasileños y de países muy afines, que han adorado la revolución cubana, que se extiende el sentimiento general de que se han quitado la venda de los ojos o de que se han confirmado sospechas.

Usted lleva años ya fuera de Cuba, ¿tiene ganas de volver?

Yo no tengo ninguna gana de volver a Cuba, no extraño nada. De Cuba la gente se va a chorros. El año pasado se fueron 500.000 personas, contabilizadas por la frontera de México, y la mayoría es gente joven. Pero es que también hay ancianas de 80 años que cruzan el río Bravo. ¿A qué nivel de desesperación hay que llegar para hacer eso?

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