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Sequía o especulación: qué ocurre con la subida de precio del aceite de oliva

El producto registra una subida de más del 52% respecto a 2022 y del 25% en lo que va de año. 

Garrafas de aceite de oliva en una fábrica de Andalucía.
Garrafas de aceite de oliva en una fábrica de Andalucía. Jorge Guerrero / AFP

La inflación no cesa en España y el sector alimentario, pese a moderar el ritmo de escalada de precios, sigue al alza. De toda la cesta de la compra hay un producto cuya carestía destaca por encima del resto: el aceite de oliva. Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) revelan que el coste de este alimento experimenta una variación de más del 52% respecto a 2022 y del 25% en lo que va de año.

Las condiciones meteorológicas del último año tienen mucho que ver en este constante repunte. España sufre una importante sequía que mantiene al 14% del territorio en alerta por escasez de agua. Las precipitaciones, en lo que va de 2023, han sido un 17% inferiores al promedio de las últimas tres décadas y el campo se ha resentido. Todo ello, tras un 2022 que se clausuró como el año más caluroso de la historia de España.

"La escalada de precios fundamentalmente se explica por las malas cosechas que tenemos. Hay que tener en cuenta que el año pasado ya tuvimos una cosecha media baja, a pesar de tener más olivos en producción que nunca. Pero es que ahora las perspectivas son más pesimistas por la falta de lluvia que hemos tenido. Eso, al final, se traslada a los mercados que se tensionan y suben los precios", expone Francisco Moreno, vicesecretario general de Organización de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) en Andalucía. 

"Eso no quita, que haya almacenistas y operadores que estén guardando aceite de oliva en sus depósitos para elevar aún más los precios y sacar más beneficio", añade el experto agrario. "Pero esto es algo que no se puede demostrar tan fácil; habría que analizarlo todo bien y aún así es complicado acreditar que ocurra". 

Juan Luis Ávila, responsable del sector olivar de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) no niega que haya especulación, pero recalca que las cosechas diezmadas por la sequía son importantes para entender lo qué ocurre. "El año pasado, a estas alturas, teníamos una producción de unas 354.000 toneladas de aceite y este año estamos en las 100.000 toneladas aproximadamente. Ha habido una caída de más de la mitad respecto a 2022", indica. 

Casos de especulación

El precio medio de origen del aceite de oliva virgen extra en el mes de agosto fue de 8,18 euros por kilo, según los datos del Observatorio de precios del aceite de oliva. Ese mismo producto se ha vendido en las cadenas de supermercados a 9,24 euros por kilo, es decir, un 13% por encima coste de producción de los agricultores, según el Índice de Precios en Origen y Destino de los Alimentos de COAG.

Esta diferencia de precios en la cadena de valor no es tan alta como la que se aprecia en otros productos, donde los agricultores denuncian casos de especulación. La lechuga, por ejemplo, registró en agosto una diferencia entre origen y desino del 582%, al pasar de 0,17 euros el kilo a 6,82 euros el kilo; y el plátano tuvo una diferencia porcentual del 524% al pasar de 0,34 euros el kilo a 6,24 euros el kilo, según los datos de COAG. 

A pesar de todo, la especulación también juega un papel en el alza de precios del aceite. Facua señala directamente a las cadenas de supermercados por haber contribuido la inflación aceitera. La organización ha realizado un estudio sobre los precios de 144 marcas de aceite en 50 cadenas de supermercados y acredita que, en las primeras semanas de septiembre, un mismo producto puede variar su precio un 45% en función de la tienda en la que se venda. Es decir, algunas grandes superficies aplican subidas mayores para incrementar sus beneficios.

"No es sólo un problema relacionado con la mala cosecha de aceituna.  Hay un incremento importante respecto al precio de origen y una especulación en los precios de venta final", ha explicado en rueda de prensa Rubén Sánchez, portavoz de Facua, que ha pedido al Gobierno que abra un expediente a las cadenas que se lucren de la situación de crisis.

[Puedes consultar aquí la lista de precios de aceite por cadenas de supermercados]

AOVE de España vendido más barato en Irlanda

La espiral inflacionaria del aceite se ha convertido en una de las grandes preocupaciones de los consumidores. En los últimos días, en las redes sociales han circulado publicaciones en las que se denuncia que el precio del aceite de oliva virgen extra de origen español es más barato en supermercados europeos de Irlanda o Francia que en España.

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha publicado un informe que revela que el aceite de oliva virgen extra de marca blanca en España es un 6% más caro que en Italia, Francia o Portugal. Algo que es "inexplicable" para la asociación de consumo, ya que el Estado español es el primer productor del mundo.

Aunque la especulación siempre es un factor presente en los mercados liberalizados, hay otros elementos a tener en cuenta a la hora de explicar esta variación de precios. Por un lado, como explica el economista Eduardo Garzón en su canal de Youtube, a la hora de comparar situaciones de precios de un mismo producto en dos países diferentes hay que tener en cuenta la calidad del producto, pero también el año de producción. Es decir, es posible que el precio del aceite en las estanterías de los mercados europeos sea más bajo que en España porque se trate de un producto de una cosecha anterior a la actual crisis.

Fuentes del mercado aceitero también apuntan al sistema logístico que impera en las exportaciones de España a Europa. Tanto es así que habitualmente los intermediarios firman contratos de exportación con precios cerrados que abarcan más de una campaña. Las compras, además, suelen realizarse en grandes volúmenes para afrontar la demanda a varios meses vista, de tal forma que en estos momentos un supermercado europeo pueda vender un aceite producido hace varios meses y con un coste menor al de las cadenas españolas, más condicionados a la volatilidad de precios. 

 




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