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Feria del Libro de Madrid Colombia dinamita la Feria del Libro de Madrid: "Han censurado a los autores críticos con el Gobierno de Iván Duque"

La 80º edición de la capital comienza con una polémica originada por la selección de autores que Colombia ha elaborado como país invitado, donde los críticos con el Gobierno no aparecen.

Un hombre coloca una de las casetas de la Feria del Libro, a 9 de septiembre de 2021, en Madrid (España).
Un hombre coloca una de las casetas de la Feria del Libro, a 9 de septiembre de 2021, en Madrid (España). EUROPA PRESS/Eduardo Parra

Los colombianos juegan con las palabras y transforman el realismo mágico, esa corriente literaria que tiene a Gabriel García Márquez y Cien años de Soledad como estandarte, en algo que se asemeja a las penurias que atraviesa la nación. "Vivimos un realismo trágico", asegura Natalia, una colombiana afincada en Madrid que prepara una protesta contra Iván Duque, quien aterrizará en Madrid para hacer acto de presencia en la Feria del Libro, donde Colombia, el país invitado, protagoniza una sonada polémica por haber sido vetados escritores de renombre.  

La ausencia de prestigiosos autores colombianos y la invitación de otros más cuestionados y desconocidos puso sobre la pista. El propio embajador de Colombia en España, Luis Guillermo Plata, confesó que buscaban escritores "neutrales",  una frase que sirvió como final para las pesquisas. Los escritores de Colombia críticos con el derechista Iván Duque o que hablan sin tapujos sobre las miserias del país o denuncian las violaciones de los derechos humanos quedaron fuera de la Feria.

Sin ir más lejos, una de las ausencias más sonadas ha sido la de William Ospina, uno de los escritores colombianos más reconocidos por todo el mundo. El autor de En busca de Bolívar , Pa´que se acabe la vaina y de una multipremiada trilogía sobre la conquista del Amazonas, no estará en la Feria del Libro de Madrid y por tanto no podrá presentar su última novela, Guayacanal.

"Parece evidente que el Gobierno ha intentado no propiciar ningún tipo de debate público, pero con mucha torpeza. Los autores neutrales no existen y más en estos tiempos", asegura Ospina a Público desde Nueva York. "Se dan vetos que se daban un poco menos antes. No puedo decir tampoco que los distintos gobiernos colombianos quieran estimular la cultura, pero no se oponían tanto. Este Gobierno ha sido muy torpe, ha tomado la iniciativa de acallar y de excluir voces. Presentar los libros de Colombia en Madrid tendría que ser algo importante, pero les parece más importante que vaya el presidente", declara Ospina.

Giuseppe Caputo, uno de los talentos más prometedores de las letras colombianas, se muestra muy crítico con lo ocurrido y explica que "es una censura explícita contra los artistas que se pronunciaron contra el Gobierno por la violación sistemática de los derechos humanos en el marco de las protestas en Colombia". 

"Es un misterio quien elaboró la lista de invitados a la Feria", remarca Caputo a Público. "Claramente participó la Embajada, normal, pero la Cámara Colombiana del Libro suele asesorar y estar presente, pero no se ha pronunciado y me parece algo importante. Se empieza a naturalizar un clima de censura", afirma.

Invitaciones declinadas

El embajador de Colombia en España terminó de incendiar la discusión con su búsqueda de autores "neutrales", y ha provocado que algunos autores invitados declinaran. Es el caso de Melba Escobar, periodista y escritora nacida en Cali y autora de Cuando éramos felices pero no lo sabíamos, donde narra la realidad actual venezolana fruto de varios viajes a la nación vecina.

"Te matriculan como amigo del Gobierno porque aceptaste una invitación. La polarización es muy fuerte en Colombia y si no estás con uno estás con el contrario. Mi libro de viajes es muy crítico con Venezuela pero también con Colombia", detalla la escritora, que además analiza la crisis que atraviesa su país –protestas ciudadanas, crisis económica y un acuerdo de paz firmado pero no implementado–  y llega a una contundente conclusión: "A un presidente terriblemente incompetente le cayó una crisis brutal". 

El embajador no tardó en intentar rectificar sus palabras. Donde dijo autores neutrales, ahora asegura, quería decir que la selección de los mismos había sido neutral. Un matiz significativo que nadie termina de creer.  "Es casi tener el lapso de decir lo que realmente piensas. Cuesta darles el beneficio de la duda. Confunden los límites entre Gobierno y país", declara Melba Escobar. 

Los "amigos del presidente"

Gustavo Mauricio García, dueño de la editorial independiente colombiana Icono, no ve en este modus operandi métodos novedosos. Ser alternativo o crítico con el Gobierno siempre suele ser motivo para quedarse fuera de cualquier ecuación: "No nos extrañan los vetos. Esta sensación la compartimos muchas editoriales pequeñas e independientes. Siempre se dice que el Ministerio de Cultura dice quien va y quien no va". 

García pone sobre la mesa ausencias de escritores de éxito por su crítica política. "Por ejemplo, Olga Behar –autora de El clan de los 12 apóstoles donde investiga la relación del expresidente Álvaro Uribe con grupos paramilitares–, que tiene récord de ventas y su último libro va por la décima edición. Uno no espera que la vayan a invitar a nada, siendo una persona muy importante. Uno ya no espera nada". 

Y, sin embargo, el editor se sorprende por la presencia de otras figuras en la Feria del Libro: "Hay una señora que se llama Angela Becerra, de la que he leído alguna obra y no da como para representar la literatura colombiana", asegura, a la vez que no duda en apuntar a otras invitaciones basadas en amistades. "Hay otros que están invitados porque son amigos del gobierno. De Enrique Serrano, que ocupa un cargo público en el Archivo General de la Nación, se dice que va a escribir un libro sobre la mujer de Iván Duque. No lo critico literariamente, pero tiene un cargo público y está siendo favorecido". 

William Ospina, antes de terminar la llamada, dibuja una panorámica sobre la industria cultural de Colombia nada halagüeña: "Yo he tenido mucha presencia en eventos internacionales, pero no ha sido gracias a los gobiernos, aunque tampoco lo reclamo. En general, no es tanto que haya censura, sino que no hay oportunidades. Algunos hemos tenido esa suerte, pero hay muchos autores que no, porque depende del azar. No hay política de estímulos ni reconocimiento, y además están estos políticos que ven la cultura como un lugar donde escrutar opinión".

Lo que sí es una realidad es que autoras y autores como Laura Restrepo, Piedad Bonnett, Héctor Abad Faciolince, Juan Gabriel Vásquez o Pablo Montoya, referentes de las consagradas letras colombianas, no van a pisar Madrid en esta feria. 

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