Este artículo se publicó hace 12 años.
Vinokourov, oro en el ocaso
CICLISMO EN RUTA. El veterano corredor kazajo se impone al sprint al colombiano Urán. Los españoles, sin opciones en la lucha por el bronce
El español Samuel Sánchez ya tiene sucesor como campeón olímpico, pero no ha podido ser ninguno de sus compatriotas que disputaron la prueba en ruta que finalizó junto al Buckingham Palace. El honor se lo llevó un viejo conocido del pelotón, un ciclista que estuvo el año pasado a punto de colgar la bici y que este sábado se ha colgado el oro olímpico en Londres. Ni más ni menos que el kazajo Alexandr Vinokourov.
El corredor del Astana, que corría defendiendo los colores de Kazajistán, corrió los últimos kilómetros junto al colombiano Rigoberto Urán y en los metros finales tiró de picardía y experiencia para adelantar sin despeinarse a su compañero de batalla por el oro y conquistó la gloria olímpica.
Vinokourov aprovechó un despiste de Urán para pasarle en los últimos metros y ganar el oroA sus 38 años, Vinokourov saborea por primera vez y última las mieles de la victoria en unos Juegos después de una extensa carrera en la que destaca la victoria que logró de la Vuelta a España en 2006. Una carrera que también se ha visto salpicada por la lacra del dopaje, que le mantuvo apartado del pelotón durante dos años por una autotransfusión.
Ante la falta de acuerdo en el resto de componentes del grupo que estaba escapado, ambos se jugaron el triunfo y el kazako se mostró mucho más fuerte, aprovechando un leve despiste de Urán. El kazajo se llevó todas las miradas pero para Urán, pese a sus lamentos al cruzar la línea de meta, la plata sabe también a oro.
Los españoles, sin embargo, terminaron por desempeñar un papel secundario. Dos de ellos, Alejandro Valverde y Luis León Sánchez, llegaron en un grupo que se había descolgado del pelotón principal, pero en no tuvieron ninguna opción en la lucha por la medalla de bronce, que recayó en el noruego Alexander Kristoff.
Decepción británicaTodo estaba preparado para que la escuadra británica se diera un festín, tanto por el recorrido como por los espadas que presentaba, con el sprinter Mark Cavendish a la cabeza y el flamante campeón del Tour Bradley Wiggins. Sin embargo, fueron los tres medallistas -un kazajo, un colombiano y un noruego- los que se llevaron el gato al agua.
Los británicos, que querían un final al sprint, se vieron superados por un grupo de 32 ciclistas que se formó por delanteDesde el primer momento, el pelotón endureció la carrera para antipatía de las aspiraciones británicas. Un primer grupo de doce corredores tomó ventaja -entre los que se encontraba el español Jonatan Castroviejo-. Por detrás, británicos y alemanes se disputaban el mando del pelotón, pero sin nervios. Pero una caída en la que se vio inmerso entre otros el español Fran Ventoso, quien regresó a la prueba con un golpe en la rodilla, alteró un poco esa tranquilidad.
Un segundo grupo, encabezado por el italiano Vincenzo Nibali y el belga Philippe Gilbert, también abrió brecha y consiguió unirse al de cabeza a falta de 70 kilómetros para la meta con el pelotón sin poder bajar de los 50 segundos de desventaja.
Gilbert dio uno de los grandes primeros golpes de gracia a la prueba con un demarraje seco que sorprendió a los demás compañeros. Lo consiguió plenamente, porque aunque fue cazado acabó con las ilusiones de una llegada masiva. Además, desde el pelotón se escaparon en la última subida hombres como Valverde, Luis León y el suizo Fabian Cancellara.
Valverde y Luis León Sánchez, que entraron en la pelea por el bronche, terminaron alejadosEste grupo enlazó con la cabeza de carrera y se formó un paquete importante de 32 corredores. Por detrás, con Froome y Wiggins fundidos, y sin mucha colaboración germana, no podían recortar lo suficiente los británicos, que a 34 kilómetros estaban a un minuto. Con una llegada imposible en masa, Cancellara sufrió un despiste que le costó una caída que le apartó de la victoria y que hace muy dudosa su participación en la prueba contrarreloj, en la que defiende el oro olímpico.
A siete kilómetros, Vinokourov y Urán decidieron marcharse sin la oposición del resto de escapados. Ni siquiera los españoles presentes en la fuga, que además tenían grandes opciones, pudieron responder. Jonathan Castroviejo, escapado desde el principio y que había hecho un trabajo espectacular, se desfondó y Valverde y León, como el resto se tuvieron que conformar con jugarse el bronce mientras Vinokourov se imponía a Urán. Pero ni eso lograron conseguir los españoles. Habrá que esperar a Río 2016 para reeditar glorias pasadas.
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