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Emergencia por el coronavirus El G-20 suspende temporalmente el pago de la deuda a los países más pobres

La suspensión del pago "del principal y de los intereses" de la deuda comenzará el próximo 1 de mayo y se prolongará hasta el final de 2020 debido al impacto económico de la epidemia

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Dos monedas de euro, una de ellas acuñada en Grecia, fotografiadas delante del Bundestag en Berlín. (EFE | TIM BRAKEMEIER)

EFE

El G-20 dio el visto bueno a la suspensión del servicio de la deuda de los países más pobres hasta final de 2020 debido al impacto económico de la epidemia del coronavirus, informó este miércoles el grupo en un comunicado al término de su reunión.

"Aprobamos una suspensión temporal del pago de los servicios de la deuda para los países más pobres que pidan contención", indica el G-20 en un comunicado.

El grupo, presidido este año por Arabia Saudí, incluye a los principales economías avanzadas y en desarrollo, entre ellas China, celebró este miércoles su reunión con motivo de la asamblea de primavera del FMI y el Banco Mundial, que en esta ocasión tuvo lugar telemáticamente debido a la pandemia del coronavirus.

Los ministros de Finanzas y banqueros centrales de los países del G-20 han expresado su respaldo unánime a la aplicación a partir del próximo 1 de mayo y hasta el final de 2020 de una suspensión temporal de los pagos del servicio de la deuda de aquellos países pobres que lo soliciten en línea con los términos también acordados por el Club de París.

De este modo, "todos los acreedores oficiales bilaterales participarán en esta iniciativa", de conformidad con sus leyes nacionales y procedimientos internos, recoge el comunicado emitido tras la reunión. "Hacemos un llamamiento a los acreedores privados para que tomen parte en la iniciativa en términos comparables", añade el G-20.

Según lo pactado, la suspensión del pago "del principal y de los intereses" de la deuda comenzará el próximo 1 de mayo y estará vigente hasta el final de 2020, aunque los acreedores considerarán la posibilidad de acordar una ampliación del plazo a lo largo del año y en función de una evaluación de las necesidades de liquidez de los países eligibles por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.

Cada país beneficiario de la moratoria deberá, por su parte, emplear el espacio fiscal generado para aumentar su gasto sanitario, social o económico en respuesta a la crisis y se prevé poner en marcha un sistema de monitorización por parte de las instituciones financieras internacionales, que proporcionarán asistencia técnica para lograrlo.

El FMI y el Banco Mundial propusieron a finales del pasado mes de marzo que los tenedores de deuda de países pobres aplacen los pagos para ayudarles a luchar contra la pandemia. En concreto, los dos organismos solicitaron demorar los pagos de deuda de los países pertenecientes a la Asociación Internacional de Fomento (IDA, por sus siglas en inglés), un ente que forma parte del Banco Mundial y agrupa a los países más pobres. El 66% de la población mundial que vive en situación de extrema pobreza se concentra en los países pertenecientes a la IDA.

Cada país beneficiario de la moratoria deberá, por su parte, emplear el espacio fiscal generado para aumentar su gasto sanitario

Los países del G7, reunidos ayer, habían ya expresado su respaldo a la medida a expensas de que esta fuese apoyada por el G20 y rubricada en el Club de París.

Por otro lado, los ministros de Finanzas del G-20 han subrayado la importancia de "continuar y ampliar" los esfuerzos realizados para luchar contra la crisis provocada por la pandemia y el impacto de la Gran Reclusión sobre la economía.

"Nuestros esfuerzos deben continuar y ampliarse. Nos comprometemos a utilizar todas las herramientas de políticas disponibles para apoyar la economía global, aumentar la confianza, mantener la estabilidad financiera y prevenir efectos económicos profundos y prolongados", señala el comunicado.

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