Este artículo se publicó hace 3 años.
Empresas usan los ERTE para reducir gastos de personal aunque apenas rebajan sus ingresos
Se agarraran a la legislación que les permite aprovecharse del escudo social del Gobierno para salvaguardar el empleo y plantean un ERTE con el que se ahorran parte de los gastos en sueldos, mientras su producción y beneficios siguen siendo los prácticame
Alejandra de la Fuente
Madrid-
Una de las cadenas de supermercados más grandes de Asturias, Alimerka, ha planteado un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) para el 11% de su plantilla en esta región, debido al adelanto del cierre de los supermercados para contener el avance del coronavirus.
Desde el pasado jueves 14 y hasta el día 25 de enero, estos negocios tienen que bajar la persiana a las 20 horas en lugar de a las 21:30 horas como era habitual, lo que supone una reducción de jornada de una hora y media diaria.
Tras conocer la noticia, el Grupo Parlamentario de Izquierda Unida ha registrado una batería de preguntas en la Junta General para pedir al Gobierno del Principado que aclare su posición ante dicho ERTE. Concretamente, se preguntan "cuáles son las razones en las que se fundamenta esta solicitud, teniendo en cuenta que, más allá de la normativa que implica adelantar hora y media su cierre, no se prevé que exista una reducción de la facturación de estos establecimientos y los beneficios obtenidos el pasado año han superado todos los registros".
Por su parte, Comisiones Obreras, ha recalcado que el adelanto del cierre "no implica que Alimerka vaya a reducir sus ventas" y ha acusado a la empresa de "retorcer el espíritu" de este ajuste laboral, que está orientado a evitar pérdidas empresariales que supongan una destrucción de empleo.
Con el adelanto del toque de queda en los diversos territorios españoles, como consecuencia del avance de la tercera ola, es posible que más negocios lleven a cabo este tipo de expedientes.
La legalidad de plantear un ERTE parcial
La realización de los ERTE de reducción de jornada –como es el caso de Alimerka, en el que la empresa realiza el expediente sólo durante una parte de la jornada laboral– está permitida y viene recogida desde los primeros reales decretos en los que se trataron los ERTE por fuerza mayor y los ERTE por causas económicas, técnicas, organizativas y de producción (ETOP) como consecuencia del coronavirus.
El abogado laboralista de CCOO Álvaro Calle explica que el artículo 2 del Real Decreto-ley 30/2020 del 29 de septiembre recoge que aquellas empresas que como consecuencia de nuevas restricciones o medidas de contención sanitaria vean impedido el desarrollo de su actividad podrán beneficiarse de porcentajes de exoneración previa autorización de un ERTE.
"Hay una ley que les permite hacer eso, la empresa puede aplicar un ERTE a los trabajadores y se verá protegida por parte del Estado", explica.
No siempre hay que tener en cuenta las pérdidas económicas
Aunque se pueda demostrar que la empresa no tiene pérdidas económicas -como argumentan CCOO e Izquierda Unida en el caso de Alimerka- Calle recuerda que este tipo de ERTE no se realiza por causas económicas, técnicas, organizativas o de producción, sino que se realiza por fuerza mayor.
"En un ERTE por fuerza mayor, la empresa no tiene que demostrar ninguna causa económica, técnica, organizativa o de producción. Un ERTE por fuerza mayor se produce porque hay una circunstancia ajena que, en este caso, te prohíbe desarrollar tu actividad comercial. No hace falta acreditar una serie de pérdidas económicas porque no se produce por el artículo 23 del Real Decreto-ley 8/2020 sino por el artículo 22, en el que se recogen los ERTE por fuerza mayor", explica Calle.
"La empresa no tiene que justificar pérdidas económicas, aunque sabemos que una cadena comercial de este tipo no va a tener pérdidas significativas. En este caso, que se tenga que cerrar una hora y media antes no va a suponer pérdidas de gran calado", cuenta.
Un ERTE que pagamos todos
El abogado explica que existen empresas que se aprovechan del escudo social planteado por el Gobierno con el objetivo de salvaguardar el empleo y plantean un ERTE sin necesitarlo, porque sus pérdidas no van a ser notables.
"Al final el Estado (todos nosotros) pagará a los trabajadores el 70% de la base reguladora y si ponemos los números sobre la mesa, podremos ver que hay empresas que ganan lo mismo (pese a las restricciones), pero que se ahorran dinero correspondiente a los sueldos de sus trabajadores que están metidos en un ERTE", explica Calle.
"Al final podemos ver a empresas utilizar una herramienta creada para proteger a los trabajadores con el objetivo de ampliar sus beneficios", finaliza.
Por su parte, el laboralista Francisco Suárez explica que aquellas empresas que realizan un ERTE por fuerza mayor aunque no prevean una pérdida significativa de ingresos "abren la puerta a que cualquier empresa pueda acogerse a este tipo de ERTE y puedan ampliar beneficios".
"En el caso de Alimerka, con la hostelería cerrada y las restricciones, habrá más consumo de los hogares como ya hubo durante el confinamiento, pero tendrán a una parte de sus trabajadores en ERTE, ahorrándose sueldos", explica Suárez.
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