Un total de 17 bailarines de origen mexicano, que se forman en el musical Malinche, de Nacho Cano, han denunciado a la Policía por coacciones y falsedad documental cuando fueron interrogados para la investigación que dio lugar a la detención del productor el pasado 9 de julio. Las denuncias, todas interpuestas de manera individual, recaerán en distintos juzgados, aunque relatan hecho similares.

El pasado 17 de junio, 12 agentes irrumpieron en la iglesia madrileña en la que ensayaban los bailarines e informaron de que se estaba llevando a cabo una inspección de trabajo. Tras una serie de comprobaciones, la Policía se llevó a varios de los jóvenes a Comisaría donde, durante varias horas, les preguntaron sobre sus condiciones.

Tras responder a las preguntas, los denunciantes explican que fueron coaccionados y se elaboraron documentos "manipulados". Además, consideran irregular que no tuvieran acceso a la denuncia en la que una integrante del elenco señaló a Cano por la supuesta contratación ilegal de inmigrantes, y que fue interpuesta meses antes, aunque no ha sido hasta después de la detención cuando se ha judicializado.

Las fuentes han precisado que, además de esas 17 denuncias, el despacho que defiende a los becados ha interpuesto una más por otros presuntos delitos. Entre ellos, que la Policía, al irrumpir en lugar de ensayo, también tomó declaración a una menor de edad, de 15 años, sin avisar a sus padres.

El arresto de Nacho Cano

El exmiembro de la banda Mecano fue arrestado el pasado día 9 de julio y trasladado a dependencias policiales por presuntos delitos contra los derechos de los trabajadores y de favorecimiento de la inmigración irregular, según confirmó la Policía. Ese mismo día también fue detenida una mujer de su equipo, de 54 años y nacionalidad mexicana.

El músico y productor quedó en libertad a la espera de ser citado, en este caso, por el Juzgado de Instrucción número 19 de Madrid, donde ha recaído la causa. Según explicó el propio Cano y su equipo jurídico en una rueda de prensa posterior a su detención, la denuncia se refiere a un programa de becas, en convenio con una escuela, que creó para atraer talento juvenil de cara al futuro estreno de Malinche en México.

La joven que denunció

Una de las becadas –a quien Cano calificó como "conflictiva" y de la que prescindió para el musical– fue la que, supuestamente, interpuso la denuncia, según el productor. El resto de jóvenes, procedentes de México, sin embargo, arroparon al productor, tanto en su rueda de prensa como posteriormente.

Tras la detención, la joven becaria explicó públicamente que los bailarines habían venido a España advertidos de que tenían que pasar los controles como si fueran turistas. Además, les obligaban a trabajar de lunes a sábado durante doce horas, y lo hacían en "condiciones pésimas" por solo unos 300 euros al mes.