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Preocupación por sus familias, tensión y menor productividad: el nuevo día a día de muchos trabajadores

Pese a todas las medidas de seguridad y las recomendaciones del Gobierno, muchos trabajadores y trabajadoras tienen miedo a contagiarse de coronavirus. Miedo que les está afectando a nivel personal, familiar e, incluso, a nivel laboral.

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El Gobierno ha elaborado una guía de vuelta al trabajo y ha repartido, desde el pasado lunes hasta el miércoles, unos 10 millones de mascarillas.

El pasado 28 de marzo, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció que únicamente los trabajadores de "actividades esenciales" podrían continuar yendo al trabajo y estableció un permiso retribuido recuperable desde el 30 de marzo hasta el 9 de abril para aquellos trabajadores que seguían desarrollando su actividad, hasta la fecha, en su puesto de trabajo debido, entre otras cosas, a que las características hacen que sea imposible el teletrabajo.

Debido a las festividades por Semana Santa, la mayoría de estos trabajadores que se acogieron a este permiso no han tenido que volver a sus puestos de trabajo hasta este pasado lunes 13 de abril.

Ante esta reincorporación, y para evitar la propagación del coronavirus, el Gobierno ha elaborado una guía de vuelta al trabajo y ha repartido, desde el pasado lunes hasta el miércoles, unos 10 millones de mascarillas en los accesos al transporte público en todo el territorio nacional.

Pese a todas las medidas de seguridad y las recomendaciones del Gobierno, muchos trabajadores y trabajadoras tienen miedo a contagiarse de coronavirus. Miedo que les está afectando a nivel personal, familiar e, incluso, a nivel laboral.

Muchos de ellos aseguran que no se atreven a acercarse demasiado a sus familiares por si están enfermos o incubando la enfermedad, y otros aseguran que han bajado la productividad debido al miedo que les produce acercarse demasiado a sus compañeros o a tocar algo que hayan tocado otros previamente.

Antonio es uno de esos trabajadores del sector de la construcción que se ha incorporado de nuevo a su puesto de trabajo y explica a Público que tiene miedo de contagiarse él y a su familia.

"No me siento fuerte psicológicamente para poner en riesgo a mi mujer y a mis hijos todos los días"

"Llevamos semanas viendo lo malo que es el coronavirus… ahora nos llaman para trabajar y yo no me siento fuerte psicológicamente para poner en riesgo a mi mujer y a mis hijos todos los días. Siento que si se ponen enfermos de coronavirus será por mi culpa", lamenta.

Antonio asegura a Público que, aunque quiere estar con su familia cuando llega de trabajar, intenta estar lo más alejado posible para no contagiarles. "Parece que estoy más despegado, pero sólo lo hago por su salud, no porque no quiera estar con ellos", asegura.

También explica que en su trabajo las medidas de distanciamiento no se pueden llevar con rigurosidad y, aunque intentan seguir el ritmo, son menos productivos porque tienen miedo de contagiarse y siempre intentan alejarse los unos de los otros.

María del Carmen lleva trabajando desde el principio del estado de alarma, es cajera y durante la emergencia del coronavirus no ha dejado de trabajar.

"Yo ya estoy acostumbrada a no acercarme demasiado a mis hijos y a mi marido. Al principio pasé mucho miedo porque la gente no respetaba la distancia de seguridad, no teníamos guantes ni mascarillas y el trabajo era muy agobiante. Llegaba a casa, me tomaba la temperatura y me metía en la ducha y, aún así, desde que empezó todo esto guardo una distancia prudencial con mi familia", asegura.

Según María del Carmen, los primeros días fueron tan caóticos que se cometían muchos fallos. "No te digo que fuésemos menos productivas porque estábamos trabajando a destajo, pero sí que el miedo a contagiarte nos hacía ser más torpes y por eso teníamos que repetir las cosas varias veces porque había días que no dábamos pie con bola", explica.

El miedo, una reacción normal

Isabel Aranda, vocal del Colegio Oficial de Psicología de Madrid y psicóloga del trabajo cuenta a Público que el coronavirus sigue siendo un problema real y que, por lo tanto, el miedo que provoca es una reacción totalmente normal, aún más cuando gran parte del entorno que les rodea está aún confinado en su casa.

Aranda explica que este miedo al contagio y a contagiar puede trasladarse del trabajo a casa porque, en ocasiones, los trabajadores no son conscientes de la tensión que supone la vuelta al trabajo en estas condiciones y arrastran estas tensiones y pensamientos negativos al hogar. Tensiones que, además, pueden derivar en patologías como el estrés, alteraciones psicológicas o repercusiones psicológicas.

Aunque hay muchas personas que todavía no se sienten preparadas para volver al trabajo por miedo al contagio, la psicóloga explica que finalmente todos volveremos a nuestros puestos y que por ello hay que pensar en positivo, centrarse en el trabajo y ser muy rigurosos con las medidas de prevención.

"Se sabe que en torno a un 17% de personas les costará recuperarse después de una situación catastrófica como se entiende esta. Para este porcentaje será necesaria la terapia psicológica para elaborar su experiencia, manejar su duelo y superar lo que en algunos casos será estrés post traumático", explica.

Añade que, de momento, para los trabajadores que se acaban de reincorporar a sus puestos, las medidas de prevención, viajar en el metro y todos los cambios que se están produciendo como consecuencia de la emergencia por el coronavirus están siendo novedosos, pero que se deberán ir normalizando.

"Asimilar las normas como algo habitual nos ayudará a reducir la tensión"

"Mirar las normas como lo habitual nos ayudará a normalizar los nuevos comportamientos, habituarnos a ellos y reducir la tensión. Lo conocido y habitual deja de asustarnos", asegura.

Por último, explica que debido a la "tensión emocional tan intensa" que padecen muchos trabajadores, es posible que baje la concentración y sean menos productivos y que, precisamente por ese motivo, es fundamental que las empresas informen en todo momento a sus empleados.

"Cuanto más seguros se sientan los trabajadores en su empresa por el cumplimiento de las normas de prevención y cualquier otra medida que impida el contagio, así como medidas como una información transparente y rápida, conversaciones sobre cómo se está actuando, incluso atención psicológica atendida por los psicólogo de la empresa o empresas concertadas, antes y mejor podrán concentrarse en las tareas y rebajar la tensión", concluye.

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