Este artículo se publicó hace 15 años.
'Vals con Bashir', la terapia animada de Folman
La película es un retrato de animación sobre la guerra del Líbano
Ya lo comentaba el año pasado la actriz Natalie Portman cuando hacía de jurado en el Festival de Cannes: "Que una película tan buena como esta no gane un gran premio deja muy claro que, este año, la competición fue especialmente formidable". La película a la que hacía referencia la actriz es el documental animado Vals con Bashir, que a pesar de llevarse el Globo de Oro a la Mejor Película y ser nominada al Oscar, se marchó de vacío del festival cinematográfico más importante de Europa.
Vals con Bashir está planteada como una autoterapia que busca romper el muro que el tiempo y la memoria cimientan contra los malos recuerdos. Planteada de forma autobiográfica, la película habla de uno de los hechos más cruentos de la primera guerra del Líbano. Rememora el genocidio contra los palestinos llevado a cabo por los extremistas libaneses con el beneplácito del Ejército israelí en los campos de refugiados de Sabra y Chatila. Pero no es una película bélica al uso. En ella, sus recuerdos son los protagonistas a medida que se van haciendo presentes para el espectador y para Folman, que decide descubrir qué pasó ayudado por sus compañeros. A todos ellos les pasa lo mismo y todos van recordando, esforzándose juntos.
OriginalidadLa película es original por varios motivos. Primero por su aspecto formal. Folman rescata la animación de manos de Disney o Pixar y da una respuesta contundente a los que piensan que sólo sirve para entretener al público infantil. "En mi mente, las escenas de la película siempre fueron animadas, así que no tuve otra opción", explica el director. Explorando la animación documental, consigue distanciarse del clasicismo animado y del documental. A las escenas de sus compañeros animados relatando sus experiencias todas ellas reales le suma las escenas finales, auténticas imágenes filmadas de la guerra del Líbano, que subrayan la intención y verosimilitud de la cinta, por si alguien todavía lo ponía en duda.
También es novedoso en su contenido. Israelí, Folman dice buscar con ella "que cuando crezcan mis hijos y vean la película, les ayude a saber escoger, a no participar en ninguna guerra". Aunque de forma velada, la cinta plantea el papel del Ejército israelí en aquellos hechos, y las heridas, en este caso mentales, que quedan a los que en ellos participan. Vals con Bashir consigue quitar el glamour que el cine imprime a las películas bélicas, dejando claro su objetivo: una llamada a la conciencia en contra de las guerras.
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