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El BCE acelera la reducción de compra de deuda pese a la incertidumbre por la crisis de Ucrania

La autoridad monetaria de la Eurozona revisa notablemente al alza sus pronósticos de inflación en 2022 hasta el 5,1%, casi dos puntos más sobre las previsiones de diciembre. Los tipos de interés se mantienen en sus mínimos, pero avisa que comenzará a subirlos en algún momento después de que termine de comprar deuda y de forma "gradual".

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La presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, durante su comparecencia tras la reunión del Consejo de Gobierno de la entidad, en Fráncfort. — Daniel Roland/Pool / REUTERS

FRÁNCFORT, Actualizado:

El Banco Central Europeo tiene previsto poner fin a las compras de deuda en el tercer trimestre acelerando su repliegue de los estímulos extraordinarios, una medida inesperada, al dar prioridad a la inflación creciente frente a las preocupaciones por la invasión de Ucrania por parte de Rusia.

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Aunque la guerra ha puesto en entredicho esta opinión, la tasa récord del 5,8% de febrero y la perspectiva de una lectura aún más alta en marzo aumentaron la presión sobre el banco para que actuara de acuerdo con su mandato de mantener el crecimiento de los precios en el 2%.

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No obstante, la decisión del jueves sorprendió a los inversores, que esperaban que el BCE se comprometiera lo menos posible y mantuviera sus opciones abiertas hasta que hubiera más claridad sobre la guerra, el impacto de las sanciones y el curso futuro de los precios de las materias primas.

El BCE dice que "la invasión rusa de Ucrania es un punto de inflexión" y revisar el calendario de compras de deuda

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En el comunicado tras la reunión de su Consejo de Gobierno en Fráncfort, el BCE afirmó que "la invasión rusa de Ucrania es un punto de inflexión" y por ello ha decidido revisar el calendario de compras de deuda para los próximos meses. De ese modo, el banco confirmó sus planes de concluir su Programa de Compras de Emergencia Pandémica (PEPP), de 1,85 billones de euros, a finales de mes, y dijo que las compras en el marco del Programa de Compra de Activos (APP), más antiguo y estricto, serán menores de lo previsto.

Ahora prevé que las compras del APP asciendan a 40.000 millones de euros en abril, 30.000 millones de euros en mayo y 20.000 millones de euros en junio. Anteriormente había fijado las compras en 40.000 millones de euros en el segundo trimestre, 30.000 millones en el tercero y 20.000 millones en el cuarto.

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Las compras del tercer trimestre "dependerán de los datos", añadió el BCE. "Si los datos entrantes apoyan la expectativa de que las perspectivas de inflación a medio plazo no se debilitarán incluso después de la finalización de nuestras compras netas de activos, el Consejo de Gobierno concluirá las compras netas en el marco del APP (Programa de Compra de Activos, por sus siglas en inglés) en el tercer trimestre", señló el BCE en su comunicado.

A la vez, la entidad monetaria dejó inalterados sus tipos de interés y aseguró que comenzará a subirlos en algún momento después de que termine de comprar deuda y de forma "gradual".

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Así, mantiene el tipo de interés de las operaciones principales de financiación, las subastas semanales, en el 0%, de la facilidad marginal de crédito, por el que presta el dinero a un día, en el 0,25% y de la facilidad de depósito, por el que remunera el dinero a un día, en el -0,50%. Como la facilidad de depósito es negativa, el BCE cobra a los bancos cuyas reservas diarias superan determinada cantidad.

En su comparecencia tras la reunión del Consejo de Gobierno, la presidenta de la entidad, Christine Lagarde, señaló que "la guerra de Rusia y Ucrania tendrá un impacto material en la actividad económica y la inflación a través de unos precios de la energía y de las materias primas más altos". Asimismo, la guerra va a crear problemas en el comercio internacional y debilitar la confianza, según Lagarde. "La magnitud de estos efectos dependerá de cómo evoluciona el conflicto, del impacto de las sanciones actuales y más medidas posibles", agregó la presidenta del BCE.

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Lagarde dice que la guerra tendrá un impacto en el PIB y el IPC con unos precios de la energía y de las materias primas más altos

En su primera evaluación del potencial impacto de la guerra entre Rusia y Ucrania, el BCE ha revisado notablemente al alza sus pronósticos de inflación en 2022 hasta el 5,1% respecto al 3,2% de las previsiones que hizo en diciembre. En los siguientes años, la inflación se va a estabilizar con su objetivo del 2%: pronostica una inflación del 2,1% en 2023 (1,8% en diciembre), y del 1,9% en 2024 (1,8%).

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Del mismo modo, los expertos del BCE han revisado a la baja las previsiones de crecimiento para la Eurozona. Calcula ahora un crecimiento en 2022 del 3,7% (4,2% en las proyecciones de diciembre), en 2023 del 2,8% (2,9% en diciembre) y en 2024 del 1,6% (sin variación).

Escenarios "adverso" y "severo"

Sin embargo, dada la gran incertidumbre que rodea al impacto del conflicto en Ucrania en la economía de la zona del euro, además del escenario base, el BCE ha preparado un escenario "adverso" en el que el crecimiento del PIB se vería frenado en 2022 al 2,5% y el próximo año al 2,7%, situándose en el 2,1% en 2024, mientras que la inflación subiría un 5,9% este año y un 2% y un 1,6% los dos siguientes años, respectivamente.

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En comparación con la base, un escenario "adverso" asume que se impondrán sanciones más estrictas a Rusia, lo que lleva a algunas interrupciones en las cadenas de valor globales, mientras que los cortes persistentes en el suministro de gas elevarían los costes de la energía y recortes en la producción de la zona del euro, "aunque esto sería solo temporal a medida que se produzca la sustitución por otras fuentes de energía".

El BCE prevé una inflación por encima del 7% en el escenario más severo por la guerra en Ucrania

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Asimismo, en un "escenario severo", el BCE incluye, además de las características del escenario adverso, una reacción más fuerte de los precios de la energía a los cortes en el suministro, así como una revisión más intensa de los precios en los mercados financieros y mayores efectos de segunda ronda por el aumento de los precios de la energía.

Este peor escenario implicaría un crecimiento del PIB en 2022 y 2023 del 2,3%, mientras que para 2024 la expansión de la actividad sería del 1,9%.  En cuanto a la evolución de los precios, en el escenario severo el BCE anticipa una escalada hasta el 7,1% en 2022 y una moderación de la subida al 2,7% el próximo año y el 1,9% en 2024.

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