Público
Público

Y Valdano le protege

'Las intenciones de Cristiano son siempre nobles', afirma el director general del Madrid

HUGO JIMÉNEZ

El homenaje al gol cultivado en libros de psicología acabó en castigo al gol mediático. Esa distancia separa a Van Nistelrooy de Cristiano Ronaldo. El holandés, tan sobrio en su vestimenta casual como en su legado (64 goles en 97 partidos; dos Ligas, una Súpercopa de España y el Pichichi en la temporada 2006-07 con 25 goles), se despidió del Bernabéu con esa sonrisa que sólo tiene que excusar un mal gesto después de tres años y medio por los campos de España. Lo cometió la pasada temporada en el Calderón en una descontrolada entrada a Maniche. La salida de tono le costó la única tarjeta roja de su paso por el Madrid.

Un castigo que suele pasar de puntillas entre los delanteros. Un castigo que Cristiano Ronaldo ha decidido convertir en otro de sus excesos. Como los dos goles de ayer ante el Málaga, que rompían su sequía en este 2010, después de cuatro partidos. Como sus botas amarillas chillonas, el nuevo amuleto con el que Cristiano recuperó el olfato y la marca se hinchará a hacer caja. Como esos malos gestos innecesarios que le hacen protagonista de los bajos fondos del fútbol. El que suelta una patada, como hizo ante Ortiz, en el choque frente al Almería; o el que deja libre el brazo para sacudir el rostro de Mtiliga, ayer.

La segunda expulsión de la temporada de Cristiano abrió el paraguas proteccionista en la casa blanca. 'Lo que entiendo es que un árbitro tiene que saber quién hace por el espectáculo y quién por interrumpirlo', defendió Jorge Valdano en Canal+. 'Tengo pocas dudas de que Cristiano está por el espectáculo. Cuando lo cogen desde atrás intenta soltarse porque quiere jugar en vez de tirarse como otros. Más que adaptarse él a la Liga los árbitros tienen que adaptarse a quienes buscan el espectáculo'.

Sin embargo, el intento de alegato blanco quedó en evidencia ante la consecuencia de la agresión. 'Estoy convencido de que Cristiano no le quiere dar, que se lo quiere quitar de encima, pero el hecho es que (Mtiliga) tiene la nariz rota', confirmaba Fernando Sanz, presidente del Málaga. 'Cristiano no será consciente de lo que ha pasado', continuaba el ex jugador del Madrid, 'pero se tenía que haber disculpado con el compañero al que había roto la nariz cuando se ha retirado -lo hizo al final del choque en el vestuario del Málaga-, en vez de hacerlo con los brazos en alto'.

Así abandonó Guti el césped. Entre aplausos, con el perdón del Bernabéu y de Pellegrini. El '14' no era titular desde la hecatombe de Alcorcón. Este domingo recuperó la capitanía y el centro del campo, un día antes de que Gago pueda dejar de ser su compañero.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?