Este artículo se publicó hace 14 años.
El terror de los niños gamberros
Emma Thompson vuelve a dar vida a la niñera mágica
Atención, pregunta: ¿Dejaría usted a su queridísimo retoño en manos de una extraña? ¿A que da miedito? El suficiente para que las niñeras den mucho juego en la gran pantalla. Las hemos visto de todos los colores. Asesinas psicópatas: Rebecca De Mornay en La mano que mece la cuna (Curtis Hanson, 1992). Brujas chapuceras: Angela Lansbury en La bruja novata (Robert Stevenson , 1971). Y locas maravillosas con paraguas voladores: Julie Andrews en Mary Poppins (Robert Stevenson, 1964).
A mitad de camino entre estas dos últimas está Nanny McPhee, que se ha unido recientemente al salón de la fama de las niñeras cinematográficas gracias a una actriz tan ilustre como Lansbury y Andrews: Emma Thompson (Londres, 1959), guionista y protagonista de La niñera mágica (Kirk Jones, 2005) y La niñera mágica y el Big Bang (Susan White), que se estrena el miércoles, basadas en los libros escritos por Christianna Brand en los años sesenta sobre una supernanny especializada en domar niños gamberros. Cuidado, pequeños amiguitos, Nanny McPhee está de nuevo en la ciudad.
El salvaje Oeste"Nanny McPhee me recuerda a Clint Eastwood", cuenta Thompson, que pasó por Madrid para defender a la niñera de dientes largos y verrugas que aparecen y desaparecen de su cara por arte de magia. Sí, lo de Eastwood suena a provocación, pero tiene sentido. "La estructura de la película es parecida a la de los westerns: una forastera que llega a un lugar ajeno y tiene que resolver un conflicto", explica la intérprete de películas como Regreso a Howards End (James Ivory, 1992).
A Nanny McPhee no le caería bien Mary Poppins porque está todo el rato mirandose al espejo
En La niñera mágica y el Big Bang, el conflicto se cuece en la granja de la señora Green (Maggie Gyllenhall): su marido (Ewan McGregor) se ha ido a la guerra y nadie sabe nada de él. El crápula de su cuñado le quiere birlar la granja para pagar unas deudas. Y los chiquillos no paran de pelearse con sus primos, unos pijos de tomo y lomo llegados de la gran ciudad.
Hasta que llega Nanny McPhee y pone orden con una mezcla de "autoridad moral y paciencia infinita", resume Thompson. Y unas cuantas dosis de poderes mágicos, claro. ¿Es Nanny McPhee una puesta al día de la mítica Mary Poppins? "No. Para empezar Mary Poppins es guapa y Nanny... A Nanny McPhee no le caería bien Mary Poppins porque está todo el rato mirandose al espejo. Es una narcisista", zanja Emma Thompson entre risas. Larga vida a las berrugas, pues.
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