Estás leyendo: Peña tocada

Público
Público

Peña tocada

Con un buen peinado no basta, para decorar tu cabeza necesitas uno de esos tocados que calza Amy Winehouse

ISABEL REPISO

A los años 20 hay que agradecerles que pusieron de moda los tocados como complemento irrenunciable en el atuendo femenino. Un rasgo que se perdió pero que ahora recogen iconos de la música como la Winehouse, Lilly Allen o la pin-up Dita Von Teese. Diademas, lazos y flores sustituyen con mucha gracia a los sombreros más tradicionales.

Desde su tienda madrileña, Chabela Herrero y Cecilia Rius se resisten a considerarlo algo pasajero. Hace tres años que abrieron La Pezera (Pez, 31) y desde entonces ven cómo “cada vez la gente lo lleva más por la calle”. ¿Y para los chicos? La oferta es restringida y lo atribuyen a que “la moda en la cabeza es uno de los puntos vedados al hombre”. Para ellos piensan en gorras, sombreros, broches y gemelos. Nada que ver con el despliegue en el apartado femenino: mimbre, abalorios, telas, botones… El material para elaborar los tocados es tan diferente como los colores que mezclan.

De la escultura al ornamento

Condecorada con la medalla de la Alta Costura para vestir la cabeza, la formación de Monic está ligada a las artes plásticas. Familiarizada con la escultura decorativa y escenográfica, se pasó al diseño de moda mediante piezas ornamentales. De su atelier salen dos colecciones al año, que comprenden una línea para novias y madrinas y otra más desenfadada y cotidiana. Sus diseños se distribuyen en tiendas multimarca y en el propio taller, donde trabajan un grupo muy reducido de personas.

Su última propuesta, Divas, “recupera un estilo de vestir y de imagen sofisticado y altamente femenino”, advierte. Su experiencia en estos años refuerza la tesis de La Pezera según la cual el cliente se está familiarizando con este tipo de accesorios. “Se nota que el público lo recibe con gusto y que cada vez tiene una disposición más atrevida para ponerse estas piezas que, a priori, requieren un determinado entorno”.

Los orígenes de Mabel Sanz recuerdan a los de Coco Chanel: ambas comparten un pasado como sombrereras. Del taller de sus maestras se lanzó a crear su propia firma y hoy  sus creaciones son un plato recurrente en la pasarela Cibeles, en la que ha colaborado para Jesús del Pozo, Juan Duyos, Carmen March, David Delfín y Alma Aguilar. Como Chabela y Cecilia, Mabel Sanz también posee su propio punto de venta en el corazón de Chueca, con el nombre de  Hutmacherin.    

El peso de la tradición

“Los tocados favorecen mucho a la mujer”, opina la diseñadora Ángeles Castro, que lleva tres años centrada en la cabeza como objeto de deseo. A la hora de reflexionar sobre el alcance de estos accesorios, se muestra optimista: “Influye mucho la tradición y, en ese sentido, creo que la gente del sur está más familiarizada. Ella también es optimista: los tocados serán el santo y seña de esta primavera.

Una parte importante de los materiales que usa Ángeles procede de anticuarios. “Reciclo mucho. Si compro un broche de los años 50 ó 60 lo deshago y divido sus piezas en creaciones nuevas”, explica. Pero las antigüedades no lo son todo, Ángeles también se abastece de material de papelería. Sus piezas cuestan entre 15 a 200 euros y los distribuye on line en angelescas73@hotmail.com. ¡Toma nota y amuebla esa cabecitaaa!

¿Te ha resultado interesante esta noticia?