Este artículo se publicó hace 2 años.
Repsol cierra 2021 con un beneficio récord de 2.499 millones y vuelve a niveles preCovid
La petrolera dice que sólo venderá una participación minoritaria en su negocio de energía renovable "si somos capaces de encontrar el socio adecuado que comparta nuestra visión a largo plazo".
Madrid-
Repsol obtuvo el pasado año un beneficio neto de 2.499 millones de euros, que contrastan con los 3.289 millones perdidos en 2020 como consecuencia de la pandemia del coronavirus. Los elevados precios del petróleo y el gas ayudaron a la española Repsol a obtener beneficios por encima de las expectativas del mercado, dándole más poder financiero para invertir en operaciones bajas en carbono que los inversores exigen cada vez más a las empresas energéticas.
Las cuentas de la petrolera presidida por Antonio Brufau deja así atrás los números rojos de los dos anteriores ejercicios, cuando se vio impactado por los ajustes realizados para sentar las bases de la nueva estrategia para ser una compañía neutra en carbono en 2050 (en 2019) y por la covid-19 (en 2020), y supera los 2.341 millones de euros ganados en 2018, que eran sus mayores ganancias en la última década. El mejor desempeño se hizo evidente en el cuarto trimestre, en el que el resultado neto ajustado se situó en 872 millones de euros.
Además, según informa la compañía, el buen resultado se explica también por la aplicación del nuevo Plan Estratégico 2021-2025, con medidas orientadas a la eficiencia y a la transformación, que le han permitido aprovechar el contexto de recuperación progresiva de la economía global.
El resultado neto ajustado, que mide específicamente la marcha de los negocios, alcanzó los 2.454 millones de euros en 2021, frente a los 600 millones de euros del año anterior. Por su parte, el beneficio antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones a coste de reposición (EBITDA CCS) alcanzó los 7.070 millones en todo el año, por encima del objetivo de la empresa de 6.700 millones.
Por área de negocios, destacó el comportamiento de Exploración y Producción, que situó su resultado en 1.687 millones de euros, frente a los 195 millones de euros de 2020, apoyado por la recuperación de los precios de las materias primas de referencia internacional (el crudo Brent cotizó en el año a una media de 70,9 dólares por barril, y el gas Henry Hub promedió 3,9 dólares por MBtu).
Mientras, el negocio Industrial aportó un resultado de 606 millones de euros, duplicando los 297 millones de euros del año anterior, en un entorno de paulatina recuperación de la demanda e impulsado por el desempeño de la Química.
Por su parte, el área de Comercial y Renovables obtuvo un resultado de 542 millones de euros, superior a los 485 millones registrados en 2020.
La mejora de los resultados y en la generación de caja de los negocios le permitió a la petrolera una considerable reducción de la deuda neta y el impulso de proyectos renovables.
En lo que respecta a la deuda, Repsol la redujo en más de 1.000 millones de euros a lo largo del pasado año (un 15% respecto a 2020) situándose a cierre de 2021 en 5.762 millones de euros. Así, el nivel de apalancamiento del grupo (deuda neta/capital empleado) se sitúa en un 20%, mejorando el objetivo marcado en su plan estratégico.
Repsol tiene previsto destinar el 35% de las inversiones entre 2021 y 2025 a actividades bajas en carbono. Este plan incluye un intento de vender una participación en su recién creada unidad de generación de energía renovable.
A este respecto, la multinacional ha señalado que sólo seguirá adelante con un plan a largo plazo para vender una participación minoritaria en su negocio de bajas emisiones de carbono si encuentra el socio adecuado: "Todavía no se ha tomado ninguna decisión y sólo lo haremos si somos capaces de encontrar el socio adecuado que comparta nuestra visión a largo plazo", ha subrayado el consejero delegado de la compañía, Josu Jon Imaz.
En noviembre de 2020, con motivo de la presentación del nuevo plan estratégico de la compañía, Imaz se dio un plazo de 18 meses para vender una participación minoritaria o sacar esta filial a Bolsa. De todas maneras, para financiar ese crecimiento de la cartera de renovables, Repsol ya ha procedido a otras opciones, como la cerrada en noviembre del año pasado con Amancio Ortega para el parque eólico Delta, de incorporar socios minoritarios en los proyectos verdes.
La generación de energía eléctrica renovable pasa por ser uno de pilares en el modelo de descarbonización de Repsol, con una hoja de ruta que marca un aumento del 60% de la capacidad instalada de generación renovable en 2030, hasta alcanzar 20 gigavatios (GW), frente a los 12,7 GW anunciados en su plan estratégico. En 2025, el nuevo objetivo de capacidad instalada se sitúa en 6 GW, frente a los 5,2 GW a los que apuntaba en la 'hoja de ruta' presentada en noviembre de 2020.
Mejora del dividendo
Repsol, además, prosigue mejorando la senda de dividendo prevista en su hoja de ruta, que preveía pagar una retribución mínima de 0,60 euros por acción durante 2021 y 2022, creciendo a 0,65 euros en 2023, 0,70 en 2024 y 0,75 euros en 2025.
Con el complemento añadido de la recompra y amortización de títulos a partir de 2022, y siempre con un tope máximo de 50 millones de títulos al año (200 millones durante el plan), el objetivo final marcaba alcanzar, entre ambas cosas, superar el euro por título en 2025.
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