A finales de septiembre, entre el primer fracaso de la investidura de Alberto Núñez Feijóo y el segundo, exactamente el día 28, el movimiento juvenil Revuelta asomó la cabeza en redes sociales. Hasta la semana pasada habían pasado desapercibidos —salvo para el secretario general de Vox, Ignacio Garriga, que les dio la bienvenida a “la revuelta patriótica” tras su ‘nacimiento’—, pero en los últimos días se han puesto al frente de las convocatorias “espontáneas” de protesta frente a las sedes del PSOE por todo el territorio. ¿Quiénes son?

Se proclaman a sí mismos como “una revuelta contra el separatismo, la corrupción, las políticas antifamiliares, el individualismo y muchas cosas más” . De ahí su nombre.

Bajo una nueva marca, Revuelta forma parte de la red de Plataforma 711, otra asociación ultraderechista que llamaba a la “Reconquista de España” y trató de calar en el ámbito universitario de la mano de dirigentes de Vox como Javier Ortega Smith. Todos los caminos llevan al partido de Santiago Abascal: según publicó Infolibre en julio de este año, Plataforma 711 fue de las organizaciones a la que la formación ultra le cedió los datos de los asistentes al acto Viva 22, su fiesta anual. Además, en el mes de abril su portavoz reconocía que “el único partido que ha apostado por dar voz a este proyecto ha sido Vox”. 

Con todo, Plataforma 711 no logró despegar, de hecho su web ya no está disponible, y los jóvenes de la extrema derecha han aprovechado el contexto de crispación política a cuenta de las negociaciones de Pedro Sánchez con las fuerzas independentistas para relanzarse bajo una nueva marca que se dice apartidista, pero que orbita, como muchos otros, alrededor del satélite Vox. Entre sus principales interacciones en X (antes Twitter), se repite el nombre de Hermann Tertsch, eurodiputado de Vox.

Desde el 28 de septiembre, día en el que dejaron su primer rastro online, Revuelta ha participado en todas las manifestaciones en la calle en las que también ha estado Vox: acudieron el 8 de octubre a la protesta en Barcelona convocada por Sociedad Civil Catalana y el 30 a la manifestación que Denaes —otra fundación vinculada a la formación de Abascal— organizó en la Plaza de Colón. 

Ideario alineado con el de Vox

Ahora, convocan y ordenan ellos mismos a través de sus redes sociales las protestas diarias frente a las sedes del PSOE por todo el país. Este lunes, por ejemplo, han hecho llamamientos a manifestarse en Madrid, Barcelona, Badajoz, Sevilla, València, El Puerto de Santa María, Oviedo, Salamanca, Tarragona, Zaragoza, Valladolid y Murcia. Protestas en la calle para las que no solicitan los permisos pertinentes de ocupación del espacio público y que en el espacio de la derecha y la extrema derecha buscan calificar de “espontáneas” para no deslegitimarlas.

Decididos a encender las calles, en una pelea con el PP por la capitalización del cabreo de quienes rechazan la amnistía, Abascal participó en la protesta de este lunes frente a la sede nacional del PSOE. "Vamos a Ferraz", escribió a última hora de la jornada, de forma sorpresiva, en sus redes sociales a modo de convocatoria. Abascal abandonó Ferraz cuando comenzaron los disturbios. El vicepresidente de Castilla y León, Juan García-Gallardo, de Vox, también había anunciado su presencia.

En cuanto al ideario de Revuelta, su manifiesto está completamente alineado con los mensajes de Vox. Se definen como un “movimiento patriota” y rechazan “el wokismo y el globalismo, con su individualismo, sus imposiciones progresistas y sus omnipresentes fuerzas del mercado, y el marxismo, que busca borrar todas las diferencias y cualidades únicas en pos de una 'igualdad' que mata la vitalidad y unicidad de las naciones”. 

Han actualizado este lunes sus vías de financiación

En la jornada de este lunes han actualizado sus vías de financiación. A primera hora de la jornada solo vendían camisetas por valor de 20 euros y aceptaban la aportación de entre 20 y 200 euros de mecenas. Ahora, tras haber saltado a los medios de comunicación, también reciben donaciones de 10, 20 o 40 euros. Sus cuentas no son públicas.