Mireia Vilanova, la otra catalana que se ha quedado a medio camino del Óscar
Nacida en Barcelona y afincada en Los Ángeles, esta joven productora se ha quedado a las puertas de triunfar en los premios cinematográficos más destacados del mundo. Uno de los cortometrajes que ha producido, '100% USDA certified organic homemade tofu', de temática LGTBIQ+, se quedó en el mismo punto que 'Alcarràs'. Hablamos con ella sobre Hollywood, el sueño americano y su primer largometraje.
Barcelona-Actualizado a
Estos han sido los (casi) Óscar de Carla Simón, la directora de la multipremiada Alcarràs. Y decimos "casi" porque hace unas semanas conocimos la noticia de que la Academia de Hollywood dejaba la cinta catalana fuera de su famosa shortlist en la categoría de mejor película internacional de la 95 edición de los premios. Ahora bien, Simón no es la única que ha estado a punto de poner acento catalán en la competición más importante del mundo del cine. Ella es Mireia Vilanova Broto, la otra catalana que se ha quedado a medio camino de Óscar.
Con sólo 27 años, esta productora barcelonesa horneada en la Universidad Pompeu Fabra (UPF) ha trabajado en la producción de 100% USDA certified organic homemade tofu, uno de los cortometrajes calificados para optar a un Óscar. Como Alcarràs, tampoco ha entrado en la shortlist, en este caso de la categoría a mejor cortometraje. Aunque no ha pasado los primeros filtros, llegar hasta este punto tiene mucho mérito. "Es una competición muy dura y extremadamente competitiva. Todo el mundo quiere un Óscar", explica Mireia.
"Desde los 16 años que he tenido claro que quería ser productora y llegar a Hollywood"
Es el primer corto de Mireia que se ha clasificado para optar a un Óscar de la treintena que ha producido desde que llegó a Los Ángeles, hace siete años ya través de una beca de La Caixa para estudiar un máster en la Universidad del Sur de California. "Desde los 16 años que he tenido claro que quería ser productora y llegar a Hollywood", dice. ¿Su inspiración? Meryl Streep.
Mireia está cumpliendo con lo que muchos conocemos como "el sueño americano", ahora bien no todo ha sido de colores. "Los principios -explica Vilanova- fueron duros". "Mi trayectoria y experiencia profesional en España -trabajó durante dos años en Barça TV-, no sirvió de nada en la meca del cine. Tuve que empezar de cero, picando piedra y produciendo cortos por amor al arte hasta que poco a poco fui haciéndome un sitio", detalla.
Nuevos ambientes, nuevas culturas de trabajo... El panorama de la producción audiovisual en España nada tiene que ver con el de Estados Unidos. La principal diferencia entre ambos países, explica Vilanova, son las fuentes de financiación. "El cine independiente español y catalán vive básicamente de las subvenciones de la administración, y lo grave es que probablemente sin esta ayuda no se haría. Si tu proyecto, por muy bueno que sea, no cumple una serie de criterios o simplemente la partida de la subvención no llega, tienes que esperar un año a la siguiente convocatoria".
"En EE.UU. -señala Vilanova- también es difícil hacer cine, pero hay más fuentes de financiación, sobre todo si te rodeas de las personas adecuadas. No hay tanta dependencia de las ayudas públicas", acaba.
'TOFU', una comedia LGTBQI
"No esperábamos esta bienvenida ni mucho menos la posibilidad de poder competir en los premios"
Uno de los proyectos que más han marcado la todavía breve carrera profesional de esta joven barcelonesa será sin duda el cortometraje TOFU, que se ha quedado a las puertas de los Óscar. "Haber llegado hasta aquí es realmente un honor. Cuando empezamos a trabajar, no esperábamos esta bienvenida ni mucho menos la posibilidad de poder competir en los premios. No ha podido ser, pero haber conseguido la calificación es ya un premio para nosotros", comenta.
Vilanova explica que no es fácil clasificarse por los Óscar. En primer lugar, al contrario de lo que muchos piensan, el proyecto debe enviarse para ser calificado y no cualquier persona puede hacerlo. Hay dos vías: haber ganado un festival que califica para los premios o estar en las salas de cine al menos siete días con audiencias que paguen una entrada, como fue el caso de TOFU. "Todo acaba siendo una carrera de popularidad, tienes que dar a conocer tu proyecto, ya sea a través de festivales o de las redes sociales", dice.
TOFU es una comedia LGTBQI sobre una chica trans de origen coreano que empieza a trabajar en el restaurante de su madre para poder pagarse un aumento de pechos. Dura 14 minutos y a diferencia de la mayoría de producciones sobre el colectivo, no va de discriminación, traumas, sufrimiento o dramas LGTBQI. "La protagonista tiene unos objetivos y lucha por conseguirlos, como cualquier persona. El enfoque es optimista y esperanzador", apunta Vilanova.
El corto se estrenó en el festival Tribeca el pasado junio y de momento ya lo han presentado en otros 6 o 7 festivales de renombre, tanto de Estados Unidos como de Canadá e Inglaterra. Algunos de ellos son el Atlanta LGBTQ Film Festival o el Calgary International Film Festival. La mayoría son americanos, puesto que "es un corto más americano que europeo", por cómo se trata la temática LGTBQI.
"Elijo proyectos que a mí me gustaría ver"
En este sentido, Vilanova comenta que prefiere trabajar en proyectos que den visibilidad a la diversidad y minorías no representadas desde una perspectiva crítica y social, pero también desde una posición más "desenfadada", como es el caso de TOFU. "Elijo proyectos que a mí me gustaría ver", asegura.
Actualmente, Mireia Vilanova está trabajando en la producción de su primer largometraje. Se trata de una película de terror dirigida por Julie Pacino, la hija del popular actor Al Pacino.
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