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Vilda cuestiona a Rubiales y se aferra al puesto tras la presión de su equipo

El seleccionador, respaldado una y otra vez por el depuesto presidente de la RFEF, acaba censurando en un comunicado el "comportamiento impropio" de su jefe, que el viernes le ofreció renovar por cuatro años por medio millón de euros anuales.

El seleccionador nacional femenino, Jorge Vilda, durante un entrenamiento para el Mundial de fútbol femenino de Australia y Nueva Zelanda.
El seleccionador nacional femenino, Jorge Vilda, durante un entrenamiento para el Mundial de fútbol femenino de Australia y Nueva Zelanda. Zac Goodwin / Europa Press

Con el presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, fuera de juego temporalmente, los acontecimientos en torno al escándalo por el beso a Jenni Hermoso se han precipitado dentro y fuera de la Federación y habían dejado al seleccionador del equipo femenino, Jorge Vilda, en una posición comprometida y más que delicada.

A última hora del sábado, Vilda se pronunciaba por primera vez sobre el caso, aunque en una línea muy diferente a la de la Federación y a la de su principal valedor, el propio Rubiales.

El viernes aplaudía con fuerza las palabras de su jefe ante la Asamblea General Extraordinaria, donde se negó a dimitir, cargó contra la "lacra del falso feminismo" y afirmó que el polémico "piquito" a la jugadora fue consentido.

"Comportamiento impropio"

Este sábado, el seleccionador terminaba emitiendo un comunicado en el que condenaba el "comportamiento impropio" de Rubiales y lamentaba el "daño" causado que ha empañado el éxito sin precedentes del equipo femenino en el Mundial. "No cabe duda de que es inaceptable y no refleja en absoluto los principios y valores que defiendo en mi vida, en el deporte en general y en el fútbol en particular", aseguraba el comunicado de Vilda.

Sin embargo, este giro no ha llegado por voluntad propia, sino tras un clima de fuerte presión política, social y, sobre todo, dentro de su propio equipo. Tras conocerse la suspensión temporal de Rubiales anunciada por la Comisión de Disciplinaria de la FIFA, gran parte de los miembros de su equipo técnico, el que le acompañó en la gesta del Mundial de Australia y Nueva Zelanda, anunciaron que ponían sus cargos a disposición de la Federación. En total han sido once hombres y mujeres del staff de Vilda los que se plantaban, entre ellas, la seleccionadora del equipo femenino sub 19, Sonia Bermúdez; o el del equipo sub 17 y sub 16, Eugenio Kenio Gonzalo.

En el comunicado que han difundido condenan las "inaceptables actitudes y manifestaciones" de Rubiales, sobre todo durante su agresivo discurso del viernes ante la Asamblea de la RFEF. Sin ambages, todos muestran su apoyo a Jenni Hermoso y su versión, en la que deja claro que no hubo consentimiento para el beso en la boca que recibió de Rubiales en la entrega de medallas.

Rebelión de las campeonas

El viernes fueron las jugadoras de la selección al completo las que se plantaron ante la imagen de la RFEF y ante las palabras y actitudes de Rubiales. En un comunicado bajo el lema "se acabó" condenaban las palabras del presidente y anunciaban que no volverán a vestir la camiseta de La Roja hasta que hubiera cambios profundos en la cúpula de la Federación.

Era una forma de apoyar a Hermoso, pero también una contundente declaración de intenciones de cara a su propio futuro, que sigue siendo incierto pese al cambio de postura de su entrenador. El 22 de septiembre se celebra el primer partido oficial de la selección, y la lista de convocadas es una total incógnita.

Cuesta creer que las campeonas del mundo y otras decenas de jugadoras que se han adherido al comunicado vayan a ponerse a las órdenes de Vilda, a quien Rubiales ofreció en directo la renovación en su puesto durante los próximos cuatro años con un salario de 500.000 euros anuales.

Vilda, encumbrado y respaldado siempre por Rubiales, tampoco ve motivos para marcharse y busca ahora distanciarse y, sobre todo, aferrarse a su puesto como técnico y director deportivo de las selecciones femeninas.

Aplausos a un discurso machista

El seleccionador ha seguido los pasos Javier de la Fuente, técnico de la selección masculina, que el viernes también aplaudía junto a Vilda el discurso machista de Rubiales. Tras el aluvión de críticas que recibió, este sábado, hacía pública una nota en la que señalaba lo "impropio de su comportamiento". Ni uno ni otro piensan dimitir, siguiendo la línea marcada por Rubiales, aunque manteniendo un discurso más afín al clima que se ha generado y tratando de dejarlo solo a Rubiales en su guerra abierta.

En su soflama del viernes, el hoy suspendido presidente de la RFEF, repitió en varias ocasiones el nombre de Vilda en términos de máxima cercanía. El seleccionador respondió con visibles aplausos a cada uno de sus mensajes, incluso llegó a levantarse para respaldar a su principal valedor. Hoy, ante la condena de la FIFA, de la ONU, de buena parte del mundo del deporte y del Gobierno de España, sus aplausos no suenan tan fuerte.

Rocha, nuevo jefe provisional de la RFEF

Si nada cambia y Vilda continúa, el encargado de negociar su nuevo contrato es Fernando Rocha, el delfín de Rubiales en la RFEF y actual presidente en funciones según los estatutos. No había otra posibilidad después de que la Asamblea cesara el viernes a los otros ocho vicepresidentes de la Federación. Rubiales lo ha dejado todo atado para su previsible ausencia, pero su suspensión provisional sigue dejando a Vilda al borde del precipicio.

Por otra parte, no es la primera vez que el equipo femenino eleva duras quejas contra su entrenador. Tras la Eurocopa del pasado verano, 15 futbolistas decidieron abandonar el equipo por grandes discrepancias con el cuerpo técnico. Solo siete de ellas han competido en este Mundial.

Este sábado era la selección femenina de Alemania la que tenía que recordar, en un comunicado de apoyo a Jenni Hermoso, que aquella "carta abierta de 15 jugadoras españolas fue minimizada por su propia federación y presentada como infundada". 

"Si hubiera habido una mayor conciencia de antemano sobre el abuso de poder y la discriminación, probablemente no se habría arrebatado a 12 jugadoras la oportunidad de jugar en el Mundial", aseguraban las jugadoras germanas.

El Gobierno actúa contra Rubiales

Mientras tanto, el proceso para cesar a Rubiales por la vía legal sigue en marcha y con pleno consenso de los principales partidos, salvo Vox, que no se ha pronunciado. El Gobierno ya advirtió a la RFEF de que tomaría cartas en el asunto si Rubiales no dimitía o era destituido.

El Gobierno trata de contrarrestar el impacto negativo del caso Rubiales en la candidatura española del Mundial 2030

Víctor Francos, presidente del Consejo Superior de Deportes (CDS), ha celebrado este sábado la decisión de la FIFA de suspender provisionalmente a Rubiales y ha confirmado que el CSD mantendrá su hoja de ruta. Ya ha elevado al Tribunal de Administrativo del Deporte (TAD) las diferentes denuncias que había recibido sobre Rubiales, lo que puede acarrearle una suspensión de entre dos y 15 años por violaciones de la nueva Ley del Deporte.

"El Gobierno remitió a este organismo una denuncia analizada concienzudamente. Los argumentos son de peso. La hoja de ruta no se modificará", comentó. Y añadía que se pondría en contacto con la FIFA "para hacer una reflexión importante para que este hecho no afecte a la candidatura de España para organizar el Mundial 2030 y para hablar de los asuntos del fútbol español que consideremos de importancia".

Del mismo modo, el viernes se supo que la Fiscalía Provincial madrileña había remitido a la Fiscalía de la Audiencia Nacional una de las denuncias presentadas contra Rubiales. En concreto, la presentada por el presidente de la Escuela Nacional de Entrenadores de Fútbol en España (Cenafe), Miguel Ángel Galán, que "relata hechos que podrían, en su caso, ser constitutivos de un delito de agresión sexual".

En cualquier caso, queda claro que Rubiales no va a dejar su puesto hasta que un juez sentencie que ha cometido un delito. El proceso será largo con total seguridad, a la vista de la estrategia de la RFEF, que insiste en presentar el beso como "consentido", aunque todo haya sigo grabado por una cámara y emitido en directo a nivel mundial.  

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