Este artículo se publicó hace 4 años.
Cultura frente al coronavirus: estrategias de evasión, día 4
Viajes intergalácticos, bajonas legendarias, maestros de la fuga... En 'Público' le ofrecemos una serie de propuestas culturales para que se olvide, durante unas horas, de su aislamiento.
Madrid-Actualizado a
Ya está. Lo hemos conseguido. En apenas tres días de aislamiento hemos practicado aerobic en patios de luces, organizado bingos vecinales, jugado al pádel sobre el abismo e incluso protagonizado protestas multitudinarias. ¿Y ahora qué?, ¿qué nos queda? Llegado este punto, el tedio deja de ser una simple amenaza y adopta hechuras corpóreas, como si alcanzara una entidad física y pudiéramos preguntarle por el estado de salud de su madre o por las vacaciones de Semana Santa. Es entonces cuando la performance de los balcones queda en un segundo plano y se viene el repliegue, corremos la cortina y como si de una telón se tratase nos quitamos la máscara y nos miramos al espejo.
Y en el terreno de lo íntimo nada es tan emocionante. Hay tantas formas de llenar el vacío como de estar en el mundo. Los hay que optan por contar los pasos del perímetro que forma el cuchitril que habitan, los que suben vídeos a internet suplicando a su gato que ladre como un perro, y los que se decantan por hacer el pino puente en pleno salón rebozados en sobras de MDMA. Para gustos, los colores. A continuación, y como cada día, la agenda del confinamiento:
>Cosmos. Nada como perderse en el espacio estelar para asumir la irrelevancia del ser humano. La serie documental Cosmos, cuya nueva temporada se acaba de estrenar en National Geographic, ofrece una mirada desinhibida a ese infinito que nos envuelve. "Me da mucha paz –confiesa un redactor de esta casa que prefiere mantener el anonimato– más aún en tiempos de pandemia. Me recuerda que somos una pequeña pieza en un espaciotiempo infinito y que este virus es una mota de polvo". En efecto, la vastedad del universo, con sus agujeros negros y sus movidas, anula cualquier atisbo de individualidad y nos reconcilia con la Pachamama, de donde brotan –por cierto– esos cogollos cuyo consumo nuestro redactor dice haber detenido por razones de peso: "Me hacía preguntas para las que no hallaba respuesta y la ansiedad se apoderaba de mí mientras la nave me acercaba a la velocidad de la luz a Próxima Centauri, la estrella más cercana que puede alumbrar algo parecido a la vida en otro sistema solar".
>Bajonasso. Tras el viajecito intergaláctico y esa esponjosa sensación de levedad que proporcionan ciertos estupefacientes, no le quepa duda de que la gravedad terminará haciendo su función y se precipitará usted a una caída libre en plena reclusión, lo que no deja de ser paradójico. Le recomendamos que en esos momentos de flaqueza acuda al Bajonasso, una cuenta de Instagram que, tal y como apunta su creador en la bio, propone "una aproximación a la iconografía del bajonazo a través del cómic". Con una píldora diaria de Bajonasso tendrá más que suficiente para sobrellevar el vacío en el que se haya inserto. "Bajonasso nació sin saberlo para acompañarnos en este momento", confesaba un entusiasta vía twitter esta mañana. No es para menos, sus viñetas permiten contextualizar la amargura de lo cotidiano sin aspavientos ni intelectualismos baratos. No abuse, una sobredosis de Bajonasso podría llevarle a un cierto ensimismamiento vital.
>Limónov. Y mientras usted se debate entre asomarse al ventanuco que da al patio interior o vaciar, de una vez por todas, la fosa séptica de su cuarto de baño, sepa que hubo un tipo que protagonizó una novela sobre su propia vida, un tipo que fue, entre otras reinvenciones, guerrillero, disidente, vagabundo, mayordomo, poeta y pendenciero. Un tipo que murió este martes y que vivió muchas vidas en una. Se llamaba Eduard Limónov y el escritor francés Emmanuel Carrère noveló su azarosa existencia en Limónov, un libro desmesurado y estrafalario como su protagonista cuya lectura recomendamos. Lo hacemos a modo de homenaje y porque nos viene al pelo; Limónov fue, en esencia, un maestro de la evasión. Y de eso va, en parte, esta agenda.
>Coronavirusplays. Y si su anomia se lo permite, siempre puede entregarse a la creatividad como antídoto frente al hastío. Bajo el hashtag #Coronavirusplay, se ha puesto en marcha una campaña promovida por el dramaturgo Jordi Casanovas en la que el confinamiento se pone al servicio del guion instando al personal a que envíe sus micromonólogos para ser interpretados. Quién sabe, quizá sus diatribas de chichinabo encuentren voz en algún actor o actriz que tenga a bien darles vida a través de una grabación que compartirían online.
Seis pautas para prevenir las infecciones por coronavirus
Los casos de coronavirus continúan aumentando en España, especialmente en la Comunidad de Madrid, el País Vasco y La Rioja. Además de las medidas adoptadas por los Ejecutivos autonómicos y central, recordamos las indicaciones de Sanidad para evitar la propagación del Covid-19.
1. Lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón
Lavarse las manos es una de las principales recomendaciones para evitar los contagios de coronavirus, ya que la correcta higiene es una medida esencial para prevenir cualquier tipo de infección. La explicación se encuentra en los efectos que tiene el jabón sobre el virus.
2. No realizar viajes innecesarios
Los viajes de Italia a España han quedado suspendidos hasta el día 25 de marzo, así como los del Imserso, pero además, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha recordado la importancia de evitar cualquier tipo de desplazamiento que no sea necesario "por responsabilidad".
3. Al toser o estornudar, taparse la boca con el codo
Es recomendable evitar taparse la boca con las manos a la hora de toser o estornudar y hacerlo siempre cubriéndose con el antebrazo o con un pañuelo desechable.
4. Evitar tocarse los ojos y la boca
Las manos facilitan la transmisión del virus, por lo que conviene evitar el contacto de las mismas con los ojos y la boca.
5. Usar pañuelos desechables y tirarlos después
Las secreciones se deben eliminar con pañuelos de papel, de los que hay que desprenderse después de su uso.
6. Las personas con síntomas deben quedarse en su casa
Aquellos que padezcan tos, fiebre y sensación de falta de aire deben quedarse en su domicilio y llamar a los servicios sanitarios marcando el 112 o al número que ha habilitado cada comunidad autónoma para que se les tomen las muestras necesarias y se les indiquen las recomendaciones oportunas.
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