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Costosas promesas

El Portsmouth acepta los 20 millones que el club blanco ofrece por Diarra. A Juande no le convence pero Parejo regresa por expreso deseo de Mijatovic

ÁNGEL LUIS MENÉNDEZ

Acuciado por la situación deportiva y empujado por la tradicional escasez del mercado de invierno, el Real Madrid se ha visto empujado a tentar a jóvenes futbolistas cuyo precio está en función de lo que prometen más que de lo que aún no han tenido tiempo de conseguir.

Tras los 20 millones de euros pagados al Ajax hace dos semanas por Huntelaar, delantero centro holandés de 25 años, el Portsmouth inglés confirmó este miércoles que acepta idéntica cantidad, 20 millones, por Lassana Diarra, centrocampista francés de 23 años.

Sólo el deslumbrante poderío económico del Manchester City, conjunto de la Premier también interesado en fichar a Diarra, podría entorpecer la operación. El club inglés le ofrece cerca de cinco millones de sueldo frente a los tres que, como máximo, está dispuesto a pagar la entidad blanca. Pero no es probable. Sobre todo atendiendo a las declaraciones del propio jugador: 'Cuando te hablan del Real Madrid, los demás equipos ya no son tan importantes, todos los demás pasan a ser secundarios. Sería un sueño poder jugar en un club tan grande'.

Parecidas cosas decía Parejo del Atlético no hace demasiado. Pero ahora sus sueños pasan por el Madrid, adonde confirmó que regresa. El mediapunta de 19 años, nutrido en la cantera blanca, estaba cedido desde el verano en el Queens Park Rangers, de la Segunda división inglesa.

Con ser la más barata, esta operación señala especialmente, para mal, a la dirección deportiva blanca. El joven Parejo, del que Di Stéfano, mito del madridismo y presidente de honor de la entidad, llegó a decir que era la gran promesa de Valdebebas, emigró a Gran Bretaña para progresar y porque el club de Flavio Briatore y Alejandro Agag le quintuplicó el sueldo: pasó de 200.000 euros a un millón de ficha. En su vuelta a casa conservará hasta junio el estatus económico alcanzado y será el Madrid quien lo pague.

Además, Juande Ramos no era partidario de repescar al joven madrileño. Prefería dejar la plaza vacante para otro posible refuerzo. Se ha impuesto la opinión de Mijatovic, director deportivo de la entidad, en la que es la primera batalla perdida por el nuevo técnico.

Y es que, con la llegada de Diarra, el Madrid cubrirá todas las fichas. Los tres refuerzos Huntelaar, Parejo y el citado francés ocupan la vacante libre desde el comienzo de Liga y los dos puestos dejados por los lesionados Van Nistelrooy y el otro Diarra, Mahamadou.

Cada una de las incorporaciones que aterricen desde ahora precisarán primero la correspondiente baja federativa. Es ahí donde aparece el peliagudo asunto de Rubén de la Red. Ramón Calderón declaró que la dirección deportiva ya no contaba con el joven centrocampista, pendiente de unas pruebas genéticas para diagnosticar una posible dolencia cardíaca. Horas después, el presidente del Madrid se desdijo, pero todo apunta a que será otro sacrificado.

Hasta que los refuerzos aparezcan sobre el césped, Juande Ramos busca soluciones. También tira de juventud, pero en su caso mira hacia las categorías inferiores. Escruta a los chavales del Castilla en busca de algún descubrimiento con el que subsanar, al menos parcial y temporalmente, las nueve bajas con las que tendrá que afrontar el partido del sábado ante el Valencia.

Este miércoles, cuatro canteranos se ejercitaron junto a los 14 disponibles de la primera plantilla (Raúl y Ramos, con gripe, no lo hicieron). El central Agus y los puntas Palanca y Bueno ya se habían entrenado con los mayores, mientras que Opare, un poderoso lateral derecho, se estrenó a las órdenes de Juande.

 

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