'Paradise Is Burning', un cuento de niñas que se cuidan unas a otras
La cineasta Mika Gustafson dedica su primer largometraje de ficción a la autonomía y la experiencia adolescente femenina, donde hay lugar para la celebración de la hermandad, a pesar del drama.
Madrid-Actualizado a
En la vida hay lazos que se crean y son tan fuertes que nada puede romperlos, "ni siquiera algo tan aterrador como convertirse en adulto". Mika Gustafson dedica su primer largo de ficción, Paradise Is Burning, a la hermandad y a la autonomía femenina. Es un cuento de niñas que se cuidan unas a otras, un retrato de la experiencia femenina adolescente y una declaración de amor por la vida, aunque las cosas se pongan muy feas.
Laura, Mira y Steffi son tres hermanas, de 16, 12 y 7 años. Su madre las ha abandonado y viven solas en una casa a las afueras de Estocolmo. Es verano, hay mucha luz y ellas quieren divertirse. Se apañan, en medio de la anarquía infantil y adolescente, para salir adelante. Los servicios sociales acechan y programan una reunión familiar. Laura, la mayor, busca una madre sustituta para ese momento.
Con tres jóvenes debutantes sorprendentes, sobre todo Bianca Delbravo, que interpreta a la hermana mayor, la película de Mika Gustafson, primer largo de ficción de su carrera, es una fiesta de verano que, a pesar del drama que encierra, transcurre ligera y llena de energía.
Paradise Is Burning es una reivindicación de ciertos vínculos de sangre forjados en la infancia, "lazos que son inquebrantables", y una celebración de los ritos femeninos de la preadolescencia y la adolescencia.
Punk y poeta
"Quiero hacer películas que yo misma anhelo ver: historias de chicas jóvenes con caracteres complejos, fuertes y vulnerables, que son buenas y malas personas, extravagantes y divertidas, y que al mismo tiempo tienen una gran vida interior", dice la cineasta Mika Gustafson.
Con este trabajo ha conquistado el premio a mejor dirección en la sección Orizzonti del Festival de Venecia, el de mejor ópera prima en el Festival de Londres y los de mejor película y mejor diseño de sonido de los premios de la Academia de Cine de Suecia.
La directora Mika Gustafson: "Quería hacer una película que fuera punk y poética al mismo tiempo"
"Con Paradise Is Burning quería conseguir hacer una película que fuera punk y poética al mismo tiempo. Siempre he hecho películas en torno a este tema: personajes femeninos que se atreven a ser incómodos y que buscan siempre su libertad", añade la directora, que en la película ha seguido la mirada de las niñas y la forma en que éstas observan a los adultos y al resto del mundo.
Aunque el paraíso arda
Las niñas, cada una a punto de pasar a una etapa nueva de la vida –de niña a preadolescente, a adolescente y a adulta– van coleccionando nuevos descubrimientos en ese viaje, abandonando unas cosas y apropiándose de otras, pero siempre conservando los recuerdos que han creado juntas y que, pase lo que pase, las acompañarán toda su vida. Aunque el paraíso arda, aun cuando las tres se conviertan en adultas, el vínculo entre las hermanas se mantendrá.
Las protagonistas son felices en el borde del abismo
Así, Laura, Mira y Steffi se quieren, se apoyan, se cuidan… mientras se divierten. Mantienen la alegría, incluso cuando tienen que escenificar arriesgadas tretas para robar comida en el supermercado o cuando tienen que pedir ayuda a algún adulto de su entorno. Son felices en el borde del abismo.
Los lugares de la infancia
Mika Gustafson y el coguionista de la película, Alexander Öhrstrand, viajaron a sus lugares de origen, Linköping y Malmö, y recorrieron los lugares de su propia infancia.
Se asomaron de nuevo a las villas con piscina en las que se reunían las niñas cuando los dueños estaban de vacaciones, visitaron un parque de atracciones en el bosque, pescaron cangrejos en el río… "Hablamos con gente que había crecido en los mismos lugares que nosotros y construimos los personajes de la película como un monstruo de Frankenstein".
Son 'criaturas' asentadas en recuerdos personales de la autora
Son criaturas asentadas en recuerdos personales de la autora, la memoria iluminada por el radiante sol del verano. Es una luz que la directora de fotografía de la película, Sine Vadstrup Brooker, consigue aprovechar para dotar de realismo la película al tiempo que la envuelve en una atmósfera poética y la anima con movimientos, en palabras de la cineasta, "punks".
La cámara se mueve rápido o se mantiene en largos planos, buscando la lírica y al mismo tiempo acompañando el ritmo de los juegos de las hermanas. Así Paradise Is Burning, título con el que debuta una nueva distribuidora, Stendhal Films, es una película "juguetona y atrevida, para la que me inspiré mucho en la nouvelle vague".
Laura, Mira y Steffi en algún momento miran a cámara, es una demostración de la intención muy premeditada de la directora de romper las reglas "y de decirle al público que en esta película todo es posible".
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