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IU avisa: si siguen los 400 euros, no hay pacto

Gaspar Llamazares endurece su posición frente al Gobierno socialista

JUANMA ROMERO

Que va en serio. Que José Luis Rodríguez Zapatero no se lleve a engaño. Que en Izquierda Unida no ha gustado nada, absolutamente nada, el superofertón de los 400 euros que el presidente del Gobierno anunció el domingo a todo trapo.

Gaspar Llamazares ha mandado esos recados al PSOE en los dos últimos días. Pero lo que está claro es que no ha recibido acuse de recibo porque el Gobierno se aferra a su propuesta “hiperprogresiva y progresista”. Ayer, el coordinador general atornilló más su disgusto con Zapatero durante un almuerzo organizado por la Asociación de Periodistas Europeos. “Esta propuesta de rebaja fiscal es injusta, irresponsable y temeraria porque reduce el Estado social en España, y  no permitiría una negociación [postelectoral] con IU. Intentaríamos, de hecho, suprimir esta nueva contrarreforma fiscal”.

Llamazares entiende que la medida del Ejecutivo “limita las ambiciones sociales y es todo un casus belli” para la coalición. Porque supone, dijo, que el Estado renuncie a “más de 10.000 millones de euros”. Y es que IU hace las cuentas sumando el coste de la reforma fiscal aprobada en esta legislatura. Llamazares se esforzó en explicar que la negociación del cheque de 400 euros no es homologable a la del cheque bebé. “Entonces pudimos meter una visión más amplia de las políticas de familia”.

Gotearon otra vez las cábalas sobre la entrada de IU en el Ejecutivo. “No nos plantemos ningún límite. No tenemos estigmas como para no participar en el Gobierno. Dependerá del compromiso programático”.

“Se nos movió el suelo”

La inquietud por la crisis interna saltó después. “Me tocó gestionar una situación de suspensión de pagos económica y política tras la sucesión de Julio Anguita [en 2000]. Cuando ya levantábamos cabeza, llegan el 11-M y el 14-M y la insatisfacción electoral. Se nos movió el suelo”, subrayó Llamazares, gráficamente. “Se creó una psicología de la inseguridad, lo que ha acabado crispando los órganos de dirección. No creo que se trate de una animadversión personal, ni de dogmatismo”. Ahora el coordinador baraja una carta segura: “Relanzar el proyecto de IU”, tomando como base “la política acertada” de los últimos años. 

 

La caravana electoral de IU ya tiene fijado su recorrido. Tras la pegada de carteles (o la versión virtual de comienzo de campaña) empezará el jueves 21 de febrero a las 24 horas en Madrid. Pondrá rumbo, al día siguiente, a Zaragoza. Y de allí se desplazará a Pamplona, Valencia y Murcia. El 26 el autocar regresa a la capital para marcharse a Málaga, Cádiz, Barcelona, Palma, Asturias y Valladolid. El 3 de marzo retorna a Madrid. Es el último aliento de la campaña. Sólo quedarán ya Bilbao y Sevilla. 

 

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