Este artículo se publicó hace 14 años.
Asesino bocazas: "Me voy de Málaga. He matado a un tío"
Detenido un joven de 19 tras comentar su crimen a un amigo por móvil. A su lado estaba un policía
"Me voy de Málaga. El otro día iba muy bebido, le di unas puñaladas a un tío en la tripa y le he matado". Óscar Eliseo C.F., un joven paraguayo de 19 años, viajaba durante la noche del domingo a lunes en el autobús que une la ciudad andaluza con Madrid cuando confesó a un amigo por teléfono móvil los motivos de su repentino salida de la localidad costera.
Sus palabras fueron escuchadas por el hombre que estaba situado en el asiento contiguo del vehículo y que resultó ser un policía sin uniforme que estaba libre de servicio. A partir de ese momento, el agente puso en marcha todo un dispositivo policial que terminó con la detención del homicida confeso a su llegada a la capital cuando acababa de descender del autobús y procedía a recoger su maleta.
Lo primer que hizo el policía tras escuchar la confesión fue llamar discretamente a la sala del 091 para informar al compañero que le atendió al teléfono lo que acababa de escuchar. Los datos facilitados por el agente fueron inmediatamente comprobados con los responsables policiales de Málaga, quienes confirmaron que, efectivamente, el sábado anterior se había producido una reyecta en la Plaza Murillo Carrera de la localidad en el que había resultado herido de arma blanca un hombre de 37 años, que poco después falleció. Tras aquel sucesos, los agentes malagueños habían podido detener a siete de los presuntos participantes en la pelea, pero faltaba el presunto autor.
Tras confirmarse la existencia del homicidio, el policía que viajaba junto al joven sospechoso inició un intercambio de mensajes de texto por el móvil en el que fue informando a sus compañeros tanto de la hora prevista de llegada a la estación de autobuses de Madrid como de las características físicas del agresor para que pudiera ser detenido al llegar.
Así, señaló por esta vía que el sospechoso era "alto, delgado, con melena corta, lisa y morena" y que vestía "ropa oscura con zapatillas deportivas blancas". El agente también detalló que él se encargaría de seguir al individuo y que haría señas a los agentes que acudieran para confirmarles quién era el indiscreto homicida.
Al llegar sobre las 5.30 de la madrugada a Madrid, varios efectivos de la policía esperaban la entrada del autobús en la estación de Méndez Álvaro. Al poco de descender, y cuando iba a recoger la maleta, Oscar Eliseo fue detenido. Como había indicado por el móvil, el policía que escuchó su confesión telefónica iba justo detrás y con gestos había 'marcado' a sus compañeros quién era el homicida indiscreto.
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