Este artículo se publicó hace 2 años.
La priorización de los macroproyectos y las trabas administrativas provocan críticas al Decreto de Renovables del Govern en Catalunya
La Xarxa Catalana per una Transició Energètica Justa denuncia que "se aprueban todas las iniciativas a diestro y siniestro sin ningún criterio", mientras la patronal Eoliccat advierte de los peligros de depender de territorios vecinos como Aragón para el suministro energético.
Barcelona-Actualizado a
El Decreto Ley 24/2021 de la Generalitat, destinado a acelerar el despliegue de las energías renovables distribuidas y participadas, no está alcanzando los frutos deseados casi cuatro meses después de su puesta en marcha en Catalunya. La normativa tiene como objetivo final impulsar un nuevo modelo energético alternativo a los combustibles fósiles, en el que la energía se genere en un entorno de proximidad cerca del punto de consumo y en pequeños proyectos con la implicación de los ciudadanos y el consenso del territorio. Desde la propia administración se admite que la realidad no está yendo en la línea de lo previsto.
En estos momentos, menos del 20% de la producción eléctrica catalana proviene de energías renovables. Al respecto, la directora general de Energia de Catalunya, Assumpta Farran, reconoce que los nuevos proyectos, entre los que se incluyen cinco líneas eléctricas de alta tensión provenientes de Aragón que atravesarían el territorio catalán, "no resultan eficientes, puesto que se trata de un acaparamiento de derechos y de empleo de redes, lo que está muy alejado de la transición energética democrática a la que aspiramos". Si esta iniciativa se acaba ejecutando, los ecologistas advierten que la afectación alcanzaría seis espacios naturales protegidos y 30 áreas amparadas por la Red Natura 2000.
"La aprobación del decreto lo que ha hecho es poner más trabas a los proyectos y frenar su expansión porque no contemplan ninguna medida de fomento". Es el balance del presidente de la patronal Eoliccat, Victor Cusí. A través de la normativa, Cusí asegura que es más fácil tramitar iniciativas fuera de Catalunya, de forma que los puntos de conexión y distribución se encuentren aquí, pero la generación y la infraestructura se sitúen fuera del territorio. "Aquí sólo tenemos competencia de proyectos medios de hasta 50 MW, que es el equivalente a siete u ocho generadores".
Liderar la transición energética
Cusí pide que sea la Administración quien lidere la transición energética. "Es necesario más gestión y menos decretos", señala. Para el presidente de la entidad, el papel del Govern debería encaminarse hacia una apuesta estratégica y que ésta vaya ligada a un plan de desarrollo territorial para que ofrezca oportunidades con la creación de puestos de trabajo con planes formativos que generen especialistas laborales en este sector.
Más allá de los beneficios climáticos, Eoliccat precisa que la transición energética implica un factor de competitividad empresarial. "Necesitamos electricidad barata y generada aquí para evitar la marcha de empresas industriales que buscarán zonas con costes de producción más eficientes". En una línea similar, la Cambra de Comerç de Barcelona pide desatascar los proyectos de parques renovables en Catalunya y flexibilizar al máximo su puesta en marcha. Así, en un monográfico reciente, titulado La descarbonización y transición energética en Catalunya. Hoja de ruta para alcanzar la plena descarbonización del país en 2050, la entidad lamenta que no se abran nuevos parques fotovoltaicos desde 2013. La Cambra lo califica como "un hecho inadmisible si queremos conseguir una economía neutra en carbono. Hay que ponerle solución".
La Xarxa Catalana per una Transición Energética Justa denuncia que no se prioricen los proyectos pequeños
Desde otra mirada, pero con un diagnóstico similar, la Xarxa Catalana per una Transición Energética Justa denuncia que no se prioricen los proyectos pequeños y no se siga ninguna planificación. Su portavoz, Montserrat Coberó, critica que "se aprueben todas las iniciativas a diestro y siniestro sin ningún criterio". Coberó añade que no se tiene en cuenta el tamaño de las iniciativas y que las entidades y ciudadanos no disponen de ningún portal web donde seguir la evolución de las mismas. "Existe una gran desinformación, ya que no tenemos un mapa de los proyectos y sólo nos enteremos de cómo avanzan cuando salen a información pública las licitaciones".
Abuso en el uso de las superficies de cultivo
Coberó alerta de que las cinco líneas de alta tensión previstas, que conectarían Aragón con el área metropolitana de Barcelona, provocarían impactos graves en el territorio. De hecho, desde el pasado mes de agosto se han publicado una decena de proyectos en el Boletín Oficial del Estado (BOE) en esta dirección. Las entidades ecologistas y los sindicatos agrarios muestran su preocupación por acabar trinchando más de un millar de kilómetros de territorio rural.
Ante este ataque a las superficies agrícolas, las propias entidades proponen la utilización de espacios ya alterados, como las 29.000 hectáreas de suelo degradado de las que dispone Catalunya para producir la energía renovable necesaria. Así, creen, no se estropearían espacios con un gran valor agrológico. Asimismo, Montserrat Coberó insta a profundizar en el aprovechamiento del suelo antropizado, es decir, aquel que ha sufrido transformaciones a consecuencia de la mano del hombre. "Siempre proyectan placas solares y molinos de viento en superficies de cultivo, pero nunca se plantean hacerlo en polígonos industriales, autopistas o áreas cercanas a los puertos o aeropuertos".
El último episodio que promueve la utilización de un espacio natural para producir energía es la propuesta de crear un parque eólico marino frente a la costa del Empordà. En una reciente visita a Dinamarca, la consellera de Acció Climàtica, Alimentació i Agenda Rural, Teresa Jordà, defendió la importancia de que Catalunya cuente con un parque eólico marino en 2030 para alcanzar los objetivos de transición energética fijados en la Prospectiva Energética de Catalunya 2050.
Catalunya todavía está lejos de cubrir el 97,5% del consumo de energía primaria con renovables en 2050
Según la consellera, la potencia de la instalación debería ser de 1.000 MW, en lo que sería un primer paso para cumplir los propósitos del plan. Tal y como detalló Jordà, la meta es que Catalunya disponga de 3.500 MW procedentes de esta fuente de energía en 2050. El anuncio ha provocado la oposición de la plataforma Stop Macro Parc Eòlic Marí, que acusa a la consellera de "buscar el camino fácil de los lobbys". Aparte de mostrarse en contra de los macroproyectos impuestos, la plataforma rechaza que "la costa del Empordà se convierta en un polígono industrial donde sólo haya molinos en medio de zonas protegidas".
Sin acabar de definir un camino consensuado hacia la transición energética y con poco apoyo del territorio, parece que Catalunya todavía está lejos de cubrir el 97,5% del consumo de energía primaria con renovables en 2050, tal y como dibuja la Prospectiva Energética, el documento de referencia que la Generalitat tiene como hoja de ruta.
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