Esclavos del trabajo, botellón en el Thyssen y otras propuestas para hacer frente al aislamiento

Día 13. El confinamiento bien, gracias. Hoy con Neil Diamond de fondo. Es lo que tiene un patio de luces talludito. Respect. Los días se suceden y todos parecen el mismo; un domingo eterno, que diría el poeta. Mejor llamarle 13 que viernes. Los números parece que no nombran, pero sí lo hacen. No es lo mismo 3.434 que 3.435. Que se lo digan a Don Rafael, que salió por patas de su residencia al saber que muchos compañeros habían muerto. Al final estamos solos. Rafael, usted, su primo, el que pergeña a duras penas esta agenda, la señora del quinto derecha que (im)pone a Neil Diamond y hasta el propio Neil Diamond. Conviene asumir este asunto cuanto antes y disfrutar un poco de lo que viene siendo el viaje.

De modo que bájele una marcha, haga el favor. Abandone por un día la performance doméstica y bostece sin miedo, hágalo hasta que le cruja levemente la quijada. Agénciese un reloj de manillas y quédese mirando el minutero hasta que den las 13.16. Repita la operación con las 13.17. O puede asomarse por la ventana y contemplar a esa paloma cochina picotear una rodaja de salchichón en la acera. La vida también es eso. Y a continuación, nuestra agenda cultural:

>Halt and Catch Fire. Ambientada en los albores de la informática doméstica y de internet, esta serie se sumerge en el Sillicon Valley de principios de los 80 para seguirle la pista a una talentosa generación de cerebritos que tuvieron a bien plantar cara los gigantes corporativos de la época. Todo además contado desde un punto de vista marcadamente femenino: ahí quedan dos personajes femeninos tan poderosos como la programadora Cameron Howe (Mackenzie Davis) y la gran mujer de familia, pero también gran mujer de negocios, Donna Clark (Kerry Bishé). Estrenada en 2017, Filmin la recupera ahora con buen tino. 

>Derivas en el Thyssen. Cada nuevo viaje, cada nuevo descubrimiento de un paraje, un artista o una obra contribuye a abrir las puertas de nuestra percepción y permite constatar la diversidad de la experiencia humana. Con ese fin, el Thyssen le ofrece la posibilidad de que elija su propia aventura museística. Para ello solo tienen que decantarse por un recorrido temático, las tiene a pares. Escoja, por ejemplo, el vinate. Pues bien, el siempre audaz algoritmo echará mano de los fondos morapios de la pinacoteca y le ofrecerá un itinerario ligado a aquellos cuadros que tengan al vino como protagonista, ya sea a través de rituales religiosos, como privilegio de los poderosos o como consuelo de los desdichados. Un festín online promovido por el dios Baco y auspiciado por el Thyssen que, de acompañarse con unos buenos tragos, puede acabar usted entregado al regocijo como el violinista de la foto. Erudición y disloque. Dos en uno.

>Ahora que vamos despacio. En La Casa Encendida no se olvidan de las otras emergencias. La pandemia de la covid-19 es sin duda la más urgente pero, tal y como advierten los organizadores de este ciclo, no se pueden desdeñar "una pluralidad de emergencias como la climática o la social que seguirán pendientes de abordar de una manera integral, una vez acabe este periodo de excepcionalidad". Entretanto, y con el objetivo de reflexionar sobre los nuevos retos que hemos de afrontar y cómo encararlos con alternativas ecosociales, este centro cultural y social ofrecerá este viernes a partir de las 12.30 a través de su canal de YouTube una conferencia con la activista ecofeminista Yayo Herrero. 

>Esclavos del trabajo. Quizá sea un buen momento para recuperar uno de los cómics revelación del año pasado. Se trata de una novela gráfica con el trabajo precario y sus parias como protagonistas. La polaca Daria Bogdanska retrata los sinsabores de una vida pequeña sujeta a las veleidades de un modelo productivo que nos atomiza. Esclavos del trabajo (Astiberri) relata de forma autobiográfica la lucha de Daria, una lucha social y sindical que se revuelve frente a esa futuro empachado de incertezas.