La vivienda de lujo pone en alerta a los vecinos del Eixample de Barcelona
63 edificios de la Dreta de l'Eixample han sido comprados por sociedades y fondos buitre entre 2016 y 2022 para hacer pisos de lujo, lo que provoca la expulsión de los residentes y la desaparición del comercio de proximidad, según un informe de la asociac
Emma Pons Valls
Barcelona-Actualizado a
La vulneración del derecho a la vivienda en Barcelona tiene muchas caras, con los alquileres en máximos históricos, desahucios diarios y los intereses del sector inmobiliario. Otra de ellas es la vivienda de lujo, una modalidad en auge en la ciudad y que amenaza con sustituir a los vecinos de toda la vida por otros nuevos, principalmente extranjeros y de rentas más altas. La percepción que tienen los barceloneses la confirma un informe de la asociación de vecinos de la Dreta de l'Eixample, que cifra en 63 las fincas compradas y rehabilitadas entre 2016 y 2022 para hacer pisos de lujo.
Jaume Artigues: "Hay un proceso de expulsión de la población, de eso es consciente todo el mundo en el barrio"
"Hay un proceso de expulsión de la población, de eso es consciente todo el mundo en el barrio, y afecta sobre todo a los edificios de propiedad vertical", explica Jaume Artigues, miembro de la asociación. Los edificios de propiedad vertical son los que pertenecen a un solo propietario, y el objeto de la mayor parte de estas operaciones llevadas a cabo por fondos buitre y sociedades que se dedican a la especulación, según el propio informe. "El objetivo consiste en buscar rentabilidades que difícilmente pueden ofrecer intereses bancarios", afirma.
La asociación empezó a moverse en 2016, cuando detectaron un aumento de los vecinos que acudían por conflictos relacionados con su vivienda. En esos primeros años, entre 2016 y 2017, ya detectaron 30 edificios enteros en venta y esto encendió las alarmas. 17 de las empresas compradoras se dedicaban a la especulación y al "mobbing inmobiliario", según detalla el informe. Se trata de casos similares a los que afrontan a los vecinos de Casa Orsola y Tapioles, 15, en los barrios del Eixample Esquerra y Poble-Sec, respectivamente.
La concentración principal de los bloques detectados está en el entorno de las calles Mallorca entre Rambla Catalunya y Passeig de Gràcia -donde están los edificios modernistas- y Girona, Ausiàs Marc y Casp. No ha sido fácil recopilar unos datos marcados por la opacidad de este tipo de fondos buitre y entramados empresariales. Artigues explica cómo a veces se han topado con sociedades creadas especialmente para llevar a cabo operaciones de compraventa concretas y que desaparecen una vez completada la rehabilitación de la finca en cuestión.
En el mercado de venta o alquiler de temporada
La Visa Dorada permite obtener la residencia en la UE a cambio de la compra de un piso de al menos 500.000 euros
Una vez reformados, los pisos se destinan principalmente a la venta, aunque otras opciones son el alquiler de temporada, sujeto a menores regulaciones que el de larga duración. Los destinatarios de estas viviendas son extranjeros que invierten temporalmente en ellas o que disponen de pisos en varias ciudades de Europa, especifica Artigues. Uno de los sistemas que lo facilita es el de la Visa Dorada, que concede el permiso de residencia a la Unión Europea a cambio de una inversión inmobiliaria de al menos 500.000 euros y que la asociación ha identificado como uno de los grandes problemas por el barrio.
Artigues apunta a la regulación portuguesa, que ha excluido a Lisboa, Oporto y Algarve de este programa europeo. La asociación cree que parte de la solución pasaría por que Barcelona impulsara una regulación similar: "Deberían excluirse a las ciudades tensionadas".
El hecho de que los compradores o nuevos inquilinos no sean residentes habituales provoca cambios en el tejido social y en el comercio. No son pocos los negocios emblemáticos del barrio que han cerrado en los últimos tiempos. "La cantidad de negocios con la persiana bajada es enorme", lamenta Artigues. Otros han sido sustituidos por franquicias internacionales.
El nuevo plan de usos del Eixample aprobado por el gobierno municipal, no sin polémica, quiere hacer frente a ello y ampliar su protección, pero Artigues lo considera "descafeinado". "Al final, más allá de los usos, lo que determina la tipología comercial es la vivienda", sostiene.
Más regulación y eliminar beneficios fiscales, algunas soluciones
El informe también profundiza en el hecho de que los cambios provocados por el negocio del lujo son similares a los que provoca el turismo masivo, especialmente la hiperespecialización económica, la pérdida de comercio de proximidad y la "pérdida de la cohesión social". "Si no hay una regulación de los alquileres nos veremos abocados a un conflicto social enorme", advierte Artigues. Los desahucios son el pan de cada día en Barcelona y también en el Eixample, recuerda: En el 2018 se abrieron 244 nuevos expedientes en el barrio, prácticamente "a desahucio diario".
Para frenar la situación, la asociación apunta a medidas regulatorias, como la eliminación de la Visa Dorada y la limitación de los alquileres, pero también la mayor construcción de vivienda social y la eliminación de las ventajas fiscales a los fondos de inversión que se dedican a este negocio.
Otra de las conclusiones del documento es que el viraje hacia el negocio del lujo ha tenido lugar después de que el Ayuntamiento aprobara, en 2017, el Plan Hotelero, el PEUAT, que entre otras cosas impide el crecimiento de establecimientos de este tipo en la zona y, directamente, fomenta su decrecimiento en el centro de la ciudad. "Cuando regulas las licencias turísticas, los promotores van hacia la vivienda, especialmente a la que está fuera de la LAU; como la de temporada o la comercial. Es una grieta, y hay muchas más", concluye Artigues.
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