Naturgy obtuvo un beneficio neto de 484 millones de euros en el primer semestre del año, lo que representa un incremento del 44,9% con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior en medio de un fuerte crecimiento en la demanda y de los precios de la energía, informó la compañía.

La mejora de los resultados está afectada, también, por el acuerdo para resolver de manera amistosa las disputas que afectaban a Unión Fenosa Gas (UFG) desde 2012, mediante el recibo del pago en efectivo de unos 600 millones de dólares, así como la mayoría de los activos fuera de Egipto (excluidas las actividades comerciales de UFG en España), que tuvo un impacto positivo no ordinario de 103 millones de euros.

Las inversiones de la energética presidida por Francisco Reynés ascendieron a 439 millones de euros en el período, con una disminución del 20,5% respecto al mismo período del año anterior.

Por su parte, la deuda neta del grupo (sobre el que el fondo australiano IFM anunció una OPA voluntaria parcial para hacerse con hasta el 22,79% de su capital el pasado mes de enero) era a 30 de junio de 13.611 millones de euros, en línea con los niveles de deuda de cierre de 2020 y después del pago de 611 millones de dividendo el 17 de marzo correspondientes al dividendo complementario de 2020. El endeudamiento actual no incluye los flujos antes de impuestos de 2.570 millones de euros tras la venta de CGE Chile.

El ratio deuda financiera neta/Ebitda de la compañía a cierre del primer semestre se situó en 4,0 veces, frente a las 3,9 veces a 31 de diciembre de 2020.

Nuevo plan estratégico

Paralelamente, la energética ha presentado su nuevo  Plan Estratégico 2021-2025, que contempla una inversión de 14.000 millones de euros en esos cinco años, lo que supone prácticamente doblar la cuantía establecida en el anterior plan aplicado desde 2018, para afrontar su apuesta por las renovables.

Este esfuerzo inversor va acompañado de un recorte en su política de dividendos. En concreto, la compañía prevé repartir unos 5.900 millones de euros en dividendos entre sus accionistas en el periodo 2021-2025, con una retribución anual de 1,2 euros por título, informó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

De esta manera, la energética recortará la retribución al accionista con respecto a su anterior plan, dejando el dividendo para este periodo 2021-2025 en un pay out del 85%, frente al 120% que representaba en el anterior para el periodo 2018-2022.

En cuanto a la inversión, la mayor partida, de unos 8.700 millones de euros se dedicará a la instalación de nueva potencia renovable, con el objetivo de alcanzar los 9,4 gigavatios adicionales en este periodo, triplicando los 4,6 gW actuales. La compañía contempla centrar este crecimiento en cuatro áreas geográficas: Europa, Australia, Estados Unidos y Chile, apostando con fuerza por la energía fotovoltaica.

Con esta inversión, Naturgy se fija el objetivo de incrementar su beneficio bruto de explotación (ebitda) de este área a un ritmo del 20% anual, con la meta de alcanzar los 1.000 millones de euros en 2025.

Otra parte sustancial de la inversión, en este caso de 4.000 millones de euros, se destinará al mantenimiento y la digitalización de las redes de distribución de gas y electricidad de la compañía en España y Latinoamérica. En este segmento de negocio, Naturgy prevé un crecimiento del ebitda a un ritmó del 2% anual, para cerrar el quinquenio en el entorno de los 2.600 millones de euros.

Gracias al empuje de las renovables y las redes, Naturgy contempla que el Ebitda global de la compañía se eleve a un ritmo del 5% anual y el beneficio neto ordinario del 12%.