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Inocente Zapata; terrible Aduriz

El delantero ché aprovecha un regalo para sacar el empate y ocultar la clara superioridad del nuevo Villarreal

ALFREDO VARONA

Aduriz es un tipo honrado, uno de esos héroes que no pasa de moda. En el último año, ha aprendido a vivir en la sombra. La única ventaja es que se ha acostumbrado a trabajar a la intemperie. Sus partidos se valoran ahora en 15 o 20 minutos. Pese a todo, conserva el corazón templado. Salió tarde y encontró el empate. Tiró con la valentía de siempre. Pero no sólo fue mérito suyo. También de Zapata, que se portó casi como un perro perdido en medio de la lluvia. El delantero ajustó esa inocencia. El premio fue infinito para el Valencia. Un empate que hace una ilusión bárbara. Atacado por una extra-ña injusticia con la pelota, el grupo de Emery no dio motivos. Jugaba atacado, a ocurrencias de sus mejores futbolistas. Hubo muy pocas. Si acaso, la del gol de Feghouli. En el pase, Miguel fue capaz de domar un balón en el aire, esas cosas que lo hacen un elemento imprevisible.

Fue otra cosa el Villarreal, un equipo seguro y cerebral. Casi al trote, Senna definió un estilo, una marca. Ocupó el medio campo y demostró lo de toda la vida. La edad no siempre recorta derechos. Basta con una buena cabeza para dar trabajo a los demás. Y el balón se pegó al pie del Villarreal. Apareció gente como Cani o Borja, que corren más y seguramente tienen más mérito que Senna. Sus tobillos viven en guerra. Es el precio de arriesgar, de acercar la pelota al área y hasta de tirar a gol. Pero necesitan de ese capataz que ordene la tropa. Y ese tipo es Senna que, sin necesidad de preparar el discurso, lo hace divinamente. Molina lo ha entendido rápido. No sólo hay que recuperar su corpulencia en medio campo. También su cerebro, que es lo mismo.

Con Molina, el Villarreal recuperó sus credenciales con la pelota

Las mejores paradas fueron las de Diego Alves. Entró en conflicto con sus defensas, que no le hicieron casi ningún favor. En los dos goles, se reti-raron a descansar. En el primero, Marco Ruben regateó a toda la familia. Antes, hizo una pared fantástica con Nilmar. Era posible. Había barra libre. La única señal de violencia del Valencia estaba en los brazos de Soldado, atacados por la impaciencia. Aún más cuando vio cómo se produjo el segundo gol. Topal concedió un cabezazo salvaje de Gonzalo, que se portó como el Capitán Trueno. Y, a partir de entonces, volvió el viejo Villarreal, el equipo universitario. El balón se pegó a su pie. Casi todo fue ejemplar, hasta el desorden del Valencia. Sólo había carreras de sus futbolistas. Cero de ideas. El berrinche de Soldado se trasladó a su vida. Estuvo en todos sitios menos en su lugar. Se iba a las esquinas. Bajaba hasta medio campo si hacía falta. Todo para nada.

El gol de Feghouli fue debido a Miguel, que a veces sale de su antipatía. Sin querer, el partido se llenó de incertidumbres. La diferencia siguió siendo alarmante. Sintió tanta libertad el Villarreal que Cani intentó el gol desde medio campo. Borja Valero arruinó a sus perseguidores. No había nada que nacer. Las amenazas de Nilmar y Marco Ruben, más leves, también existieron. Pero lo impidió siempre Diego Alves, un portero acostumbrado a lo intolerable. Debajo del larguero, no le pesa que los porteros brasileños tengan mala fama. Él la contradice. La otra desgracia del Villarreal fue Zapata. Un error, un gol. Cosa de brujas. El resto de la noche no equivocó ni una coma. Pero en ese despeje su pierna derecha se colapsó o se quedó sin fuerza. Cualquiera sabe. La mala suerte también fue que Aduriz andaba por allí. Y ese casi nunca perdona.

2 - Villarreal: Diego López, Ángel, Gonzalo (Lejeune, m.77), Zapata, Joan Oriol; Senna, Bruno, Cani (Castellani, m.70), Borja Valero; Nilmar (Camuñas, m.86) y Marco Ruben.

2 - Valencia: Diego Alves, Miguel, Rami, Víctor Ruiz, Alba; Topal, Banega (Tino Costa, m.72), Mathieu (Pablo, m.66), Feghouli (Aduriz, m.76); Jonas y Soldado.

Goles: 1-0, m.14: Marco Ruben. 2-0, m.18: Gonzalo. 2-1, m.41: Feghouli. 2-2, m.87: Aduriz.

Árbitro: Fernández Borbalán. Amonestó por el Villarreal a Bruno, Cani, Zapata, Joan Oriol y Marco Ruben, y por el Valencia a Jonas, Banega, Miguel y Soldado.

Incidencias: partido correspondiente a la jornada 18 de la Liga BBVA disputado en El Madrigal ante 18.000 espectadores.

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