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Lochte, récord mundial a pecho descubierto

Espectaculares 200 metros estilos, en el que Pheps volvió a verse superado por su heredero

GONZALO CABEZA

En 2009, batir un récord en natación se convirtió en algo de lo más habitual. De hecho, en los Mundiales de Roma cayeron nada menos que 27 en las finales. La tecnología de los bañadores se había afinado tanto que los tiempos se rebajaban sin parar. Los grandes nadadores, revestidos de poliuretano, destrozaban el cronómetro prácticamente en cada competición internacional.

Sin embargo, la FINA, el organismo que rige la natación mundial, decidió volver a los orígenes, en los que el cuerpo del nadador está por encima del material de su bañador. Así, en 2010, se restringió la norma para volver a los bañadores textiles, si bien los récords conseguidos con los de poliuretano siguieron vigentes. Desaparecieron las vestimentas de cuerpo entero, que dieron paso a las bermudas, y la piel retomó el contacto con el agua.

El último récord lo había batido en 2009 César Cielo, en los 50 metros libre

Como si el tiempo se hubiese detenido, los cronos dejaron de evolucionar. Ya no había nuevos récords, el cuerpo humano no podía avanzar hasta donde le había ayudado la modernidad. Hasta ayer, cuando Lochte saltó a la piscina de Shanghai para reeditar un duelo épico ante Phelps, probablemente el mejor deportista olímpico de todos los tiempos. Esta vez tocaban los 200 metros estilos, que escondían un nuevo récord mundial.

La intensa competencia es aún más potente que la tecnología. Por eso Lochte sabía que no podía dar una brazada de menos hasta llegar al final, que cualquier respiración descompasada podría quitarle el oro y eso, para él, que quiere reinar en Shanghai por encima de Phelps, no es una variable posible. Lochte, cuya espe-cialidad original es la espalda, empezó ligeramente retrasado con respecto a Phelps, mejor nadador en la primera posta de mariposa. Nueve centésimas sacó el de Baltimoreen la primera pared, un déficit que evaporó en el segundo parcial, el de espalda, en el que logró 19 centésimas de ventaja. Ya en braza, la tercera posta, logró subir su renta hasta las 29 centésimas. Phelps utilizó el crol para terminar la carrera un poco más cerca, a sólo 16, pero por detrás.

Lochte tocó la pared final, subió la cabeza y miró el marcador. Oro y récord mundiales, con un tiempo de 1:54.00. Lochte, a pecho descubierto, se quitó el gorro y, puño en alto, gritó. No era para menos. En la natación no se batía una plusmarca mundial desde que en 2009 lo consiguiese el brasileño César Cielo, el 18 de diciembre, en los 50 metros libre disputados en Sao Paulo. En aquellos tiempos, el suramericano lo hizo enfundado en un traje de última generación.

Lochte sumó ayer su segundo oro y hoy aspira a otro en los 200 espalda

Con el de ayer Lochte ganó su segundo oro en Shanghai,en su segundo duelo victorioso contra Phelps. El primero fue en los 200 metros libre y aún le queda un probable oro en los 200 espalda. Ambos suman en su medallero personal un bronce en el relevo corto representando a Estados Unidos.

Lochte fue ayer la más memorable imagen en la piscina de Shanghai, pero otros nadadores también tuvieron su cuota de protagonismo. Este es el caso de James Magnussen, un australiano que apunta a figura del crol mundial. Ya deslumbró en la primera posta del relevo 4x100 y ayer, en solitario y por una medalla, se reafirmó como el más rápido en los dos largos. Su marca 47.63 le dio el oro y la exigencia de la prueba dejó al recordman mundial, César Cielo, fuera del podio. El brasileño, campeón mundial de 100 y de 50 metros libre en los anteriores Mundiales de Roma 2009 y oro en los Juegos de Pekín 2008 también en los 50 metros, insistió en que 'fue una buena prueba' para él y que no deja de ser consciente de que 'el resultado es uno de los mejores'. 'Ahora voy a centrarme en los 50 (cuya final es mañana) y en la prueba de hoy (las series clasificatorias)', destacó Cielo.

El día sirvió también para que Estados Unidos recorte algo la distancia con China en el medallero, aunque los anfitriones tienen casi todos los números para llevarse el gato al agua.

En waterpolo, Serbia, actual campeona del mundo, se ganó el derecho de defender mañana su corona en la final, donde tendrá como rival a la renacida Italia. Paralelamente, China vivirá un día histórico con la primera final de su selección de waterpolo femenino, entrenada por el técnico español Joan Jané, ante Grecia (15.00 horas, Teledeporte).

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