Público
Público

Las empresas alientan la subida de tipos al mantener sus márgenes pese a la moderación del IPC

El IPC español se encamina a descender la barrera crítica del 2% que marca como objetivo el BCE tras caer la cotización del gas a la cuarta parte en un año y regresar la de los principales comestibles a niveles previos a la guerra de Ucrania.

En una imagen de archivo, varios billetes que representan cómo la inflación se mantiene por encima del 2% interanual en España
En una imagen de archivo, varios billetes de euro que representan cómo la inflación se mantiene por encima del 2% interanual en España. PxHere

¿Qué pasa cuando los tipos de interés están más altos que la inflación, es decir, cuándo el precio del dinero sube más que el llamado coste de la vida, que son los bienes y servicios que consumen los ciudadanos?

Esta paradójica situación ha comenzado a darse en las últimas semanas en España, donde la moderación del IPC ha situado este indicador en el 3,2% interanual, un nivel al que no descendía desde el verano de 2021 en una tendencia que se va a mantener.

Mientras, los tipos de interés que marca el Banco Central Europeo (BCE) llevan desde marzo por encima del 3,5% (ahora, en el 3,75%) y probablemente llegarán al 4% este mes de junio, según deslizó este jueves en Las mañanas de RNE su vicepresidente, Luis de Guindos.

Los pronósticos de algunos economistas apuntan a que la inflación puede bajar del 2% en España también este junio, algo que, de confirmarse y de cumplirse al mismo tiempo las previsiones de De Guindos, supondría que el coste de la vida se estaría encareciendo la mitad que el dinero; o viceversa el doble, claro.

"En cuanto lleguemos a junio, la curva de la inflación pasará de montaña a meseta", explica el economista Eduardo Garzón. De hecho, los registros del Instituto Nacional de Estadística (INE) apuntan a que eso ocurrirá siempre que la subida sea de hasta siete décimas, ya que "desde junio de 2022 se ha mantenido estable y solo ha subido un 1,27%".

Varios aspectos de la coyuntura económica global apuntan en esa dirección, especialmente dos de ellos: el descenso de las cotizaciones internacionales de la energía, principalmente el gas y el petróleo, y el de los alimentos.

En este sentido, y según los datos del portal Investing, el precio del gas natural se ha reducido a la cuarta parte en el último año. 

Por su parte, el Índice de Alimentos Mundiales de la Organización de la ONU para Agricultura y la Alimentación (FAO) muestra una clara trayectoria descendente de los principales grupos que se encuentran ya en niveles inferiores a los que alcanzaron al superponerse el comienzo de la guerra de Ucrania y el colapso de la cadena de suministros.

Entonces, ¿a qué se debe que, aunque con una tendencia ya claramente descendente, la inflación se mantenga todavía en los niveles más altos de la última década?

Eduardo Garzón: "El foco principal de la inflación ya no está; lo que queda son las empresas manteniendo precios altos"

"El IPC está bajando porque lo están haciendo los precios internacionales de la energía y de la alimentación", señala Garzón. El economista observa cómo "el foco principal de la inflación ya no está, y lo que queda es el efecto de las empresas, que siguen manteniendo precios altos para mantener sus márgenes".

¿Se trata de un mero retraso temporal o hay riesgos de que las empresas cronifiquen el aumento de márgenes y su efecto inflacionista? Está por ver. Lo que sí está claro es que las empresas "no aplicaron inmediatamente el aumento de los costes por esos factores y tampoco lo están retirando de manera inmediata", señala.

Hacienda constata el aumento de los márgenes y los precios

La brecha existente entre el IPC y la inflación subyacente, que excluye los precios de la energía y de los alimentos sin elaborar, da pistas sobre la magnitud de ese aumento de los márgenes.

La tasa interanual subyacente está en el 6,1% según el dato provisional de mayo (casi tres puntos por encima de la general), cuando la de comestibles frescos y energía han caído en su conjunto al -5,6%. 

El hecho de que, por separado, el descenso supere los 15 puntos para los productos energéticos mientras los alimentos frescos siguen manteniendo un aumento del 8,8% y los elaborados superen el 14% apunta a que la cadena de producción y venta está repercutiendo algo más que los costes que realmente soportan quienes los manipulan y distribuyen. 

El último Informe Mensual de Recaudación de la Agencia Tributaria, referente al mes de abril, apunta en la misma dirección que Eduardo Garzón.

Así, señala que, en los primeros meses del año, los beneficios empresariales "crecieron a buen ritmo, un 18% (16,8% en 2022)" y cuando atribuye al aumento de los precios dos terceras partes (5,4 puntos de 7,9) del aumento del gasto sujeto a IVA.

"Los tipos explican el precio del dinero para endeudarse"

Esos datos, especialmente el último de ellos, apunta a que el consumo no está sufriendo una caída como consecuencia de la inflación ni de la subida de los tipos de interés.

"Se trata de dos magnitudes difícilmente comparables, porque el precio del dinero es fijo mientras que el IPC es una magnitud interanual", señala Garzón, que descarta que la subida de los tipos de interés esté afectando de manera directa al consumo.

"Los tipos de interés explican el precio del dinero para endeudarse, que es algo que los hogares hacen para comprar una vivienda o un coche y en no muchos casos más, pero no tiene influencia en la cesta de la compra porque para adquirir los bienes y servicios que la componen no es necesario endeudarse", anota, sino que el gasto se cubre con los ingresos que esos consumidores obtienen como rentas, ya sean salariales, financieras, inmobiliarias o de otro tipo.

Otra cosa es el efecto que esas subidas están teniendo en las economías familiares que están pagando una hipoteca, cuyas cuotas de sus préstamos a interés variable registran una subida media anual de 2.682 euros por cada 100.000 pendientes de devolver.

Así como el efecto en las pymes y microempresas, cuyos costes financieros se han triplicado en un año, según los datos del Banco de España.

"Subir los tipos no sirve para reducir la inflación"

En cualquier caso, esos tipos de interés van a mantenerse una buena temporada en niveles elevados, por mucho que la inflación ya esté acercándose en España al 2% que marca como límite el BCE.

Ya no solo por la aplicación de esos márgenes como por el cuadro inflacionista que afecta al conjunto de la UE, cuya media ha bajado al 6,1% tras ceder nueve décimas en mayo.

La convicción de que subir los tipos no tiene efectos sobre el IPC es algo compartido los economistas 

"La inflación es provocada por un aumento de los precios de la oferta. Subir los tipos de interés solo provoca el empobrecimiento de la gente, pero no sirve para reducir la inflación", explica Garzón.

La convicción de que subir los tipos de interés no tiene efectos sobre los precios, aunque sí entraña riesgos recesivos, no es algo exclusivo de los economistas más heterodoxos, sino que lleva tiempo calando entre los sectores más ortodoxos de esa ciencia.

Esto es lo que, entre otros, viene a concluir el Banco de España cuando señala que 2,3 de los 2,5 puntos que la inflación se contuvo el año pasado se deben a las medidas de apoyo del Gobierno, lo que apenas deja dos décimas para la política monetaria.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias de Economía