Pedrito, la alternativa preferida ante Portugal

España ya está a un paso de la ansiada final de la Eurocopa. El último rival que se interpone en ese camino es Portugal. Y todo el país se movilizará a partir de las 20:45 horas para ver el partido que se disputará en Donetsk.

Según una encuesta elaborada por la empresa Feebbo.com en exclusiva para Público.es sobre el Índice del Sentimiento de la Afición (ISA) basada en la respuesta de 1.000 personas, casi un 90% de los encuestados asegura que verá el partido y sobre todo lo harán sentados tranquilamente en sus casas, según lo afirman casi el 60%.

Pese a que Vicente del Bosque sigue ocultando hasta última hora el once inicial que jugará ante los lusos, los encuestados vaticinan que repetirá la misma alineación que ganó a Francia, es decir Cesc como falso delantero y así lo afirman casi la mitad de preguntados. Aunque si se les insiste por la opción de que el selección opte por contar de inicio con un delantero puro, el 28% prefiere que sea Torres el elegido.  

En las últimas horas, suena con fuerza el nombre de Pedro Rodríguez como novedad en el once y que podría sustituir a Silva. Y los encuestados también quieren ver al del Barça contra los portugueses. 

Los españoles temen el potencial de la selección dirigida por Paulo Bento y, sobre todo, la peligrosidad que puede llevar Cristiano Ronaldo. Por eso el 66% quiere que España dedique un plan especial para parar sus acometidas.  Además, los encuestados ponen una nota de un 7 a los lusos y casi la mitad considera que van a ser unos rivales complicados.

Sin embargo, siguen confiando en la victoria de la Roja y así lo demuestra que el 42% de los preguntados apueste por que los españoles marquen dos goles y casi un 30% crean que serán tres las dianas. Mientras que consideran que los portugueses marcarán tan solo un gol.

Por último, si España pasa a la final del próximo domingo, las preferencias con respecto al rival están divididas, aunque se inclina ligeramente en favor de que sea Alemania, es decir, la misma selección a la que ya ganamos en la final de la pasada Eurocopa y en las semifinales del Mundial.