Público
Público

Josep Pedrals: "La poesía rompe esquemas y es anticonvencional"

El poeta Josep Pedrals ha publicado 'El joc del penjat', una novela sobre las dudas y experimentaciones de la adolescencia. También es comisario del festival BCN Poesia, que arranca el próximo miércoles.

El poeta Josep Pedrals, en una imatge de fa un temps.
El poeta Josep Pedrals, en una imagen de archivo. Sílvia Poch

Una novela en verso sobre la adolescencia, de cuando la inocencia se escapa y empezamos a entender los mecanismos, a menudo no demasiado satisfactorios, de las dinámicas adultas. Esto es lo que ha hecho Josep Pedrals (1979) en El joc del penjat, un libro brillante y bonito por dentro y por fuera, y publicado por Animallibros. De hecho, esta novela fue un encargo del editor Jordi Martín i Lloret. que quería un libro de poemas de Josep Pedrals para Arca, una colección pensada para el público juvenil. Pero al autor le gusta el juego y dio la vuelta al concepto escribiendo una novela en verso.

Con el resultado en sus manos, el autor está muy satisfecho: "Fue una coincidencia de aquellas guapas, había acabado de hacer Los límites del Quim Porta. Después de un libro tan denso, espeso y grueso necesitaba hacer alguna cosa como fácil, muy lírica, menos mental y justo entonces Jordi Martín me encargó una propuesta semipoética para adolescentes, empecé a darle vueltas y salió esto". Hablamos con él también como comisario del festival BCN Poesia, que arranca el próximo miércoles y se alarga hasta el día 18.

En El joc del penjat quien nos cuenta la historia es un chico de quien no sabemos su nombre, pero sí todo lo que le sacude y le rodea en una etapa de experimentación y cambio durante la cual a veces lo más complicado es saberse a uno mismo. Y todo ello, esta vez Pedrals lo ha escrito de forma deliberadamente sencilla. "Quería retratar, quería ser un poco realista, diría que es un libro donde hago costumbrismo, así como en los otros a veces hay idas de la olla, aquí todo podría llegar a pasar, todo tiene un cariz más realista", aclara Pedrals.

El hecho de mantener la ilusión por lo que nos pasa era un tema que Pedrals quería esparcir en este libro: "Más que quejas de adolescente quería reivindicar la ilusión de aquella inocencia de cuando todavía no sabes cómo funcionan las cosas. Un poco lo que me pasaba de jovencito de levantarte pensando a ver qué va a pasar hoy, y cuando eres mayor parece que ya sabes qué va a pasar y si algo no encaja decimos mierda. Y yo quiero reivindicar que la vida fluya, porque siempre hay primeras veces".

Un valor añadido de este libro es que es muy fácil de leer por eso es una muy buena entrada para los lectores adolescentes que quieran acercarse a la poesía. "Tiene este cachondeo el libro, porque es un libro pensadísimo pero muy sencillo de leer, y éste era un reto porque yo tiendo a ser superbarroco y aquí he querido hacer algo con un lenguaje relativamente sencillo, sin carga de metáforas, de metonimias... y que fuera muy fluido para que lo leas muy rápidamente para que se te lleve la melodía", argumenta. Ahora bien, la pretendida sencillez no ha dejado fuera a la riqueza léxica y la gracia del estilo de este poeta.

Demostrarse que es capaz de ser "sencillo" le ha hecho disfrutar mucho, y aunque es un libro muy narrativo no ha podido evitar escribirlo en verso, y esto es "la cláusula Pedrals", porque él todo lo que puede, lo hace en verso. En cuanto al título, no es que el autor fuera un enfermo de este juego, dice que jugó a él en la escuela, pero sin más, lo que ocurre es que el juego era "la excusa perfecta para construir toda la trama. Y la palabra colgado tiene una polisemia brutal y aparece en cada capítulo con significados distintos".

De capítulos El joc del penjat tiene nueve, uno para cada elemento que va formando la figura del colgado, cuya cabeza la encontramos en la cubierta con una inquietante ilustración de David de las Heras, quien ha ilustrado el libro con unos paisajes alegóricos de la vida de los personajes.

Josep Pedrals dedica su vida a la poesía, sea escribiendo, divulgando, investigando o recitando y frecuenta bastante a los adolescentes, ya que ir a los institutos a hacerles entrar el gusanillo de la poesía jugando es una de sus actividades. "Con los adolescentes ocurre algo muy extraño: por naturaleza están como a la contra, y no debe parecer que te estén escuchando, y a veces te puedes encontrar con una situación muy rara y en realidad les está gustando, pero parece que no, y a veces también ocurre que cuando empiezas están encantados de la vida", argumenta.

Admite que ser pasar a menudo por los institutos le permite "hablar de tú a tú, y eso los profes no pueden hacerlo para mantener el estatus. La poesía rompe esquemas y es anticonvencional, y hay algo que les digo, la poesía hace falta que la hagamos cuando no toca, cuando no se espera que estemos haciendo poesía. Si está haciendo un examen y le dan ganas de hacer un poema, fantástico. Lo guapo de la poesía es eso".

Fomentar la lectura en voz alta

Sobre cómo fomentar la lectura entre los jóvenes, ahora que la Generalitat tiene puesto en marcha un serio plan para trabajar el tema, asegura que no tiene ninguna fórmula, pero sí reclama algo que considera fundamental: la lectura en voz alta. "Que la gente vaya a actos donde la gente lee es algo que haría que la gente leyera mejor, y si aprendes a leer bien en voz alta, le acabas encontrando el gusto. La lectura en voz alta es un mundo y está mucho por explotar", asegura este escritor que piensa en la literatura como algo que compartir.

Y es que Pedrals es un ser social que tiene la semana repleta de recitales, la casa llena de bolígrafos y libretas porque le gusta tomar apuntes, pasarlos a limpio y pensar bien las ideas que entonces transforma en versos. Estos días de quien toma notas es de John Le Carré, un autor que todavía no había leído y que le parece muy bueno.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?