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Todo listo para los Juegos de la crisis

 Año olímpico. La capital británica ha levantado un parque de 2,5 kilómetros cuadrados para concentrar todos los deportes

 

CONXA RODRÍGUEZ

Con la entrada de 2012 empieza la cuenta atrás para los XXX Juegos Olímpicos, que se inaugurarán en Londres el próximo 27 de julio y se clausurarán el 12 de agosto. Del 29 de agosto al 9 de septiembre se celebrarán los Juegos Paralímpicos. No todas las ciudades que acogen el evento deportivo construyen un parque para concentrar la mayoría de las competiciones en lugar de esparcirlas por toda la ciudad e incluso fuera de ella. Sidney edificó expresamente un espacio nuevo y la capital inglesa también lo ha hecho. Fuera del parque sólo se celebrarán las disciplinas de piragua, remo y vela.

'Estamos dentro del presupuesto, pero a medida que se acercan los Juegos aumenta la presión', asegura Sebastian Coe, presidente del Locog (Comité Organizador de los Juegos Olímpico de Londres) y exatleta mítico. Las cifras económicas para los que serán los Juegos de la crisis se contabilizan en 11.160 millones de euros de fondos públicos 64% del Gobierno, 23 de la Lotería Nacional y 13% del Ayuntamiento de Londres y 2.400 millones de euros del sector privado patrocinios, productos comerciales y venta de entradas. La crisis ha provocado reajustes de las cifras. Han sacrificado la Olimpiada cultural constriñendo el programa inicial, pero aún así las instituciones culturales londinenses se han apuntado a la celebración deportiva, y museos, bibliotecas o escenarios musicales tendrán programas especiales. Lord Coe manifiesta: 'Hemos conseguido récords de dinero en el contexto más tóxico nunca visto por unos Juegos. Los últimos meses serán los peores'.

'A medida que se acerca el comienzo, aumenta la presión', dice Sebastian Coe

Algunas ciudades, como hizo Barcelona, aprovechan la ocasión para regenerar una parte de la ciudad que conoció tiempos mejores. Esto es también lo que ha hecho Londres. El Parque Olímpico está ubicado al este de la ciudad, en un valle del río Lea, en Stratford. Abarca 2,5 kilómetros cuadrados y linda con cuatro gobiernos locales Newham, Tower Hamlets, Waltham Forest y Hackney, que ya están acordando con el Locog cómo heredar el parque y utilizarlo con distintos fines. El Ayuntamiento de Londres, restituido por los laboristas en 1997, coordina las 17 corporaciones municipales.

Clive Stevens, director general del parque, guía una de las visitas para periodistas y muestra con orgullo las instalaciones. 'Durante los Juegos pasarán por aquí 220.000 personas a diario, estamos trabajando sobre el calendario previsto, el cual estableció en 2005 cuatro fases de trabajo hasta el mes de julio'.

El velódromo es un edificio elegante y espectacular en forma de plato sopero que ya se ha puesto a prueba y quedará para el mismo uso después de los Juegos. Formará parte del llamado 'legado olímpico'. Otras instalaciones serán reformadas para distintos fines.

Como en Barcelona, la capital inglesa rehabilitará varios barrios deprimidos

Junto al Locog trabaja la Olympic Delivery Authority (ODA o Autoridad para Proveer los Olímpicos), una organización que desaparecerá cuando las infraestructuras estén terminadas. Stevens explica, con el aire del que se lo sabe de memoria, las cuatro fases del objetivo olímpico: 'De 2005 a 2007 se planificó el Parque Olímpico; de 2007 a 2008 se demolieron los viejos edificios industriales y se saneó la zona además de empezar la mejora de los transportes y comunicaciones; de 2008 a 2011 se han construido los centros deportivos, el estadio, la villa, The Orbit una torre artística de 120 metros de altura a la que se accede en ascensor y se desciende por escaleras, se han reclutado los voluntarios y difundido los logos y las mascotas y se han finalizando las conexiones de transporte'.

La cuarta fase de pruebas y ensayos se cumplirá a rajatabla hasta el próximo mes de abril, mientras ya crecen 50.000 plantas y 4.000 árboles plantados entre centros para jugar a hockey, balonmano, baloncesto o practicar deportes acuáticos. El centro de prensa está casi a punto para acoger a 20.000 periodistas de todo el mundo.

El futuro del estadio olímpico está en el aire tras fracasar los contactos con el club de fútbol West Ham, otrora interesado en convertirlo en su sede. El estadio y la torre The Orbit, diseñada por el artista Anish Kapoor y pagada por el magnate del aluminio Lakshmi Mittal, se convertirán en el símbolo gráfico de estos Juegos. La cancha, en forma de cuenco, tiene 25.000 asientos fijos y 55.000 desmontables. El estadio en forma de tazón metalizado no tiene nada que ver arquitectónicamente con el plato sopero de madera del velódromo. En el estadio se celebrarán las ceremonias de inauguración y clausura de los Juegos de Verano de la XXX Olimpiada. Una de las posibilidades que se baraja para el futuro del estadio es reconvertirlo en escenario cultural para conciertos o acontecimientos de este tipo. Stevens muestra sus credenciales ecológicas plantando vegetación y alojando 2.000 tritones y cientos de sapos en los estanques repartidos por todo el parque.

Estos serán los terceros Juegos Olímpicos modernos que se celebran en Londres. Las dos convocatorias anteriores (1908 y 1948) fueron adjudicaciones de última hora que la ciudad aprovechó para dejar su huella histórica. En 1908 Londres relevó a Roma tras la erupción del monte Vesubio y la renuncia del Gobierno italiano a los Juegos en favor de la reconstrucción de Nápoles. Los de 1908 fueron los primeros en los que los atletas desfilaron detrás de la bandera de su país en una ceremonia inaugural. Allí también se fijó el maratón en 42.195 kilómetros.

En 1948, tres años después del final de la Segunda Guerra Mundial, Europa no estaba para grandes celebraciones; Londres salió al paso. Los de 1948 fueron los primeros retransmitidos por televisión y los pioneros en contar con un útil cuerpo de voluntarios. El doctor Ludwig Guttmann organizó una competición deportiva para soldados heridos o mutilados en la guerra dando paso los Juegos Paralímpicos.

Estos serán los Juegos más protegidos de la historia. El presupuesto para seguridad se ha doblado, costará al menos 553 millones de libras (663 millones de euros) procedentes de los fondos públicos. Hasta la fragata HMS Ocean, el mayor barco de la marina británica, echará anclas en el río Támesis a su paso por Greenwich para hacer de cuartel y guardia contra cualquier ataque terrorista o atentado contra las numerosas personalidades que acudirán a Londres. Un total de 23.500 personas protegerán la ciudad y sus accesos. Además de los 12.000 policías que patrullarán por los recintos, unos 7.000 militares tomarán parte en el dispositivo y varios miles de agentes velaran por la seguridad.

El MI5 el servicio de inteligencia dedicado a la seguridad interna está formando agentes para infiltrarse entre las muchedumbres en busca de sospechosos de terrorismo o de personas con malas intenciones. La fragata servirá de aparcamiento de helicópteros y retén de 800 marines. El acceso al Parque Olímpico durante la construcción ya se parece más a la entrada a la zona de embarque de los aeropuertos que a una excursión por campo abierto.

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