Acerinox entró en pérdidas netas en 2019, al registrar unos números rojos de 60 millones de euros, en comparación con las ganancias netas de 237 millones de euros contabilizadas en el ejercicio anterior, según informó la empresa.

Acerinox explicó que durante el año pasado su negocio se vio afectado por ajustes extraordinarios no recurrentes y sin efecto sobre su caja por importe de 236 millones de euros. Entre ellas se encuentra el ERE puesto en marcha con el fin de recortar 215 empleos y que tuvo un impacto contable de 38 millones de euros.

Otros aspectos que afectaron a la evolución de la empresa durante el año que acaba de terminar también fueron el deterioro de activos en Bahru, el fondo de comercio en Columbus y de los créditos fiscales del grupo fiscal español.

La firma resaltó que ha recibido la autorización, por parte de las autoridades de competencia europeas y norteamericanas, para la adquisición de VDM Metals, por lo que señaló que solo queda obtener la luz verde en Tailandia. La previsión de la empresa es que esto se produzca en "los próximos días".

En 2019, Acerinox registró un volumen de negocio de 4.754 millones de euros, lo que se traduce en una disminución del 5%. Aun así, la facturación es la segunda más alta de la última década, sólo por detrás de la de 2018, informó la compañía.

Por su parte, el beneficio bruto de explotación (Ebitda) se contrajo un 24%, hasta 364 millones de euros, mientras que en caso de contabilizar términos ajustados la cifra hubiera sido de 402 millones de euros, un 16% menos.

De cara a 2020, Acerinox prevé que se mantenga la fortaleza del mercado norteamericano, mientras que anticipa una incertidumbre en Europa y que sigan la sobrecapacidad y los precios bajos en Asia. En este contexto, la compañía estima que el Ebitda del primer trimestre del año "esté en línea" con el del último de 2019.