Público
Público

Salpingidis rescata a Grecia

Polacos y helenos empatan a uno en el partido inaugural de la Eurocopa 2012. La selección griega resucitó tras el descanso cuando contaba con diez jugadores. Karagounis erró un penalti decisivo

ALEJANDRO TORRÚS

El partido inaugural de la Eurocopa 2012 fue una demostración de cómo en un mismo partido pueden vivirse multitud de choques. Polonia arrasó a Grecia en la primera mitad con un inmenso Lewandowski, que anotó el 1-0, mientras que el colegiado Velasco Carballo terminó de hundir a los griegos con la injusta expulsión de Sokratis al filo del descanso. Tras la reanudación, el veterano Salpingidis, que acababa de saltar al campo, marcó el tanto del empate y provocó la expulsión del meta polaco. La suerte parecía sonreír a los griegos, pero Karagounis erró un penalti decisivo. Un empate, que visto lo visto en el campo, satisface a ambos combinados.

Se esperaba poco, muy poco, del encuentro inaugural de la Eurocopa 2012. Sin embargo, Polonia saltó decidida a romper con las previsiones. Saltó al terreno de juego desatada, con las ideas claras y con la determinación necesaria para hacer añicos los habituales planes de Grecia: partido lento, trabado, que se resuelva a balón parado. Pero no fue el caso. La defensa de Grecia, contra lo que suele ser habitual fue un desastre. Especialmente, el costado izquierdo defendido por Holebas, que vivió una auténtica pesadilla.

Precisamente por ese costado llegó el tanto inaugural. Piszczek llegó a línea de fondo en el minuto 17 para poner un balón preciso al segundo palo que fue cabeceado a la perfección por el único gran jugador del encuentro: el delantero del Borussia Dormunt Lewandowski, autor de 30 goles con su club en la presente temporada. Minutos antes, los polacos habían avisado con una jugada idéntica. A la segunda llegó el castigo.

Con el 1-0 Polonia se calmó y Grecia siguió desaparecida. Sólo Karagounis daba la talla en una selección griega que estaba siendo maniata por la vieja guardia. El medio intentó mantener la pelota y orientar el juego de su equipo, sin embargo, éste prefirió mantenerse atrás y hacer exactamente lo mismo que le llevó a conquistar la Eurocopa de Portugal en 2004: esperar su oportunidad a balón parado.

En estas estaba el partido cuando llegó Velasco Carballo para revolucionarlo. El colegiado español mostró la segunda tarjeta amarilla en el tiempo añadido a Sokratis por una falta inexistente, mientras que la primera cartulina se la pudo ahorrar. El conjunto griego no daba crédito a la decisión de Carballo.

La segunda parte comenzó con Polonia tratando de dormir el partido y buscando que Grecia saliera de su campo. El conformismo le salió caro. Tanto que marcará el devenir de la anfitriona en el torneo. En el 18 de la segunda parte los rechaces volvieron a sonreír a Grecia. Salpingidis, que había entrado en la reanudación, recogió un balón muerto en el área para rescatar de las profundidades a los helenos.

A partir de ese momento todo cambió. Polonia jugó con más miedo que hambre de ganar. Los, hasta el momento, pelotazos inofensivos de Grecia comenzaron a crear peligro a una defensa polaca muy débil e inocente. En uno de esos pelotazos llegó el delirio a las gradas griegas. Fortounis, recién incorporado, dejó solo ante el meta polaco a Salpigidis, quien fue derribado por el Szczesny. Roja directa.

El partido volvía a empezar y Karagounis, el mejor de Grecia hasta el momento, tenía en sus botas la gloria, peroTyton detuvo los sueños griegos con una espectacular estirada. Corría el minuto 69 y el partido volvió a dar un cambio de rumbo.

Tras el penalti, Grecia se convirtió en dueño y señor del centro del campo. No tanto por méritos propios como por desfallecimiento del rival. Polonia no daba muestras de vida, mientras que la selección entrenada por Fernando Santos buscaba el tanto de la victoria. Y llegó, pero fue anulado. Salpigidis remachó a la red un centro desde banda izquierda de Fortounis, quien incurrió en fuera de juego.

Minuto a minuto, el partido fue desfalleciendo y cumpliendo el guión previsto para el encuentro: soso y lento. Ambos encuentros mostraron su conformidad con el empate y sus únicos ataques eran breves expediciones en solitario de Lewandowski, en Polonia, y Salpingidis o Polanski, por parte de Grecia.

Finalmente, empate justo en el Estadio Nacional de Polonia aunque a los puntos Polonia fuera mejor, simplemente por contrar en su equipo con el mejor jugador de largo de los veintidós: Lewandowski, quien si su selección le deja, dará mucho que hablar en esta Eurocopa.  

¿Te ha resultado interesante esta noticia?