Público
Público

Resultados El Sabadell no pagará dividendo con cargo al 2020 y prevé recuperarlo "de manera prudente" con el  beneficio de este año

El banco descarta nuevos planes de ajustes en la plantilla tras dar salida a 1.817 empleados en España el año pasado

El logo del Banco Sabadell en su sede en Alicante. E.P./Joaquín Reina
El logo del Banco Sabadell en su sede en Alicante. Joaquín Reina / EUROPA PRESS

Servimedia

El Sabadell no distribuirá dividendo con cargo al ejercicio 2020 tal y como había previsto, pero la entidad "está en la idea de recuperar, de manera prudente, el dividendo con cargo a los beneficios del año 2021", en la confianza de que "van a ser resultados positivos".

Así lo indicó este lunes su presidente, Josep Oliu, durante la presentación de resultados correspondientes al ejercicio 2020, cuando la entidad vio reducirse su ganancia a apenas 2 millones de euros o en un 99,7% interanual después de haber destinado 2.275 millones en provisiones frente a deterioros potenciales por la Covid-19, sanear el balance y costear el plan de reestructuración.

Oliu recordó, junto al consejero delegado del banco, Jaime Guardiola, y el director financiero, Tomás Varela, que el Sabadell pudo abonar el pasado año los dividendos correspondientes al ejercicio 2019 ya que la decisión se había aprobado en Junta de Accionistas antes de que el Banco Central Europeo (BCE) estableciese la restricción.

Según indicó, ya entonces se dijo que no habría dividendo con cargo al 2020, algo que sería además difícil de ejecutar puesto que "no habido tampoco resultado" ante la decisión de sacrificar la cuenta del ejercicio para sentar las bases a su crecimiento futuro.

Los resultados del pasado año están minorados por las provisiones frente a deterioros potenciales por la Covid-19 y las reestructuraciones acometidas en España y Reino Unido: 314 millones para costear el ajuste de 1.817 personas vías salidas voluntarias aquí, y 110 millones para la reestructuración de la filial británica TSB, que confía que este año deje atrás sus 'números rojos' y entre en 'break even'.

De cara al 2021, dijo que la política de dividendos corresponderá fijarla al Consejo de Administración, pero, "en principio, el banco está en línea de recuperar, de manera prudente, el dividendo con cargo a los beneficios del año 2021", estimó.

El banquero explicó que 2020 fue un ejercicio de "preparación y adecuación", en provisiones y también en costes. Ha sido, dijo, el año de "establecimiento de bases sólidas para la ejecución del plan estratégico a tres años que vamos a presentar en mayo", avanzó, indicando que solo en España el ajuste en personal se traducirá en un ahorro anual de 141 millones de euros.

Descarta nuevos ajustes

Oliu indicó que se alinea en la intención de buscar mejorar la productividad y adaptarse a un mundo cambiante por la aceleración de la digitalización, descartando que haya planes para mayores ajustes. "Hoy no hay nada previsto sobre este tema adicional a lo que se ha hecho", aseguró.

Por su parte, el consejero delegado, Jaime Guardiola, explicó que comenzarán a notarse los ahorros ya en el segundo trimestre del actual ejercicio y estará plenamente en vigor o con dicho impacto anual en el ejercicio 2022.

Oliu enmarcó además la reestructuración dentro del proyecto de buscar cómo maximizar la rentabilidad para el accionista en los diferentes negocios, poniendo foco en los que más contribuyan. Sin embargo, aseguró que no se cambiará la cultura del banco, una entidad "de proximidad" con el cliente, focalizado en banca 'retail' y de empresas, aunque sí se apueste por impulsar la operativa digital para complementar las relaciones personales.

En materia de provisiones, los tres directivos coincidieron en que el esfuerzo en provisiones este año deberá ser aún superior a un ejercicio sin Covid, pero dieron por completado el mayor esfuerzo en el año 2020 pudiendo además liquidar el Esquema de Protección de Activos (EPA) obtenido cuando se adjudicó la extinta CAM, con la venta realizada de tres carteras de activos improductivos.

Con esa limpieza indicaron que se han sacado ya de balance los activos dañados con una antigüedad superior a los tres años y se mostraron optimistas sobre la evolución de la morosidad a tenor del comportamiento de las moratorias en hipotecas y consumo, donde los vencimientos no han incorporado una tasa de impagos superior a lo que tenían las carteras.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias de Economía